Otras formas de ver y de escuchar

Ni la m¨²sica ni el cine est¨¢n en crisis. Otra cosa es la industria... M¨²sicos, promotores y directores coinciden en que ahora se escuchan m¨¢s canciones y se ve m¨¢s cine que nunca, aunque no en los mismos lugares de siempre. El calor de la m¨²sica en vivo sigue atrayendo, pero cierran las tiendas y se vac¨ªan las salas de cine. Cambian las costumbres, avanza la tecnolog¨ªa y el p¨²blico se adapta a esas transformaciones con m¨¢s rapidez que la industria. Por tanto, lo que est¨¢ en crisis es la industria y eso afecta a los creadores, que se ven obligados a buscar nuevas formas de ver recompensado su trabajo.

"Con respecto al cine, sufrimos un cambio de modelo en todo el mundo", asegura Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, director de cine. "No es que se vea menos, es que se ve de otra forma. Tampoco el p¨²blico de las salas abandona su afici¨®n por este arte, lo que ocurre es que lo ve en casa". A ese cambio tienen que adaptarse tambi¨¦n los sistemas de ayudas p¨²blicas. "Est¨¢ montado sobre el modelo primitivo de p¨²blico en salas y habr¨ªa que adaptar ese modelo a las nuevas formas de ver el cine".

Quique Gonz¨¢lez: "Los j¨®venes no manejan el vinilo y los mayores desconocen el iPod"

"En el cine sufrimos un cambio de modelo en todo el mundo", dice Guti¨¦rrez Arag¨®n

Enrique Gonz¨¢lez Macho, exhibidor y distribuidor (es propietario de la cadena de cines Renoir), tiene muy claro que la parte creativa no ha sido todav¨ªa alcanzada por la crisis, pero que no tardar¨¢ en sufrir los efectos devastadores que la pirater¨ªa genera. "Las crisis de espectadores acaba por afectar al arte", aclara. Antes, la pirater¨ªa on line se centraba en los grandes estrenos y en las grandes producciones, pero ahora ha tocado tambi¨¦n al denominado cine independiente. Como ejemplo de la situaci¨®n del sector, recurre al estreno de Burt Munro, un sue?o una leyenda, protagonizado por Anthony Hopkins, un filme que no estaba previsto para grandes audiencias y que s¨®lo el primer d¨ªa de exhibici¨®n en los cines registr¨® 11.000 descargas ilegales. Frente a este dato, la realidad demuestra una escasa capacidad de respuesta de la industria. Todav¨ªa no existe en Espa?a una empresa que permita descargas legales. "Se est¨¢n digitalizando pel¨ªculas para permitir este intercambio", dice Gonz¨¢lez Macho.

Tambi¨¦n la m¨²sica vive grandes cambios. Carlos L¨®pez, director de Sony-BMG, una de las multinacionales que copan el mercado mundial, asegura que su empresa emprendi¨® hace un par de a?os el camino de la transformaci¨®n. "Nuestra meta no est¨¢ centrada ya en la venta de discos", dice. "Las compa?¨ªas tienen que convertirse en empresas de m¨²sica. Ahora centramos m¨¢s las inversiones en conciertos y en la b¨²squeda de patrocinios. Cada vez hay m¨¢s patrocinadores (bancos, empresas de cerveza, marcas de zapatillas...) que utilizan la m¨²sica para vender sus productos y que pagan por ello. Adem¨¢s de explotar esa v¨ªa, ponemos m¨¢s ¨¦nfasis en la promoci¨®n de artistas, ayudando a gestionar conciertos en directo. En definitiva, invertimos m¨¢s en desarrollo para recoger despu¨¦s en el directo".

La m¨²sica va a continuar mientras siga habiendo chicos capaces de juntarse en un local para tocar como el grupo al que admiran, asegura Quique Gonz¨¢lez, m¨²sico curtido en el directo y pionero de la autoproducci¨®n discogr¨¢fica. Y esa idea no es nueva aunque haya un abismo entre la idea del producto cultural que tienen unas generaciones frente a otras: "Los menores de 18 no saben manejar un disco de vinilo y los mayores de 60 no tienen ni idea de lo que es un iPod", agrega Gonz¨¢lez.

El comercio de la m¨²sica tal y como se conoc¨ªa no funciona. Mario Pacheco, director de Nuevos Medios, una compa?¨ªa independiente que lleva 25 a?os en el mundo de la m¨²sica y presidente de la Uni¨®n Fonogr¨¢fica Independiente (UFI), considera clave para el futuro saber de qui¨¦n va a ser el dinero del negocio mundial. "En un principio, la m¨²sica grabada era de los fabricantes de electrodom¨¦sticos, como Philips; despu¨¦s, de los grandes medios de comunicaci¨®n como Columbia o Time Warner, y ahora parece que de las compa?¨ªas inform¨¢ticas. En estos momentos, lo que se est¨¢ produciendo es el traspaso". En ese ambiente, la confusi¨®n impera. "Hay un factor de p¨¢nico porque se venden menos CD de los que se espera, pero tambi¨¦n hay menos tiendas donde venderlos", a?ade.

Otra de las crisis a las que se enfrenta la m¨²sica es la b¨²squeda de mejores sonidos. La superaci¨®n de la alta fidelidad queda pendiente. "Los progresos tecnol¨®gicos antes iban en busca de un sonido cada vez m¨¢s depurado. Desde que apareci¨® el MP3, las prioridades han cambiado. No son necesarios esos par¨¢metros ni esa calidad. El valor no es que suene mejor, sino que lo que prima es la informaci¨®n y la rapidez en conseguir las descargas frente al disfrute est¨¦tico", concluye Pacheco.

Entre los desastres hay excepciones. La m¨²sica cl¨¢sica es de los pocos campos en alza. Suben los espectadores (un 5,8%) y la recaudaci¨®n de conciertos se situ¨® en 2005 en 44,7 millones de euros, un 13% m¨¢s que en 2004. Pero Alfonso Aij¨®n, uno de los principales promotores de m¨²sica de Espa?a no quiere dejarse deslumbrar: "Es cierto que nuestro campo marcha bien; pero dudo que el p¨²blico sea tan fiel. Hay que tener en cuenta que los conciertos est¨¢n subvencionados. No s¨¦ si la gente acudir¨ªa a los conciertos de la misma manera que va si tuviera que pagar el precio real de la entrada".

El teatro tambi¨¦n sube. El actor y director Jos¨¦ Luis G¨®mez, responsable del teatro de la Abad¨ªa, se pregunta hasta qu¨¦ punto ese incremento en las artes esc¨¦nicas se debe a los musicales: "No s¨¦ si eso no falsea las listas generales, pero en cualquier caso lo que s¨ª se puede constatar es que la Abad¨ªa ha tenido un 12,5% de incremento de espectadores y un 70% de ocupaci¨®n. No hay que olvidar que el Centro Dram¨¢tico Nacional tiene una programaci¨®n exitosa; la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico, con una serie de aciertos continuados, est¨¢ con ¨ªndices de ocupaci¨®n tremendos y el teatro Espa?ol, que pod¨ªa dar miedo porque hasta hace dos a?os ten¨ªa buenos ¨ªndices de ocupaci¨®n, pero con una programaci¨®n f¨¢cil, ha logrado llenar con la nueva direcci¨®n y con una programaci¨®n variada, interesante y de mucha calidad", dice G¨®mez., seg¨²n informa Rosana Torres.