Jeremy Rifkin apuesta por el liderazgo de la UE en la transformaci¨®n de la cultura energ¨¦tica
El gur¨² de la econom¨ªa del hidr¨®geno cree equivocada la apuesta por las centrales nucleares
Jeremy Rifkin, profesor de la Escuela Warthon de Finanzas y Comercio, cree que la Uni¨®n Europea est¨¢ en una posici¨®n de privilegio para liderar lo que llama la tercera revoluci¨®n industrial, que se apoyar¨¢ en las energ¨ªas renovables y en el hidr¨®geno como fuente de energ¨ªa y almacenamiento. Rifkin asegur¨® en Vitoria que la red de parques tecnol¨®gicos puede convertirse en el elemento dinamizador, en una malla que permita compartir energ¨ªa. Adem¨¢s, asegura que los parques cuentan con los otros elementos cruciales para el cambio: la nanotecnolog¨ªa y las comunicaciones.
Rifkin (Colorado, EE UU, 1943) es uno de los gur¨²s mundiales de la econom¨ªa y la energ¨ªa. Se ha convertido en asesor de personalidades pol¨ªticas como Romano Prodi, cuando estaba al frente de la Comisi¨®n Europea, o la actual canciller alemana, Angela Merkel. Ayer acudi¨® al Parque Tecnol¨®gico de ?lava, en Mi?ano, al Encuentro Internacional de Energ¨ªas Renovables celebrado all¨ª. Ante 160 representantes de la industria y la pol¨ªtica, hizo un pron¨®stico de futuro y marc¨® los retos a los que se enfrenta la econom¨ªa mundial.
El autor de la Econom¨ªa del hidr¨®geno o del Fin del empleo habl¨®, micr¨®fono en mano y sin tomar asiento, durante 90 minutos a un p¨²blico interesado. Rifkin mira hacia una nueva era que debe romper con el pasado. Seg¨²n asegura, la vida de las energ¨ªas f¨®siles (petr¨®leo, gas, carb¨®n), e incluso de la nuclear, est¨¢ llegando a su fin y no les da m¨¢s de treinta a?os. No s¨®lo porque los recursos f¨®siles son limitados, sino porque, adem¨¢s, est¨¢n generando el mayor calentamiento global del planeta en los ¨²ltimos 650.000 a?os. "?Cu¨¢nto CO2 podemos lanzar a la atm¨®sfera?", se pregunt¨®. Rifkin cree que este proceso debe cambiar y que debe hacerse a trav¨¦s de las energ¨ªas renovables.
Bush "se equivoca"
Para este experto, la alternativa tampoco est¨¢ en la energ¨ªa nuclear, pese al impulso que ha cobrado con el encarecimiento de los combustibles. Cuestiona la apuesta en esta direcci¨®n del presidente de Estados Unidos, George Bush, y del primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair y llega a preguntarse si han "perdido la cabeza". Rifkin considera que las centrales nucleares son dif¨ªciles de proteger y que se han convertido en objetivos de los grupos terroristas, adem¨¢s de no haberse resuelto el problema del almacenamiento de sus residuos.
La nueva econom¨ªa, sostiene, se debe basar en el hidr¨®geno como fuente y sistema de almacenamiento. Indic¨® que ya se han dado los primeros pasos en este sentido y que una de las claves se encuentra en California, donde se ha prohibido que en 2009 se vendan coches que generen emisiones. Este hecho ha llevado a las industrias del autom¨®vil a potenciar la investigaci¨®n en los motores de hidr¨®geno. Rifkin cree que en menos de tres a?os habr¨¢ en los mercados coches plenamente competitivos con estas energ¨ªas.
A la hora de hacer su an¨¢lisis de la econom¨ªa, el profesor se declar¨® "pragm¨¢tico". Dijo que se dedica a ense?ar a los l¨ªderes de negocios y que el futuro est¨¢ en el cambio energ¨¦tico. Rifkin cree que el cambio, la revoluci¨®n, est¨¢ cerca, que en breve se comercializar¨¢n, especialmente en Corea y Jap¨®n, cartuchos de c¨¦lulas de hidr¨®genos port¨¢tiles que permitir¨¢n proporcionar energ¨ªa a relojes, tel¨¦fonos m¨®viles, agendas, etc., y que evitar¨¢n las conexiones a la red el¨¦ctrica para su recarga. En esta misma l¨ªnea, considera que los coches utilizar¨¢n energ¨ªa del hidr¨®geno y, a su vez, se convertir¨¢n en fuentes de generaci¨®n que, cuando no est¨¦n en uso, podr¨¢n conectarse a la red y aportar electricidad al sistema.
De abajo arriba
Se muestra convencido de que toda esta revoluci¨®n, que anticipa ir¨¢ unida a la nanotecnolog¨ªa (la tecnolog¨ªa de los elementos microsc¨®picos), la biociencia y las comunicaciones, se har¨¢ de abajo arriba, de la misma forma que ha actuado Internet; sin ser controlada, pese a los intentos de limitar sus posibilidades.
Este proceso coloca en un papel estelar a la UE que, seg¨²n cree, ha comprendido la importancia del cambio tecnol¨®gico. Ha apostado, dice, por las energ¨ªas renovables para generar c¨¦lulas de hidr¨®geno de una forma limpia. Asegura que la Administraci¨®n Bush ha querido copiar a Europa pero lo ha hecho mal: potencia la investigaci¨®n en hidr¨®geno, pero por medio de las energ¨ªas f¨®siles, lo que no cierra el problema del calentamiento ni el de la escasez de los recursos f¨®siles.
Rifkin cit¨® dos comunidades auton¨®micas espa?olas como paradigm¨¢ticas del proceso de cambio. Por un lado, Arag¨®n que es ya autosuficiente en energ¨ªas renovables. Y por otro, mencion¨® al Pa¨ªs Vasco por la importancia de sus parques tecnol¨®gicos. Considera que los propios parques deben tener su sistema de generaci¨®n y almacenamiento energ¨¦tico y formar una red europea. Las consecuencias de esta revoluci¨®n son para el profesor la ca¨ªda de los precios de la energ¨ªa y la posibilidad de que los pa¨ªses en desarrollo se puedan incorporar en 30 a?os al bienestar global.
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