Conservadores al poder
Italia y Francia, que no estaban entre los favoritos y con una evidente inclinaci¨®n al f¨²tbol defensivo, se juegan el t¨ªtulo
La Copa del Mundo se clausura en Berl¨ªn en un estadio magn¨ªfico, con dos equipos de gran tradici¨®n en el f¨²tbol y algunos jugadores que han hecho ¨¦poca. Corresponde a Italia y Francia cerrar el torneo, que ha mantenido la l¨ªnea declinante de los Mundiales. Cuanto m¨¢s altas son las expectativas, peor es el juego. En unos escenarios impecables, el f¨²tbol ha sido cauteloso en los buenos y en los malos equipos. Alguna actuaci¨®n meritoria no oculta que nunca se ha visto un buen partido. La final resume el curso del torneo. Italia y Francia son merecidos finalistas. Lograron superar todas las dificultades para llegar al encuentro decisivo. No figuraban entre los favoritos, pero tienen los jugadores y la tradici¨®n de su lado. Han hecho aquello que les ha distinguido toda la vida. Son dos equipos muy poco aventureros, con una inclinaci¨®n evidente por el f¨²tbol defensivo. Han estado en su papel. Ni Francia, ni Italia, pasar¨¢n a la historia por lo intr¨¦pido de su juego. No se convertir¨¢n en selecciones inolvidables. Pero hace mucho tiempo que no aparecen selecciones que despierten el entusiasmo. A Italia y Francia se les reconoce la profesionalidad, la atenci¨®n a los detalles, el aprovechamiento de sus cualidades defensivas, la habilidad para manejar las ventajas o para no desesperarse jam¨¢s. En fin, todo lo que sabe de dos equipos expertos. Pero nunca f¨²tbol de altos vuelos.
S¨®lo merece recordarse el excelente despliegue de Francia ante Brasil. Jug¨® bien. Lo hizo en todas las zonas del campo. Fue superior a Brasil en defensa y ataque. Utiliz¨® perfectamente a sus centrocampistas y mostr¨® al mejor Zidane en mucho tiempo. En un Mundial tan mediocre, el regreso de Zidane se convirti¨® en noticia. Pero Zidane tiene 33 a?os y abandona hoy el f¨²tbol. ?D¨®nde est¨¢n los j¨®venes sucesores? ?Qu¨¦ ocurri¨® con las figuras acreditadas? ?Por qu¨¦ se estrell¨® Brasil? Zidane ha sido un excepcional futbolista. Todav¨ªa tiene momentos donde destaca porque ofrece lo que no es posible en los dem¨¢s: la naturalidad para jugar, las decisiones correctas, la facilidad para salir de un problema con sus grandes recursos t¨¦cnicos, la inteligencia para meterse en pocos problemas. Su legado se hace m¨¢s evidente porque apenas quedan futbolistas de esas caracter¨ªsticas. Esa lectura invita al pesimismo. En la etapa de mayor desarrollo medi¨¢tico y econ¨®mico del f¨²tbol, cada vez son menos los jugadores capaces de parecerse a Zidane. Es la raz¨®n por la que el futbolista franc¨¦s est¨¢ a punto de consagrarse como el mejor del Mundial.
Los dos finalistas llegaron al torneo en malas condiciones. Francia se present¨® entre cr¨ªticas que no desaparecieron en la primera fase. Empat¨® con Suiza y Corea del Sur. Derrot¨® a Togo. Posiblemente todos los elementos negativos han favorecido la cohesi¨®n del equipo. Sus veteranos han sido los h¨¦roes del equipo. Zidane, Vieira y Thuram han funcionado como en sus mejores tiempos. Para Zidane y Thuram ser¨¢ su ¨²ltimo acto de servicio a la selecci¨®n. En Berl¨ªn, los aficionados tendr¨¢n la oportunidad de ver a dos jugadores magn¨ªficos, ejemplares por lo que han representado para Francia y por el largo magisterio en sus clubes. Cierran un gran ciclo. Ganaron el Mundial de 1998 y quieren reeditar aquel t¨ªtulo. Es un caso contradictorio. Un aroma de nostalgia preside el partido del a?o, la final de la Copa del Mundo.
Francia ha abundado en su idea defensiva para alcanzar al final. Desarm¨® a Espa?a con su muro defensivo y se refugi¨® en su ¨¢rea tras anotar el gol frente a Portugal. Italia apareci¨® con ciertas alegr¨ªas que luego no se confirmaron. Ha regresado la versi¨®n m¨¢s calculadora, m¨¢s italiana, m¨¢s productiva si se quiere. Su recorrido ha sido bastante sencillo. Venci¨® a Ghana con muchas dificultades; empat¨® con Estados Unidos, que termin¨® el partido con nueve jugadores, y super¨® a los deprimidos checos. En octavos de final se impuso a Australia en el ¨²ltimo minuto. En cuartos venci¨® a Ucrania. Su debut, por decirlo de alguna manera, se produjo frente a Alemania, un equipo con ideas interesantes y jugadores bastante menos interesantes. Italia tuvo una gran personalidad en ese encuentro. Y una defensa insuperable, con Cannavaro en el mejor momento de su vida, un excepcional Zambrotta y un portero que impone. Buffon pertenece a la categor¨ªa de guardametas que genera una gran inquietud a los delanteros. Italia mereci¨® la victoria, pero dedic¨® m¨¢s de una hora a tirar pelotazos, no pases. Fue la representaci¨®n de la vieja idea que tanto da?o ha hecho al f¨²tbol: el bal¨®n largo est¨¢ cargado de estad¨ªstica. Si lo alcanza el delantero, estamos cerca del ¨¢rea rival. Si no lo alcanza, no pasa nada. El equipo sigue armado atr¨¢s con nueve jugadores. Es el alma de los entrenadores italianos. Su cultura. Que nadie espere otro riesgo que la aparici¨®n de sus mejores jugadores, o de sus delanteros, en los ¨²ltimos minutos. Ning¨²n equipo ha marcado m¨¢s goles en los ¨²ltimos cinco minutos. Se toma como ejemplo de atenci¨®n, de un cierto maquiavelismo, de la seguridad en las viejas artes. Pero ser¨ªa mejor que Italia se dedicara a ganar los partidos desde el primer minuto y ahorrarnos un mundo de tedio. Casi lo mismo que Francia. As¨ª ha sido este Mundial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.