El arte de ganarse a los jubilados

A juzgar por las cifras del sector y el inter¨¦s que suscita entre tanta gente se dir¨ªa que estamos ante un negocio dorado. Pero el sector de las residencias para la tercera edad presenta tambi¨¦n sus claroscuros. El m¨¢s ins¨®lito es que las empresas sigan proyectando y construyendo nuevos centros cuando empieza a haber habitaciones vac¨ªas. "Se da la paradoja", comenta Rafael Navas, de Jubilo, "que mientras hay listas de espera para 100.000 personas existan 40.000 plazas vac¨ªas en las residencias".

La construcci¨®n de un centro promedio, con 100 plazas, no baja de los nueve millones de euros y puede incluso llegar a los 12 millones

?Por qu¨¦ se siguen entonces abriendo m¨¢s residencias? "B¨¢sicamente", comenta Navas, "porque entre la Ley de Dependencia, que contribuir¨¢ al pago de las estancias, los nuevos productos de financiaci¨®n a los clientes y el propio boom inmobiliario, el sector tiene garantizado su crecimiento. Se van a necesitar todas las plazas disponibles". El objetivo de la Ley de Dependencia (el 95% de las personas alojadas en estos centros son dependientes) es pasar de una tasa de residentes de m¨¢s de 65 a?os inferior al 4% a otra en torno al 5%, lo habitual en Europa. "Esto se lograr¨¢ con el previsto aumento de recursos", explica Mart¨ªnez, de Eulen, "que situar¨¢ la contribuci¨®n de las Administraciones en unos 6.500 millones de euros anuales para residentes dependientes en 2015". Teniendo en cuenta que la cifra de negocios del sector residencial privado est¨¢ entre los 2.100 y los 2.400 millones de euros, este flujo de fondos ser¨¢ como un man¨¢: supondr¨¢ casi triplicar la facturaci¨®n del sector.

Desde algunos c¨ªrculos se advierte de que las empresas residenciales tienen, de todos modos, una asignatura pendiente: hacerse m¨¢s eficientes y rebajar sus costes. Y que les ser¨¢ dif¨ªcil a sus futuros clientes potenciales, incluso con ayudas estatales, pagar estancias medias de 2.000 euros al mes. Jorge Guarner, vicepresidente del Grupo SAR, subraya, sin embargo, que "ser¨¢ dif¨ªcil reducir los costes". En su opini¨®n, las residencias modernas resultan muy caras de construir y tambi¨¦n de operar. "La construcci¨®n de un centro promedio, con 100 plazas, no baja de los nueve millones de euros y puede incluso llegar a los 12".

Costes de construcci¨®n

Esto porque las nuevas residencias no tienen nada que ver con las de hace 20 a?os. Son edificios modernos, equipados como un hotel de tres o cuatro estrellas, con habitaciones dotadas de camas articuladas o sillones geri¨¢tricos, todo tipo de servicios comunes (cafeter¨ªa, salones de estar, gimnasio, peluquer¨ªa, piscina...) y unidades m¨¦dicas y geri¨¢tricas, lo que infla los costes de construcci¨®n. Igual que ocurre con su funcionamiento. "Estamos hablando de empresas de trabajo intensivo", comenta Guarner, "en las que estamos obligados a mantener plantillas del orden de los 60 empleados por cada 100 residentes. Los dependientes necesitan mucha ayuda y profesionales especializados, desde enfermeras y m¨¦dicos a fisioterapeutas, psic¨®logos, animadores o terapeutas ocupacionales. Y los convenios colectivos se han hecho m¨¢s gravosos. Hay tal dificultad en encontrar personal que estamos subiendo los sueldos varios puntos por encima del IPC". En estas empresas, los gastos de personal representan ya el 65% del total de los costes. Y ¨¦stos alcanzan una media de 1.200 a 1.400 euros por persona y mes. La extensi¨®n del mercado a personas de niveles de renta inferiores a los que pueblan actualmente estos centros supondr¨¢, sin embargo, la necesidad de afilar los costes.

Los centros concertados se enfrentar¨¢n a duras negociaciones con las distintas administraciones. Tampoco las nuevas f¨®rmulas de financiaci¨®n como la Hipoteca Inversa o la Renta Vitalicia ser¨¢n la panacea, comentan los expertos. Se calcula que un pensionista podr¨ªa obtener una renta media de 500 a 700 euros por la cesi¨®n o hipoteca de su piso, lo que viene a ser poco m¨¢s que el 30% del coste de una de estas residencias.

Adi¨®s a las peque?as

De momento, estas empresas han empezado a hacer lobby ante el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda. Para lograr conciertos mejores (se quejan de que las Administraciones pagan una media de 30 euros / d¨ªa cuando el coste est¨¢ sobre los 40-45) y un IVA s¨²per reducido del 4% (en lugar del 7% que pagan). Pero la soluci¨®n quiz¨¢ est¨¦ en lograr cierta dimensi¨®n. Por eso se tiene por seguro que la b¨²squeda de eficiencia provocar¨¢ una sacudida en el sector. Las residencias peque?as, con 20 o 30 plazas, tender¨¢n a desaparecer. "El sector, muy atomizado actualmente", comenta Antonio Vintanel, de Caser Residencial, "tender¨¢ a concentrarse. Habr¨¢ fusiones y entrada de empresas extranjeras".

De momento ha habido ya dos procesos de concentraci¨®n, el de Mapfre con Caja Madrid, que juntaron sus redes. Y el de Gerogesti¨®n con Amma. La presencia de Bupa (Sanitas) es s¨®lo un ejemplo del inter¨¦s de los extranjeros. Se cree que en breve desembarcar¨¢n en Espa?a grupos de la magnitud del Ascott Group, un coloso con m¨¢s de 16.000 residencias dispersas por todo el mundo.