Sanidad renueva a 80.000 pensionistas la tarjeta sanitaria para controlar el gasto
El tr¨¢mite, obligado para retirar recetas, ha colapsado las oficinas de la Seguridad Social
El Departamento de Sanidad ha renovado a lo largo de junio la Tarjeta Individual Sanitaria (TIS) de m¨¢s de 80.000 pensionistas menores de 65 a?os y de las personas que figuran como beneficiarios de ¨¦stos en un intento de controlar el gasto farmac¨¦utico. Esta renovaci¨®n masiva de las TIS se produce despu¨¦s de que las farmacias comenzaran en mayo a exigirla para dispensar las medicinas recetadas y comprobaran que muchas de ellas hab¨ªan cadudado. Este tipo de control fue aprobado por decreto por el Departamento de Sanidad para evitar abusos en el gasto farmac¨¦utico.
La primera fase de esta renovaci¨®n de tarjetas se ha circunscrito a las capitales y despu¨¦s se extender¨¢ las dem¨¢s localidades, hasta llegar a los 150.000 pensionistas menores de 65 a?os, que son los que ¨²nicos que tienen obligaci¨®n, junto a los que figuran como sus beneficiarios (mujer e hijos principalmente), de renovar la TIS cada dos a?os. El resto de ciudadanos debe renovar sus tarjetas cada diez a?os y en el caso de los mayores de 65 a?os no tienen ni siquiera esa obligaci¨®n. La TIS es el documento que acredita e identifica a cada ciudadano como asegurado de toda la red sanitaria p¨²blica, tanto en el Pa¨ªs Vasco como en el resto de Espa?a y le posibilita el acceso a los servicios y prestaciones sanitarias.
El Gobierno vasco aprob¨® en septiembre del a?o pasado un decreto que obliga a los pacientes a presentar la tarjeta sanitaria para adquirir los medicamentos que les haya dispensado el m¨¦dico y estableci¨® un plazo de seis meses para aplicarlo en las farmacias. En mayo entr¨® en vigor la medida, cuyo objetivo es que haya m¨¢s control y seguridad en la dispensaci¨®n de f¨¢rmacos con receta, adem¨¢s de mejorar el servicio sanitario. Se intenta as¨ª acabar con la picaresca que existe en la actualidad y se garantiza que las medicinas recetadas son efectivamente para la persona para quien el m¨¦dico ha expedido la receta. Uno de los casos m¨¢s t¨ªpico de fraude es que el pensionista solicite determinados medicamentos no para ¨¦l, sino para sus familiares, de forma que ¨¦stos se aprovechan impropiamente de la gratuidad de la que se beneficia el jubilado (el resto de los asegurados debe abonar hasta el 40% del coste del medicamento).
Por eso, la renovaci¨®n de las TIS permitir¨¢ controlar el elevado gasto farmac¨¦utico por una doble v¨ªa. Confirmar que los pensionistas menores de 65 a?os son los que realmente necesitan la medicina cuando van a adquirirla y que los beneficiarios que figuran a su cargo en la cartilla no han cambiado de situaci¨®n. Es decir, que los hijos o familiares que est¨¢n en su cartilla siguen en paro o conviviendo bajo el mismo techo.
Colapso en las oficinas
Para conseguir esa informaci¨®n ha sido imprescindible la ayuda de la Seguridad Social. Sin embargo, la falta de una comunicaci¨®n previa por parte del Departamento de Sanidad ha provocado que las oficinas de la Seguridad Social de las tres capitales vascas se hayan colapsado durante el mes de junio con la presencia de miles de pensionistas en busca del documento que acredite su situaci¨®n, imprescindible para la renovaci¨®n de la TIS.
Josu Garay, director de Financiaci¨®n y Contrataci¨®n Sanitaria del Departamento de Sanidad, ha reconocido que para la renovaci¨®n de la tarjeta sanitaria del resto de los pensionistas (los que viven en los pueblos) se va a intensificar la colaboraci¨®n con la Seguridad Social para evitar el bloqueo que han sufrido sus oficinas a lo largo de dos semanas. "Vamos a cruzar nuestras bases de datos con el fin de evitar gestiones superfluas, pero hay documentos que s¨®lo los puede expedir la Seguridad Social", precisa.
Esta es la primera vez que el Gobierno controla de una forma tan masiva la vigencia de las TIS. Para ello ha mandado una carta no s¨®lo a quienes les caduca este a?o, sino a todos los que ten¨ªan la tarjeta ya fuera de fecha. Esa carta y el hecho de enterarse de que su tarjeta estaba caducada cuando han acudido a la farmacia con una receta han causado una avalancha de pensionistas; primero, en los centros de salud y, despu¨¦s, en las oficinas de la Seguridad Social para obtener el documento que les acredite que siguen siendo pensionistas. La directora de la Seguridad Social en ?lava, Alicia Rodr¨ªguez, confirma que, efectivamente, ha existido "un punto de descoordinaci¨®n", pero afirma que ya se ha resuelto para el futuro. "Los pensionistas han acudido en masa a solicitar la documentaci¨®n en lugar de hacerlo de una forma m¨¢s escalonada. Aunque Sanidad disponga de parte de los datos, s¨®lo la Seguridad Social est¨¢ en condiciones de explotarlos", apunta Rodr¨ªguez.
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