Un centenar de 'okupas' toma el antiguo cine Bogart
Los asaltantes protestan contra la especulaci¨®n inmobiliaria y la precariedad laboral
El movimiento okupa alz¨® ayer la voz en pleno centro de Madrid con la ocupaci¨®n del antiguo cine Bogart. M¨¢s de un centenar de personas entraron por la tarde en un edificio, el n¨²mero 7 de la calle de Cedaceros, al lado del Congreso de los Diputados. Los ocupantes forman parte del movimiento social Rompamos el Silencio que agrupa "a gente de la izquierda aut¨®noma anticapitalista". Los antidisturbios vigilaron durante toda la noche el edificio.
Entre los ocupantes hay "parados, estudiantes, trabajadores precarios... gente harta de la vida en esta ciudad que se ha vuelto insostenible", explicaron los encerrados. ?stos no quisieron dar nombres ni asociaciones: "Huimos de la sopa de letras que suponen las siglas". La acci¨®n de ayer se engloba dentro de la Semana de Luces Social 2006 y que el movimiento social pretende prolongar hasta el 1 de julio. Durante esta semana habr¨¢ charlas y talleres sobre urbanismo y vivienda, exclusi¨®n y marginaci¨®n social, antimilitarismo o globalizaci¨®n y resistencia.
La ocupaci¨®n del cine Bogart, que seg¨²n los convocantes lleva cerrado al menos cinco a?os, comenz¨® a las siete y media de la tarde. "Hemos cogido un edificio abandonado que est¨¢ enfrente del Congreso de los Diputados porque es ah¨ª donde se deciden las pol¨ªticas de vivienda que hacen imposible acceder a un piso". La idea de los encerrados es desalojar el edificio cuando termine la semana de lucha social. Ya el a?o pasado hicieron lo mismo con un edificio de la calle San Bernardo.
Los okupas entraron en el cine Bogart por la puerta principal, tapada por una verja oxidada, que cedi¨® casi al instante. "No hemos usado la violencia; ha sido tan f¨¢cil entrar que es una muestra de c¨®mo se dejan deteriorar los edificios", cont¨® Nacho, uno de los organizadores de la acci¨®n.
Agentes de la Unidad de Intervenci¨®n Policial (antidisturbios) que custodiaban el lugar no dejaron a los cientos de simpatizantes que hab¨ªa en el exterior acercar comida a los encerrados. Y entonces empezaron los c¨¢nticos: "?Lo llaman democracia y no lo es!". "Tiradnos alpiste" bromeaban los okupas. A medianoche la polic¨ªa segu¨ªa vigilando el edificio. Poco despu¨¦s, sobre la una de la ma?ana, una veintena de okupas abandon¨® el inmueble de forma voluntaria.
El cine Bogart tiene cinco plantas y por sus ventanas se asomaban por la noche los concentrados. Del viejo inmueble colgaban varias pancartas: "Solo no puedes, con amigos s¨ª. Okupa t¨² tambi¨¦n" y "Rompamos el Silencio". La convocatoria hab¨ªa sido difundida principalmente a trav¨¦s de Internet (www.rompamoselsilencio.net). En la planta baja se arremolinaban unas 50 personas, separados de los antidisturbios por la verja del edificio. Las paredes del cine est¨¢n empapeladas con carteles viejos y medio arrancados. "Estamos sin comida ni bebida pero pensamos aguantar todo lo que haga falta", explic¨® por el tel¨¦fono m¨®vil uno de los concentrados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.