El Supremo anula los tribunales de Guant¨¢namo
La justicia de EE UU dictamina que Bush no tiene "un cheque en blanco" contra el terrorismo
El presidente George W. Bush se extralimit¨® en su autoridad, fall¨® ayer el Tribunal Supremo de Estados Unidos, cuando, despu¨¦s del 11-S, orden¨® que los detenidos como presuntos terroristas en Afganist¨¢n y otros lugares fueran procesados en tribunales extraordinarios, las llamadas comisiones militares. Esas comisiones "violan los acuerdos internacionales sobre prisioneros de guerra y las normas militares de EE UU", afirm¨® John Paul Stevens en nombre de la mayor¨ªa del tribunal, que asest¨® un fort¨ªsimo rev¨¦s a la pol¨ªtica de la Casa Blanca. El presidente Bush expres¨® su deseo de negociar una salida con el Congreso y dijo: "Los norteamericanos deben saber que esta decisi¨®n no significa que los asesinos van a ir a la calle".
El Supremo abord¨® el caso de Salim Ahmed Hamdan, el yemen¨ª que trabaj¨® como ch¨®fer y guardaespaldas de Osama Bin Laden y uno de los diez ¨²nicos procesados de Guant¨¢namo en Comisi¨®n Militar. "Estas comisiones no fueron autorizadas espec¨ªficamente por el Congreso", subray¨® Stevens, y a?adi¨® que cualquier tribunal "debe incorporar un m¨ªnimo de garant¨ªas reconocidas en las leyes internacionales". "El juicio mediante comisiones militares suscita preocupaciones de primer¨ªsimo orden sobre el principio de separaci¨®n de poderes", escribi¨® en su justificaci¨®n de voto Anthony Kennedy, que jug¨® un papel fundamental en la decisi¨®n, porque, como moderado, es uno de los votos habitualmente indecisos del tribunal.
"El Congreso no le dio al Ejecutivo un cheque en blanco", argument¨® por su parte el liberal Stephen Breyer en una opini¨®n separada. "De hecho, el Congreso ha denegado espec¨ªficamente la autoridad legislativa para crear comisiones militares; no hay nada que impida al presidente volver al Capitolio y solicitar la autoridad que ¨¦l considera necesaria".
El fallo del Supremo -que el Gobierno hab¨ªa anticipado, porque ten¨ªa indicios, pero que no por ello dej¨® de ser una tremenda bofetada a su pol¨ªtica antiterrorista- sorprendi¨® al presidente en plena reuni¨®n con el primer ministro japon¨¦s, Junichiro Koizumi, y Bush no quiso extenderse en su reacci¨®n hasta no haber analizado las decisiones, que ocuparon 177 p¨¢ginas.
Cinco votos contra tres
El presidente trat¨® de restar importancia al hecho de que el fallo pone patas arriba buena parte de su pol¨ªtica antiterrorista, justificada por su condici¨®n de comandante en jefe en la guerra contra el terrorismo, al margen de controles parlamentarios, judiciales e internacionales. Bush sugiri¨® una v¨ªa de avance al acogerse a la v¨ªa se?alada por el magistrado Breyer: "Puesto que hay espacio para trabajar con el Congreso y determinar si los tribunales militares ser¨¢n una posibilidad para que la gente comparezca ante la justicia, lo haremos". Y reiter¨®: "Lo que no voy a hacer es poner en peligro la seguridad de los estadounidenses".
La decisi¨®n se tom¨® por cinco votos contra tres; el presidente del Supremo, John Roberts, se hab¨ªa autorrecusado porque cuando era miembro de un tribunal de recursos fall¨® precisamente contra la petici¨®n de juicio ordinario para Salim Ahmed Hamdan.
