Revisi¨®n, optimismo, ?haraquiri?
El artista alem¨¢n Baselitz muestra en M¨²nich una apasionante recreaci¨®n de sus primeras obras
Georg Baselitz (Deutsbaselitz, Sajonia, 1938) emprendi¨® pasados los 65 a?os un viaje hacia su pasado que todav¨ªa contin¨²a. El artista alem¨¢n, el pintor neoexpresionista que quiso distanciarse de la pintura figurativa colgando las obras boca abajo, empez¨® a pintar nuevas versiones de los cuadros que ha realizado a lo largo de su carrera, algunos creados hace m¨¢s de 40 a?os, en una revisi¨®n de su trabajo y su biograf¨ªa. El resultado es una colecci¨®n de obras m¨¢s ligeras y espont¨¢neas, que demuestran que "Baselitz ha cambiado y Alemania tambi¨¦n", dijo Carla Schulz-Hoffmann, comisaria de la exposici¨®n Baselitz Remix que ayer se inaugur¨® en la Pinacoteca Moderna de M¨²nich.
Las nuevas pinturas han perdido dramatismo y han ganado en luminosidad, en ligereza y en espontaneidad. En muchas obras reci¨¦n salidas del estudio la composici¨®n es id¨¦ntica a la pintura que las inspir¨®, como ocurre en el tr¨ªo de ¨¢guilas que pint¨® en 1972 y que ahora vuela sobre un cielo menos turbulento. En otros cuadros la fuerza de las pinceladas expresionistas cargadas de color se ha trasformado en lienzos en blanco y negro, o son como un collage que resulta de sumar im¨¢genes procedentes de varias obras, pintadas con a?os de diferencia.
"Siempre me ha tocado defender la pintura, por eso contin¨²o pintando", dice el artista
"Baselitz ha cambiado, y Alemania tambi¨¦n", afirma la comisaria de la exposici¨®n 'Remix'
Remix es un experimento que trata de probar si es posible pintar las obras propias otra vez, como los m¨²sicos renuevan una partitura hasta hacer sonar una versi¨®n diferente. No se trata de explorar el mismo tema en series como hicieron los impresionistas, sino de abrir "un di¨¢logo entre la obra y la biograf¨ªa del artista", explic¨® Schulz-Hoffmann, conservadora de la Pinacoteca Moderna. No es una cuesti¨®n t¨¦cnica, sino emocional, de cambio en las vivencias.
Los s¨ªmbolos que utiliz¨® en los a?os 60 y 70, como las ¨¢guilas o los h¨¦roes, ya no significan lo mismo que en la Alemania dividida. "Ahora simplemente puede pintarlos sin pensar en el significado de algo que marc¨® su obra en el pasado", a?adi¨® la comisaria.
Baselitz parece vivir una segunda juventud, animado por la presentaci¨®n de las novedades. Vestido con un traje claro y con un sombrero de paja que le proteg¨ªa de un sol abrasador, ayer reconoc¨ªa que hab¨ªa dedicado mucho tiempo a estudiar su propia pintura, como antes hab¨ªa hecho con la de otros pintores. "Las nuevas obras son mejores", defend¨ªa. El proyecto de replantear su pintura parti¨® de la reflexi¨®n del propio artista al descubrir a la nueva generaci¨®n de pintores alemanes, desvel¨® la comisaria. "Sus pinturas m¨¢s tempranas fueron muy bien acogidas y permitieron a Baselitz entrar a formar parte del grupo de los pintores europeos m¨¢s representativos de la segunda mitad del siglo XX", a?adi¨®. "Quer¨ªa probarse a s¨ª mismo y descubrir si ahora era capaz de hacer algo tan potente como en el pasado, pero deb¨ªa ser diferente porque ¨¦l es ahora otra persona. Baselitz ha cambiado en todos estos a?os y Alemania tambi¨¦n".
