La voz a ti debida
A veces las victorias pol¨ªticas son m¨¢s dif¨ªciles de gestionar que las batallas inciertas o incluso que las derrotas parciales: sobre todo cuando gran parte de la poblaci¨®n no tiene claro contra qu¨¦ se lucha ni qu¨¦ se defiende. Lo estamos viendo ahora, desde que ETA declar¨® su alto el fuego porque el fuego se le hab¨ªa acabado y los nacionalistas que siempre han rentabilizado su amenaza se han lanzado a sacar provecho definitivo de ese pase a la reserva. Hay que suponer buena voluntad en quienes recomiendan encarecidamente que se aproveche esta oportunidad para negociar con la banda y evitar que vuelva a matar: pero cabr¨ªa recordarles que esa oportunidad nunca ha faltado, porque ETA jam¨¢s se ha negado a priori a negociar y cesar en su violencia... siempre que se le concediesen todos o gran parte de los objetivos pol¨ªticos que ped¨ªa. Hemos luchado contra el terrorismo para que no consiguiera imponer su proyecto pol¨ªtico y no s¨®lo para defendernos de la violencia: salvaguardia democr¨¢tica que sigue hoy tan vigente como ayer.
PORQUE TENGO HIJOS
Rosa D¨ªez
Adhara. Madrid, 2006
269 p¨¢ginas. 18,50 euros
Otros, todav¨ªa m¨¢s trampo
sos, mencionan el ejemplo de la transici¨®n entre franquismo y democracia como ejemplo de di¨¢logo y mutuas concesiones, sin vencedores ni vencidos. La realidad es que nada se pact¨® con el franquismo en lo tocante a partidos pol¨ªticos, sindicatos, liberaci¨®n de las costumbres... Lo ¨²nico acordado fue pasar p¨¢gina respecto a responsabilidades penales de los c¨®mplices de la dictadura. Tampoco hoy la gente sensata se opone a "dialogar" con la banda, siempre que s¨®lo sea sobre acercamiento de presos, alivio de penas, etc¨¦tera, pero ETA y sobre todo sus servicios auxiliares pol¨ªticos pretenden conseguir mucho m¨¢s. De modo que el paralelismo con la transici¨®n es radicalmente fraudulento: entonces se negoci¨® el final de una dictadura, ahora se nos pide que negociemos su implantaci¨®n.
Por lo tanto es ahora, precisamente ahora, cuando resulta oportuno leer y reflexionar sobre este libro de Rosa D¨ªez. Es verdad, muchos est¨¢n ya cansados: "?Por favor, otro libro sobre el conflicto vasco! Pero... ?no estamos ya en 'proceso de paz'?". Bueno, su fatiga es comprensible, la cuesti¨®n nacionalista es lo m¨¢s aburrido e imb¨¦cil del mundo (aunque, oiga, hay que ver c¨®mo ha contagiado a todo el pa¨ªs...) y ahora adem¨¢s parece haber un nuevo terrorismo isl¨¢mico que arrincona y sustituye al de ETA. ?Por favor, que no nos hablen m¨¢s de Euskadi! De modo que, si as¨ª lo prefieren, pueden leer estas p¨¢ginas como una reflexi¨®n sobre las amenazas que pesan actualmente sobre las democracias europeas, sobre qu¨¦ pocos y qu¨¦ l¨¢nguidos o cr¨¦dulos defensores encuentran en su lucha contra lo que ma?ana puede acabar con ella. La autora, Rosa D¨ªez, no pertenece al amplio gremio de los derrengados -ah¨ª se encuentran sobre todo los "hartos", es decir, los que se han cansado ya de no hacer nunca nada- ni tampoco es una v¨ªctima directa del terrorismo, aunque ha conocido de cerca a demasiadas. Rosa es ante todo una pol¨ªtica, una de esas personas que hacen del inter¨¦s por lo p¨²blico el centro desinteresado de su vida privada y de su compromiso con la libertad. Y su libro es testimonio de un recorrido fundamentalmente pol¨ªtico -contado por alguien que ha ocupado papeles de protagonista, no s¨®lo de comparsa o de espectador- desde los a?os del gobierno de coalici¨®n PNV-PSE, en el que ella fue consejera, hasta el presente "alto el fuego", con sus contradicciones y perplejidades. Subrayo esta dimensi¨®n pol¨ªtica -de pol¨ªtica "profesional", por decirlo de alg¨²n modo- de la autora porque explica muy bien los vaivenes y tanteos que las personas defensoras del Estado de derecho y la Constituci¨®n han asumido en Euskadi. Desde el dogmatismo moralizante abstracto, tan intransigente como el propio nacionalismo, nunca ha habido lugar para las dudas. Pero los verdaderos pol¨ªticos democr¨¢ticos no siempre se han mantenido en una postura inflexible, han intentado m¨²ltiples acercamientos y gui?os al nacionalismo menos cerril: por eso saben hoy muy bien hasta qu¨¦ punto es in¨²til o contraproducente incurrir en las antiguas concesiones ya fracasadas o en otras a¨²n peores...
Es perfectamente posible y
hasta necesario discutir en muchas ocasiones puntuales los an¨¢lisis que hace Rosa en estas p¨¢ginas, vibrantes de realidad humana y muy alejadas del puro ejercicio acad¨¦mico. Pero algo es indiscutible: que aqu¨ª se habla con un profundo conocimiento de causa y que habla alguien que no ha pretendido ante todo guardarse las espaldas o hacer carrera (?cu¨¢ndo lo ten¨ªa mucho m¨¢s f¨¢cil que otros!) sino defender unos principios a los que ser¨ªa suicida renunciar en democracia. Cuentan que bastantes, dentro de su partido, tratan de acallar su voz (que no podr¨¢n sustituir) y ponerla fuera de juego, incluso arrojarla a las tinieblas exteriores. Supongo que en la direcci¨®n del PSOE hay para impedirlo gente menos turbia y oficiosa, sabedora de que la inc¨®moda Rosa D¨ªez es y ser¨¢ siempre un activo del verdadero socialismo, mientras que los "s¨ªse?ores" y chusqueros que gru?en cuando la ven pasar son s¨®lo chicos de los recados... y de ¨¦sos hay siempre m¨¢s de los necesarios.
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