Entre las opiniones de la minor¨ªa llam¨® la atenci¨®n la del magistrado Clarence Thomas. El fallo, en su opini¨®n, "dificulta seriamente la capacidad presidencial para enfrentarse a un enemigo mortal y derrotarle". Para subrayarlo, Thomas ley¨® -por primera vez en los 15 a?os que lleva en el Supremo- su opini¨®n. "Es al mismo tiempo peligroso y sin precedentes que parezca que el Supremo dude de la determinaci¨®n del Ejecutivo de que estos conspiradores deban ser procesados". Los otros dos magistrados m¨¢s conservadores, Antonin Scalia y Samuel Alito, tambi¨¦n votaron en contra. "Parece claro que las comisiones cumplen las condiciones establecidas por la Administraci¨®n para juzgar a los acusados de terrorismo", en opini¨®n de Alito, el ¨²ltimo juez incorporado al Supremo.
Hace exactamente dos a?os, el alto tribunal ya dio una indicaci¨®n coherente con el fallo de ayer, cuando rechaz¨® la pretensi¨®n del Gobierno de mantener detenidos por tiempo indefinido y sin asistencia legal a los prisioneros capturados en Afganist¨¢n o en otros lugares.
En Hamdan versus Rumsfeld, 05-184, este yemen¨ª de 36 a?os admiti¨® haber sido conductor y guardaespaldas de Bin Laden, pero neg¨® pertenecer a Al Qaeda. Lleva cuatro a?os en Guant¨¢namo, acusado de un delito de conspiraci¨®n de delitos de guerra contra estadounidenses. "Lo que quer¨ªamos era exactamente esto: claridad en las normas y un juicio justo, y por eso le damos las gracias al Supremo", dijo el teniente Charles Swift, su defensor, que opin¨® que ahora debe ser juzgado en dos posibles instancias: un Consejo de Guerra o un tribunal federal ordinario. "El fallo supone volver a nuestros valores fundamentales", dijo Swift, feliz en su blanco uniforme de oficial de la Marina.
El Centro de Derechos Constitucionales, que respald¨® la defensa de Hamdan, dijo -a trav¨¦s de su presidente, Michael Ratner- que se trata de "una importante victoria para la Constituci¨®n y para la justicia". El Supremo "ha rechazado el intento de Bush de esquivar los tribunales. Ahora, el presidente debe actuar: que juzgue a nuestros clientes o que los ponga en libertad". Ratner valor¨® especialmente el hecho de que el Supremo afirmara que la Convenci¨®n de Ginebra afecta a todos los detenidos de la guerra contra el terrorismo: "La gente debe ser tratada de manera humanitaria y el Gobierno no puede colocarse por encima de la ley".
Papel constitucional vital
Los dem¨®cratas saludaron la decisi¨®n que, en palabras del senador Ted Kennedy, "supone un rotundo rechazo del ilegal comportamiento del Gobierno de Bush en Guant¨¢namo". Para Kennedy, es "muy apropiado" que haya llegado en v¨ªsperas del 4 de julio, aniversario de la independencia de EE UU. "El Supremo ha demostrado de nuevo su papel constitucional vital como control y equilibrio del Ejecutivo y el Legislativo", afirm¨® el tambi¨¦n senador Carl Levin. "Es un triunfo del imperio de la ley", para la l¨ªder de la minor¨ªa en la C¨¢mara, Nancy Pelosi.
Los republicanos sufrieron una ducha de agua fr¨ªa. John Boehner, l¨ªder de la mayor¨ªa en la C¨¢mara, destac¨® que Guant¨¢namo ha ayudado a que los estadounidenses hayan estado m¨¢s seguros y que tener all¨ª a los participantes en la guerra de Afganist¨¢n "ha sido muy ¨²til para la seguridad nacional". John Warner, presidente del Comit¨¦ de las Fuerzas Armadas del Senado, dijo que el Congreso actuar¨¢ r¨¢pidamente para crear un nuevo marco legal que aborde el tratamiento de los detenidos en Guant¨¢namo. "Estoy seguro de que encontraremos la forma de proporcionarles justicia de acuerdo con nuestras leyes y las leyes internacionales".
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