Israel golpea L¨ªbano de norte a sur

Lo hizo en los a?os ochenta y de nuevo Israel est¨¢ arrasando L¨ªbano. Llev¨¢ndose por delante todo lo que sea necesario, incluidos civiles inocentes. Veinte personas, entre ellos una decena de mujeres y ni?os, perecieron cerca de Tiro, al sur del pa¨ªs, tras ser alcanzados los veh¨ªculos en los que hu¨ªan por un misil. La espiral de violencia crece sin que la comunidad internacional tome cartas en el asunto. La aviaci¨®n hebrea bombarde¨® sin pausa en los cuatro puntos cardinales todo tipo de infraestructuras y los suburbios densamente poblados, de mayor¨ªa chi¨ª, en la capital, donde se encuentran las principales sedes de Hezbol¨¢.

Las v¨ªctimas de la b¨¢rbara matanza perpetrada por los pilotos israel¨ªes viajaban en dos veh¨ªculos. Hab¨ªan sido advertidos poco antes mediante megafon¨ªa de que abandonaran sus casas en el pueblo de Maruahin. As¨ª lo hicieron poco antes de morir en la zona de Shamad el Bayada. La mayor¨ªa de los muertos pertenec¨ªan a dos familias, los Abdala y los Ghanem. Al menos otras 12 personas fallecieron en los ataques indiscriminados. Cerca de Maruahin ya se vivi¨® otro drama en 1996, durante la operaci¨®n denominada Uvas de la Ira. En respuesta a los ataques de Hezbol¨¢ contra el entonces ocupante israel¨ª, la aviaci¨®n dispar¨® un misil contra un refugio de Naciones Unidas en Qana. Perecieron 106 personas. No hubo castigo ni sanciones.

El primer ministro Fuad Siniora lanz¨® por televisi¨®n un mensaje desesperado a la ONU

Ya son 97 los libaneses que han fallecido y m¨¢s de 300 los heridos desde el mi¨¦rcoles

Ahora son ya 97 los civiles que han perdido la vida y m¨¢s de 300 los heridos en la brutal represalia desatada el mi¨¦rcoles despu¨¦s de que la milicia chi¨ª capturara a dos soldados israel¨ªes y matara a ocho en la frontera de L¨ªbano con el Estado sionista para exigir despu¨¦s el canje de los cautivos por los prisioneros ¨¢rabes encarcelados en Israel. El Gobierno de Ehud Olmert rechaz¨® desde el primer momento toda negociaci¨®n.

Israel sigue en L¨ªbano el mismo patr¨®n que emplea con los palestinos: la destrucci¨®n total en respuesta a los cohetes Katiusha que Hezbol¨¢ lanza sobre el norte del Estado jud¨ªo. Beirut en el centro del pa¨ªs. Sid¨®n, en el sur. Tr¨ªpoli, en el norte. El valle de la Bekaa en el este. La aviaci¨®n israel¨ª -por tierra no han invadido las tropas ni los blindados- se dedica a eliminar met¨®dicamente las infraestructuras civiles. Las demandas de contenci¨®n de la comunidad internacional caen en saco roto una y otra vez. El puerto de Beirut -principal puerta para la exportaci¨®n- result¨® da?ado por las bombas, tambi¨¦n el de Yunieh, a una veintena de kil¨®metros y el de Tr¨ªpoli, en el norte. Hasta el faro de la capital libanesa, construido hace dos a?os, fue objetivo de un helic¨®ptero israel¨ª.

En el cuarto d¨ªa de ataques, seis gasolineras, dep¨®sitos de combustible, puestos fronterizos con Siria, puentes y carreteras, antenas de radio y de sat¨¦lites, los radares de la costa, y los suburbios en el sur de la capital fueron alcanzados. En esta zona viven los m¨¢ximos dirigentes de Hezbol¨¢ y tiene su cuartel general este movimiento chi¨ª y su cadena de televisi¨®n, Al Manar, que ya fue reventada la v¨ªspera. De paso, los aviones israel¨ªes destruyeron la oficina de Mohamed Nazzal, dirigentes de la organizaci¨®n Ham¨¢s en L¨ªbano. La lista de blancos es interminable. Un portavoz del Ej¨¦rcito aseguraba por la noche, tras la jornada de devastaci¨®n: "No queremos da?ar a la poblaci¨®n". La desmesura de la agresi¨®n israel¨ª era evidente incluso para el ex representante de EE UU en Beirut. El ex embajador Kelly afirm¨® a la cadena CNN que el Estado hebreo "ha utilizado la fuerza desproporcionadamente".

Entre ceja y ceja tienen los gobernantes israel¨ªes al jeque Nasral¨¢, l¨ªder de la milicia fundamentalista. Los cazas arrojaron octavillas sobre Beirut en los que se le¨ªa: "Al pueblo liban¨¦s, parece que es vuestro hermano, pero es una serpiente", en referencia al jefe de Hezbol¨¢. Zeev Boim, ministro de Inmigraci¨®n y colaborador del primer ministro, Ehud Olmert, afirm¨®: "En la primera ocasi¨®n que tengamos, liquidaremos a Nasral¨¢. No gozar¨¢ de impunidad".

La escalada de violencia llev¨® al primer ministro, Fuad Siniora, a dirigirse por televisi¨®n a la naci¨®n. Su intervenci¨®n fue un llamamiento desesperado a Naciones Unidas, a los dirigentes de los pa¨ªses ¨¢rabes, que se reunieron en El Cairo, y al mundo entero para acudir en ayuda del pueblo liban¨¦s. Cuando la econom¨ªa del pa¨ªs, pol¨ªticamente bloqueado, comenzaba a respirar, la destrucci¨®n amenaza otra vez con la ruina a los libaneses. La libra se manten¨ªa estable; la Bolsa, aunque con escaso volumen, mostraba pujanza, y el turismo, especialmente de los pa¨ªses del golfo P¨¦rsico, se hab¨ªa disparado. Ahora costar¨¢ mucho tiempo recuperar lo perdido. Y quienes desean escapar del pa¨ªs, los pudientes que pueden hacerlo, lo tienen cada vez m¨¢s dif¨ªcil. Decenas de miles ya lo han logrado. Pero la frontera entre L¨ªbano y Siria, ¨²nica v¨ªa de escape, fue cerrada despu¨¦s de ser bombardeada.

Todo apunta a que la semana entrante va a ser muy caliente. Los mandos militares israel¨ªes temen que los misiles Katiusha seguir¨¢n cayendo sobre el norte del Estado hebreo. Ayer decidieron desplegar en Haifa misiles Patriot, utilizados durante la guerra del Golfo a comienzos de los a?os noventa, para interceptar los cohetes de la milicia fundamentalista libanesa.