Un hombre atraca una farmacia para hacerse con dos cajas de Viagra

La polic¨ªa detuvo el pasado lunes a un vecino del distrito de Latina por intentar robar pistola en mano en una farmacia de la calle de Jos¨¦ de Cadalso varias cajas de Viagra, el conocido f¨¢rmaco contra la impotencia masculina. Cada una de las cajas de ocho comprimidos que ped¨ªa cuesta unos 90 euros.

A las 9.30 del pasado d¨ªa 6 de junio, Carlos D. L., de 54 a?os, entr¨® en la citada farmacia, sac¨® una pistola (que result¨® ser simulada), enca?on¨® a las dos dependientas y pidi¨® que le fueran entregadas todas las existencias de Viagra del establecimiento. Silvia y Helena, las empleadas que trabajaban en ese momento, al principio no dieron cr¨¦dito a la amenaza. "Parec¨ªa de cachondeo", explicaba ayer Helena. Pero el atracador les advirti¨® de las fatales consecuencias que acarrear¨ªa su resistencia. Helena le respondi¨® entonces que no ten¨ªan lo que ped¨ªa. "Era verdad, porque trabajamos con otra marca", relat¨® la dependienta restando importancia a su valent¨ªa. Tras las repetidas negativas de las mancebas, y nervioso por la presencia de un cliente que en ese momento entraba en la farmacia, el atracador sali¨® corriendo y se mont¨® en un Citro?n C2 con el que huy¨®.

Pero una hora y media despu¨¦s, cuando la polic¨ªa ya hab¨ªa sido alertada del intento de robo, el atracador apareci¨® de nuevo en el establecimiento. "Entr¨® detr¨¢s de un cliente y llevaba dos ramos de flores", record¨® la dependienta. "Nos los dio y se disculp¨®. Dijo que todo era una investigaci¨®n period¨ªstica que realizaba para Intervi¨²", explicaba Helena sin dar cr¨¦dito todav¨ªa a lo que les hab¨ªa sucedido.

En esta segunda ocasi¨®n, Carlos D. L. llevaba una c¨¢mara de v¨ªdeo colgando y pidi¨® a las dependientas que posaran para un supuesto reportaje sobre atracos en farmacias. Se negaron. Tras contar esta extra?a historia y asegurar que un compa?ero le esperaba fuera, pidi¨® a las dependientas que avisasen a la polic¨ªa para que dejasen de buscarle. As¨ª, el hombre volvi¨® a marcharse. Pero la polic¨ªa no crey¨® la historia y, tras comprobar la matr¨ªcula del coche que hab¨ªa utilizado el atracador, le detuvo. En el registro de su domicilio, se hallaron dos pistolas de juguete.