Hans-Georg Kern adopt¨® el nombre art¨ªstico de Georg Baselitz en recuerdo de su localidad natal. En 1958 busc¨® en Berl¨ªn occidental los nuevos aires art¨ªsticos que el comunismo le negaba. Descubri¨® que le interesaba m¨¢s la pintura del expresionismo abstracto que llegaba de Estados Unidos que los l¨ªmites del academicismo. Se encuadr¨® en el neoexpresionismo pintando cuerpos humanos, deformados para alejarse de la figuraci¨®n, en pinturas que en ocasiones fueron consideradas escandalosas por sus expl¨ªcitas referencias sexuales. En 1969 utiliz¨® un truco para crear una v¨ªa personal entre la figuraci¨®n y la abstracci¨®n: comenz¨® a mostrar los cuadros boca abajo. Parte de la cr¨ªtica sigue considerando que es una soluci¨®n muy simple para el complejo problema de separar la pintura de los objetos que representa, pero tonter¨ªa o hallazgo, lo sigue haciendo y es su se?a de identidad, como lo son las esculturas de madera, talladas a golpe de motosierra.
La exposici¨®n muestra 41 pinturas al ¨®leo y una colecci¨®n de 24 obras sobre papel, elaboradas con distintas t¨¦cnicas. No hay en la muestra ni una sola de sus esculturas. La comisaria se?ala que el proceso que ha impulsado Baselitz Remix es m¨¢s dif¨ªcil de ejecutar en las piezas que el artista talla sobre madera. "Empez¨® mucho m¨¢s tarde a hacer escultura. Desde el principio fue diferente a la pintura, y creo que no tiene sentido hacer esculturas nuevas sobre las antiguas", explic¨®.
La totalidad de la obra expuesta ha sido realizada en 2005 y 2006, a un ritmo m¨¢s acelerado que el que sol¨ªa imponer a su trabajo. "Son pinturas muy pensadas, que han pasado mucho tiempo en la cabeza, pero muy poco en el estudio. Algunas pinturas, a pesar de su tama?o, est¨¢n hechas en dos horas", explic¨® Schulz-Hoffmann.
El equipo que ha preparado Baselitz Remix asegura que el artista est¨¢ nervioso con la experiencia de revisar el pasado. Su edad, dicen, no le impide trabajar como un ni?o, empezar otra vez, buscar otros caminos. La expectaci¨®n en el mundo art¨ªstico alem¨¢n por conocer el retorno al pasado de Baselitz es considerable. Schulz-Hoffmann espera controversia cuando la cr¨ªtica pueda valorar la exposici¨®n. La Pinacoteca Moderna, un museo dedicado al arte del siglo XX inaugurado en 2002, permite contrastar parte del contenido de Baselitz Remix con las obras que est¨¢n en el origen del proyecto. A pocos metros de la exposici¨®n temporal, el museo, un edificio realizado en hormig¨®n blanco, amplio y luminoso, dedica una sala a mostrar una decena de pinturas de Baselitz, con un largo recorrido cronol¨®gico. All¨ª est¨¢n dos versiones de El comedor de naranjas, pintadas hace m¨¢s de 20 a?os. Baselitz reinterpret¨® el mismo tema el a?o pasado en un formato sensiblemente m¨¢s grande. El personaje que se ve en el lienzo ha envejecido y, como el artista acostumbra, lleva una gorra azul. "Ahora es un autorretrato", asegura Schulz-Hoffmann.
La comisaria no duda en que el mercado est¨¢ dispuesto a recibir las nuevas obras, pero el artista cree que desde el punto de vista comercial no ha sido muy inteligente. Dijo que se hab¨ªa hecho "el haraquiri", pero no ha detenido la reinterpretaci¨®n de su pintura tras presentar la exposici¨®n. Baselitz sigue trabajando con la misma idea porque todav¨ªa le queda por revisar algunas obras importantes. El artista recordaba ayer que sufri¨® durante mucho tiempo a los agoreros que anunciaban el fin de la pintura ante el avance de los nuevos medios. "Siempre me ha tocado defender la pintura, por eso contin¨²o pintando", afirm¨®.
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