La responsabilidad de EE UU y la Uni¨®n Europea
Esta serie de negociaciones multilaterales de alto nivel, conocida como Ronda de Doha, se inici¨® en noviembre de 2001 en la capital de Qatar y tiene (o ten¨ªa) como principal objetivo "dinamizar las econom¨ªas de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo y suprimir las numerosas barreras y trabas aduaneras a¨²n en vigor".
Para tal fin, se trataba de lograr una significativa reducci¨®n de las subvenciones agr¨ªcolas en los pa¨ªses del norte a fin de poder liberalizar el comercio internacional y poder as¨ª comenzar una nueva era de "comercio m¨¢s justo y equitativo".
Los pa¨ªses desarrollados exigieron en contrapartida y de forma sistem¨¢tica la apertura de los mercados emergentes a sus productos manufactureros y tecnol¨®gicos. El punto muerto en el que ha entrado este proyecto es fruto de la incapacidad de los diversos actores de tomar una iniciativa concreta respecto a estos temas.
Las discusiones eternas son un claro s¨ªntoma del tradicional enfrentamiento entre los pa¨ªses ricos del norte y los del sur, que reclaman una fuerte bajada de las subvenciones agr¨ªcolas acusando a los poderosos de competencia desleal.
Las negociaciones se complicaron vista la falta de flexibilidad de Bruselas y Washington hasta llegar a las fracasadas reuniones ministeriales de Canc¨²n en 2003 y de Hong Kong en diciembre de 2005, que anunciaron ya el hundimiento del proceso negociador.
Poderes especiales
Las negociaciones hubieran debido concluir con un ¨¦xito antes del fin de este a?o para que un eventual acuerdo fuera ratificado por el Congreso de EE UU. Los poderes especiales de negociaci¨®n de la actual Administraci¨®n de la Casa Blanca caducan el a?o pr¨®ximo, lo que permitir¨¢ al Parlamento analizar los potenciales acuerdos punto por punto (y rechazar los que no interesen) en vez de haber podido aprobar en bloque todo el paquete de medidas propuestas.
El ciclo de Doha hubiera debido terminar a fines de 2004 y provocar, seg¨²n informes del Banco Mundial, beneficios cercanos a los 100.000 millones de euros. Desde hace cinco a?os todos los actores implicados afirman estar dispuestos a hacer concesiones, pero a condici¨®n de que sea la otra parte la que d¨¦ el primer paso.
Esa actitud ha llevado indefectiblemente a la par¨¢lisis actual y a la incertidumbre respecto al futuro del organismo internacional. La actual situaci¨®n hace prever un incremento de los acuerdos bilaterales de comercio.
Por su parte, la ONG Interm¨®n Oxfam lament¨® lo ocurrido ayer en Ginebra y culp¨® a los pa¨ªses m¨¢s poderosos: "Las negociaciones no van a ninguna parte porque EE UU y la UE se niegan a recortar el dinero que dan para subsidios agr¨ªcolas internos, mientras les piden a los pa¨ªses en desarrollo que les abran sus mercados", indic¨® Celine Charveriat, responsable de la campa?a Comercio Justo de Oxfam.
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