Plan playero en el delta del Ebro

Los 320 kil¨®metros cuadrados de superficie del delta del Ebro forman la zona h¨²meda m¨¢s importante de Catalu?a y la segunda de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica (despu¨¦s de Do?ana), con unos valores geogr¨¢ficos y naturales protegidos con la figura de parque natural. Uno de los atractivos principales de este paraje es descubrir su naturaleza, pero otro de sus reclamos tur¨ªsticos lo componen sus inmensas playas de arena fin¨ªsima y de aguas tranquilas y poco profundas.

La pen¨ªnsula del Fangar es una de las ¨¢reas playeras m¨¢s peculiares del delta, localizada al norte de la desembocadura del Ebro, en el golfo de Sant Jordi, y formada por un arenal de m¨¢s de 400 hect¨¢reas con la silueta de una flecha. La orilla marina de esta planicie tostada por el sol guarda algunas de las playas, casi v¨ªrgenes, menos alteradas de la costa mediterr¨¢nea. Las playas del Fangar y de la Marquesa recorren esta peque?a pen¨ªnsula por el litoral que mira hacia el golfo, colmadas de dunas m¨®viles que se mecen con los vientos, y donde la querencia de la avifauna costera ha hecho de esta franja uno de los territorios de nidificaci¨®n de charranes m¨¢s importantes de Espa?a.

Desde la localidad de Deltebre parte una escueta carretera con direcci¨®n a la playa de dunas de la Marquesa, ¨²nica con servicio de bar-restaurante. Despu¨¦s, una pista de tierra que discurre entre las jorobas dunares y las marismas se introduce poco a poco en los solitarios arenales del brazo del Fangar. El terso y ¨¢rido albero se riza con el viento tramontano, que en estas llanadas sin obst¨¢culos rapi?a la tierra llev¨¢ndola de un lado a otro. El ¨²nico punto elevado que se atisba en lontananza es el faro, arropado por las brumas y can¨ªculas provocadas entre el sol y el mar. El inmenso arenal calentado por la insolaci¨®n veraniega produce curiosos espejismos propios de los desiertos, ote¨¢ndose lagos en medio del reseco erial. Este agradable paseo termina a los pies del faro, pero todav¨ªa se puede seguir andando por la orilla marina hasta las dos puntas del Fangar, la vieja y la nueva, que siguen su crecimiento con cada marea.