Nace el 'thriller' diplom¨¢tico

El KGB se ha hecho con las claves de la cifra de la Embajada espa?ola en Mosc¨², el sistema que permite codificar y descodificar los telegramas que se env¨ªan o reciben de Madrid. No es que los telegramas contengan informaci¨®n secreta -son apenas traducciones de la prensa, chismorreos y an¨¢lisis facilones-, pero Espa?a acaba de entrar en la OTAN y si el asunto sale a la luz el pa¨ªs quedar¨¢ l¨®gicamente desprestigiado. El embajador De la Cruz est¨¢, pues, muy nervioso.

Sobre este hecho de ficci¨®n, Andr¨¦s Gastey construye en Guti¨¦rrez y el Imperio del Mal una trama voluntariamente sencilla de traici¨®n y espionaje que le permite abordar su principal objetivo: ofrecernos un reportaje retrospectivo del Mosc¨² de los a?os ochenta, el de Gorbachov y la perestroika. Gastey, un seud¨®nimo que oculta a un diplom¨¢tico espa?ol destinado en Mosc¨² en aquel periodo, revela en esta novela entretenida y sin pretensiones sus dotes para el buen periodismo, el que, m¨¢s all¨¢ de los sobresaltos de la actualidad, va al fondo de las cosas. Y as¨ª en Guti¨¦rrez y el Imperio del Mal el lector pasa mucho fr¨ªo, se emborracha con vodka, elucubra sobre los misterios del alma rusa y vive el tremendo fracaso del sistema sovi¨¦tico.

Lo cual tiene ciertas relaciones con Kuala Lumpur (Seix Barral), una novela del diplom¨¢tico Carles Casajuana. Kuala Lumpur tiene un argumento policial en el que tambi¨¦n se ve implicada una embajada espa?ola y es asimismo un estupendo reportaje sobre la Malasia en efervescencia econ¨®mica de nuestro tiempo. Pero el parentesco no termina ah¨ª. En ambos casos los autores -que no son una sola y misma persona, que conste- consiguen una amenidad te?ida de humor que le debe mucho a Nuestro hombre en La Habana, el inmenso cl¨¢sico de Graham Greene; y en ambos casos demuestran un saludable esp¨ªritu autocr¨ªtico respecto a la diplomacia espa?ola. Por ejemplo, en la obra de Casajuana puede leerse: "Lo m¨¢s urgente era esperar; la vieja frase, el remedio universal de la diplomacia espa?ola". Y esto es de Guti¨¦rrez y el Imperio del Mal: "Despachado el tr¨¢mite matutino de hojear la traducci¨®n del ¨®rgano de prensa del Comit¨¦ Central, los altos funcionarios de la embajada dedicaban el resto de su jornada a volcarse en agudas conversaciones sobre cuatro temas: destinos anteriores, incidencias en el escalaf¨®n, cotizaci¨®n de divisas y dificultades de suministro".

?Est¨¢ naciendo un thriller diplom¨¢tico espa?ol? Dos novelas no constituyen un fen¨®meno, pero s¨ª ofrecen una pista. Y aunque como se certifica en las obras de Gastey y Casajuana nuestro servicio exterior deja mucho que desear en cuanto a diligencia y eficacia, en el mundo diplom¨¢tico hay no poca gente le¨ªda y culta, un terreno f¨¦rtil para que de ¨¦l surjan aceptables escritores.