Un legado terap¨¦utico
Una funeraria ofrece custodiar el ADN de los fallecidos para usarlo en dolencias hereditarias
El perfil gen¨¦tico de los fallecidos ha dejado de ser un misterio. El Parque Cementerio (Parcesa), con tanatorios en Alcobendas y Collado Villalba, empezar¨¢ a comercializar esta semana un novedoso sistema para extraer y custodiar el ADN de los fallecidos. Es la primera vez, seg¨²n fuentes del sector, que se ofrece esta posibilidad, que permitir¨¢ estudiar enfermedades hereditarias, prevenir patolog¨ªas o dolencias, y servir como prueba judicial en caso de litigio.
El sistema en s¨ª es muy sencillo. Cuando los familiares de una persona fallecida decidan conservar el ADN, personal entrenado de Parcesa extraer¨¢ una muestra de m¨²sculo del fallecido. All¨ª es donde se guarda el perfil gen¨¦tico m¨¢s rico de las personas. De hecho, en la medida en que sea posible, se sacar¨¢n dos trocitos de carne del tama?o de una lenteja. Uno de ellos se meter¨¢ directamente en una probeta sellada y refrigerada, de tal forma que la custodia quede garantizada en perfectas condiciones.
Esa probeta se enviar¨¢ por mensajer¨ªa urgente a los laboratorios ADF Tecnogen, que se encargar¨¢n de procesar la muestra. "Se extrae el ADN de tal forma que ning¨²n factor externo pueda contaminarlo", comenta el director de los laboratorios en Espa?a, Eduardo Gaspar.
Una vez que el ADN est¨¦ extra¨ªdo, se mide su concentraci¨®n y se mantiene en un soporte de papel espec¨ªfico. Quedar¨¢ codificado e identificado a trav¨¦s de un c¨®digo de barras. As¨ª se garantiza el anonimato y su utilizaci¨®n en caso de ser requerido por los familiares o herederos legales.
Prueba de seguridad
La segunda muestra tambi¨¦n se guardar¨¢ en un recipiente estanco en el tanatorio de Parcesa. Se hace como medida de seguridad por si surge alg¨²n problema en el env¨ªo o la muestra extra¨ªda ha sufrido alg¨²n problema. Cuando el laboratorio d¨¦ el visto bueno de que ya est¨¢ procesada la primera muestra, se destruir¨¢ la segunda.
Pero, ?por qu¨¦ es importante guardar el ADN de los fallecidos? La respuesta la da el director del tanatorio de Parcesa en Alcobendas, Juan Alberto D¨ªaz de Villa: "Las familias piden cada d¨ªa m¨¢s la incineraci¨®n. De unas cenizas es imposible extraer la huella gen¨¦tica y todos los estudios que se puedan sacar de ella". Pero en el caso de que la familia no opte por la cremaci¨®n, tambi¨¦n existen ventajas. No es necesario exhumar el cad¨¢ver, con el consiguiente ahorro para los familiares o herederos.
Adem¨¢s, conforme pasa el tiempo desde el que ha fallecido una persona, resulta m¨¢s dif¨ªcil sacar el ADN por el deterioro de las partes blandas del cuerpo. Las bacterias y la humedad aceleran ese proceso.
Luego est¨¢ la importancia terap¨¦utica de la muestra. Tres son los usos principales de la huella gen¨¦tica. Sirve para estudiar enfermedades que se transmiten por generaciones, como el Parkinson o cardiovasculares. Tambi¨¦n permitir¨¢ el estudio del c¨¢ncer o la transmisi¨®n de la obesidad. "Nueve de cada diez muertes naturales se deben a factores gen¨¦ticos. Si se pierde esa informaci¨®n, perdemos algo parecido a la huella dactilar del fallecido. Eso es irreemplazable", a?ade Eduardo Gaspar.
El an¨¢lisis gen¨¦tico tambi¨¦n permitir¨¢ determinar la filiaci¨®n y la paternidad del fallecido, sus ascendientes y sus descendientes. "Se puede hacer a trav¨¦s de los hermanos o de otros familiares, pero no resulta tan eficaz como si no es directo", comenta el director de ADF Tecnogen.
Pero uno de los usos que m¨¢s pueden interesar a los herederos ser¨¢ el judicial. La custodia hecha por Parcesa, siguiendo unos protocolos muy estrictos, y el hecho de que los laboratorios sean peritos ante las autoridades, permitir¨¢n presentar esta prueba en caso de juicio o de litigio.
El plazo de conservaci¨®n del ADN ser¨¢ de 10 a?os, que en principio ser¨¢n prorrogables. "Lo que tratamos de evitar es que los familiares tengan que pasar un mal trago. Con una simple petici¨®n, podr¨¢n acceder a una informaci¨®n muy importante para ellos", comenta Juan Alberto D¨ªaz.
Otro problema que se plantea es el legal. ?Qui¨¦n puede solicitar la extracci¨®n del ADN y su posterior uso? La primera parte (la extracci¨®n) es muy sencilla. La misma persona que encargue los servicios de tanatorio y enterramiento o incineraci¨®n podr¨¢ a?adir este extra de manera autom¨¢tica. Tendr¨¢ que firmar un consentimiento informado en el que le explicar¨¢n la forma de sacar las muestras y todo el proceso posterior.
Acceso complicado
El acceso a ese ADN ser¨¢ m¨¢s complicado. S¨®lo podr¨¢n llegar a la cadena gen¨¦tica las personas que acrediten que tienen un inter¨¦s directo y por unos motivos muy precisos. De hecho, deber¨¢n aplicarse las leyes de protecci¨®n de datos personales. En definitiva, se trata de la huella m¨¢s espec¨ªfica del ser humano.
Hasta ahora, s¨®lo ofrec¨ªa un servicio parecido una funeraria de Barcelona, seg¨²n fuentes del sector. En ning¨²n caso consist¨ªa en extraer la huella gen¨¦tica como en el caso de Parcesa. La empresa catalana custodiaba durante tres a?os muestras de tejido del fallecido. ?stas podr¨ªan ser procesadas posteriormente.
?Qu¨¦ cuesta el servicio? El precio a¨²n no est¨¢ fijado, pero, seg¨²n D¨ªaz, no ser¨¢ m¨¢s caro que una corona de flores. Esto sit¨²a el coste entre los 250 y los 280 euros de t¨¦rmino medio. "No lo hacemos para ganar dinero. Es uno m¨¢s de los servicios que ofrece Parcesa a los clientes, porque les puede ser muy interesante. Creemos que se tratar¨¢ de una cantidad asumible por los usos que puede tener en un futuro", a?ade el director del tanatorio. "Lo interesante ser¨ªa que la gente no lo tuviera que utilizar nunca. Ser¨ªa buena se?al, pero, desde luego, es una opci¨®n interesante para los familiares", concluye D¨ªaz.
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