Zidane destrona a Brasil
Francia vulgariza al vigente campe¨®n del mundo, sin pase ni velocidad
Que Dios guarde por muchos a?os a Zidane. Vive Zizou y todav¨ªa juega al f¨²tbol mejor que nadie. El Mundial aguardaba a Ronaldo y a Ronaldinho, al uno o al otro, y resulta que reapareci¨® el capit¨¢n de Francia, que tiene dicho que se retira en cuanto pierda un partido y no cuando quieran sus rivales. A juzgar por la solemne actuaci¨®n que tuvo anoche, si depende exclusivamente del ex jugador del Madrid, ser¨¢ cuando acabe el torneo, el domingo, en Berl¨ªn, con la Copa en la mano. El juego de claqu¨¦ de Zidane y la fiereza de Vieira auparon a Francia para verg¨¹enza de Brasil. Igual en Francfort que en la final de Par¨ªs.
Volvi¨® a perder Brasil porque es un equipo mal hecho, excesivo en futbolistas y falto de juego, y tambi¨¦n porque ayer se enfrent¨® a una selecci¨®n con pies y cabeza, excelentemente bien construida, por mucho que se diga que Dom¨¦nech parece m¨¢s un astr¨®logo que un entrenador de f¨²tbol. Francia tiene una calidad f¨ªsica incuestionable y una organizaci¨®n t¨¢ctica excelente. Irreductible desde que compareci¨® en Alemania, ya nadie la puede acusar de que juega con un manual de supervivencia, sino que va a por el trofeo despu¨¦s de ponerle la camisa de fuerza a la revolucionaria Espa?a y de vulgarizar a la favorita Brasil.
RESULTADO
BRASIL 0 - FRANCIA 1
El juego de claqu¨¦ de Zizou y la fiereza de Vieira auparon a Francia para verg¨¹enza de Brasil
El Mundial aguardaba a Ronaldo y Ronaldinho y se encontr¨® con el capit¨¢n franc¨¦s
Pareci¨® mejorar Brasil desde la alineaci¨®n para suerte sobre todo de Ronaldinho. Parreira prescindi¨® de un delantero como Adriano para ganar un medio de la calidad de Juninho y el equipo se estir¨®, ocup¨® m¨¢s racionalmente el campo, combin¨® y se arrim¨® al ¨¢rea. Ronaldinho ven¨ªa jugando muy retrasado, sin apenas intervenir, y ayer se solt¨® un poco m¨¢s al inicio como segundo delantero. La arrancada de Brasil, especialmente din¨¢mica y hasta vibrante, dur¨® un cuarto de hora. Hasta que Francia le cort¨® la luz por intervenci¨®n directa de Zidane, a sus 34 a?os.
Zizou pidi¨® el bal¨®n y elimin¨® a tres contrarios con un gesto t¨¦cnico y despu¨¦s insisti¨® con un toque interior que su equipo interpret¨® como una invitaci¨®n a ganar el campo. Los franceses encontraron aire en su capit¨¢n y borraron a su rival con una facilidad sobrecogedora desde la l¨ªnea de medios. Francia se junta muy bien en la divisoria y se organiza mejor alrededor de la pelota. Makelele y Vieira levantaron un muro insalvable para los ligeros centrocampistas brasile?os. La l¨ªnea de presi¨®n y anticipaci¨®n, as¨ª como las ayudas de los laterales y volantes, le dio una superioridad incontestable al plantel de Dom¨¦nech.
No pod¨ªa Brasil ni con el partido ni con Francia. Le faltaba campo, pase y velocidad. No encontraba por ning¨²n sitio la puerta de salida. Atrapado en su cancha, qued¨® expuesto a cualquier remate o incluso infortunio. Los franceses se combinaban bien en el ataque est¨¢tico y desbordaban en las transiciones. A Juan no le qued¨® m¨¢s remedio que tirar a Vieira cuando encaraba a Dida en una falta que Medina Cantalejo sancion¨® con cierta comprensi¨®n hacia el central: le sac¨® la amarilla por la misma raz¨®n que le pudo mostrar la roja. Asfixiado y encogido, Brasil alcanz¨® el descanso con alivio por la salud envidiable que mostraba la Francia de Vieira y Zidane.
Vieira se ha convertido en el referente de Francia. Futbolista de un despliegue f¨ªsico imponente, garantiza el control del partido por su capacidad defensiva y rompe en el ataque con sus llegadas. El medio de la Juve se descolg¨® hasta desequilibrar la contienda. Brasil lo pasaba mucho peor que Espa?a. El equipo de Dom¨¦nech tom¨® la iniciativa y desconect¨® del partido a los delanteros brasile?os. Nadie pod¨ªa acusar a Francia de no jugar al f¨²tbol despu¨¦s del encuentro que se estaba marcando en Francfort. Muy dif¨ªcil de abordar defensivamente, ¨²nicamente le faltaba un punto de acierto en el juego ofensivo porque le cuesta que se active la conexi¨®n Zidane-Henry.
Funcion¨® ayer a bal¨®n parado, en una falta lateral, mal defendida por Brasil, sobre todo por el portero. El gol, en cualquier caso, expres¨® el martirio que sufr¨ªan los campeones y la diversi¨®n de Francia. El remate de Henry lleg¨® despu¨¦s de una nueva intervenci¨®n reveladora de Zizou. El capit¨¢n franc¨¦s le puso un sombrero al mismo Ronaldo, un retrato perfecto del partido, siempre manejado por la pujanza de los medios franceses, vencedores en cada uno de los balones divididos, y la clase de Zidane. Ronaldo qued¨® totalmente aislado, fracas¨® Ronaldinho como recadero y no hubo noticias de Kak¨¢ y Juninho.
La rueda de cambios no alter¨® el partido para nada, sino que sancion¨® las deficiencias de Brasil y las virtudes de Francia. Parreira no encontr¨® soluci¨®n en el cuadrado m¨¢gico ni en Robinho ni en el ¨²ltimo tiro libre de Ronaldinho. Nadie pudo discutir ayer la superioridad de la Francia de Zidane, mejor futbolista y m¨¢s encantador que nunca, s¨ªmbolo de que el juego le puede al gol. Anoche pareci¨® que no s¨®lo se deten¨ªa el tiempo, sino que retroced¨ªa. A falta de un rey en la Copa del Mundo de Alemania, nada mejor que Zidane vuelva al trono.
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