No se puede olvidar

Pronto se cumplir¨¢n nueve a?os del secuestro y asesinato de Miguel ?ngel Blanco, joven concejal del PP de la localidad vizca¨ªna de Ermua, a manos del comando Donosti de ETA, cuyos principales activistas y presuntos autores del crimen, Javier Garc¨ªa Gaztelu, Txapote, e Irantzu Gallastegi, Amaia, son juzgados estos d¨ªas en la Audiencia Nacional. El juicio coincide con las v¨ªsperas de un momento crucial del proceso iniciado con el alto el fuego de ETA y que tiene por objetivo la definitiva desaparici¨®n de la banda terrorista.

Una dimensi¨®n esencial de ese proceso es la batalla entre el olvido y la memoria de los cr¨ªmenes etarras. Los int¨¦rpretes habituales de la banda llevan tiempo tratando de imponer un discurso justificativo de su pasado en el que la violencia se banaliza y enmascara mediante eufemismos y las v¨ªctimas pasan a ser consideradas consecuencia inevitable de un supuesto "conflicto hist¨®rico". Frente a ello se impone la imagen concreta de crueldad invocada en el juicio: desde la s¨®rdida cobard¨ªa del concejal de Herri Batasuna que informa sobre los itinerarios de la v¨ªctima, hasta el secuestro bajo amenaza de ejecuci¨®n si en 48 horas no eran trasladados al Pa¨ªs Vasco todos los presos etarras; y que culmina, cumplido ese plazo, con el asesinato a sangre fr¨ªa de Blanco.

No obtuvo respuesta ayer el fiscal cuando pregunt¨® a los acusados si hab¨ªan disparado en la nuca a su v¨ªctima y si eran conscientes de su sufrimiento. Prefirieron seguir mostrando la actitud desafiante respecto al tribunal e indiferente ante la reconstrucci¨®n de los hechos que hab¨ªan ensayado (teatralmente) la semana pasada con motivo del juicio por el asesinato de otro concejal, Jos¨¦ Luis Caso. Hace poco, Otegi dijo que hab¨ªa sido un error dar a entender que eran indiferentes al dolor de las v¨ªctimas. Al parecer, estos dos lo siguen siendo, o quieren hacer creer que lo son.

Hannah Arendt y Jorge Sempr¨²n, entre otros, han llamado la atenci¨®n sobre esa extrema insensibilidad de algunos ante el mal causado a los dem¨¢s. Otra v¨ªctima de ETA, en su caso superviviente, el ex consejero socialista del Gobierno vasco Ram¨®n Recalde, escribi¨® en sus memorias que para ¨¦l la imagen del mal absoluto es la representada por los secuestradores del funcionario de prisiones Ortega Lara en el juicio en que fueron condenados: haciendo comentarios que les mov¨ªan a risa mientras en la sala se describ¨ªan aquellos 532 d¨ªas terribles del secuestrado. La imagen indiferente de Txapote y Amaia charlando de sus cosas, ?ser¨¢ sincera o es una forma de ocultar su espanto?

El lehendakari Ibarretxe esboz¨® ayer una autocr¨ªtica que no deber¨ªa echarse al olvido: en un escrito remitido a un acto celebrado con motivo del aniversario del atentado de Hipercor pidi¨® perd¨®n a las v¨ªctimas por la "lejan¨ªa" de los poderes p¨²blicos hacia su dolor y expres¨® su verg¨¹enza por tantos asesinatos cometidos "utilizando nuestro nombre". Un antiguo patriota irland¨¦s dej¨® escrito que si bien se debe condenar toda violencia, se est¨¢ especialmente obligado a reprobar la cometida en el nombre de uno. Y a no olvidarla.