El Ej¨¦rcito israel¨ª anuncia que la ofensiva en L¨ªbano continuar¨¢ al menos una semana
El Gobierno hebreo contempla la posibilidad de reducir sus objetivos en territorio liban¨¦s
Pueblo a pueblo, el Ej¨¦rcito israel¨ª se adentra en L¨ªbano afrontando una fiera resistencia. Las tropas hebreas tomaron ayer Bent Jebeil, una peque?a ciudad a s¨®lo tres kil¨®metros de la frontera considerada uno de los centros neur¨¢lgicos de Hezbol¨¢ en el sur de L¨ªbano. Aunque poco a poco Israel renuncia a su pretensi¨®n de aniquilar la milicia chi¨ª, sus portavoces militares aseguraron que los combates continuar¨¢n entre una semana y diez d¨ªas. Por mucho que la diplomacia esprinte, falta tiempo todav¨ªa para que el Gobierno de Ehud Olmert pueda darse por satisfecho.
Seis palestinos, entre ellos dos ni?os, han muerto en ataques israel¨ªes en Gaza
Cientos de soldados de la brigada Golani invadieron en la madrugada de ayer el sur de L¨ªbano y tomaron Bent Jebeil, un par de kil¨®metros al norte de Marun al Ras, que cay¨® en manos israel¨ªes el domingo. Los soldados avanzan pausadamente. Evitar bajas -van m¨¢s de 20 v¨ªctimas mortales entre los uniformados desde el principio de la guerra- es una de las obsesiones del poder pol¨ªtico y militar. Precisamente dos soldados murieron ayer en combate en el sur de L¨ªbano mientras que dos pilotos de un helic¨®ptero Apache fallecieron tras colisionar el aparato contra el suelo en las cercan¨ªas de la frontera. El Ej¨¦rcito no descartaba que hubiera sido alcanzado por el fuego de Hezbol¨¢.
A pesar de que la ofensiva no va interrumpirse, las se?ales de que Israel reduce sus objetivos, una vez arrasado L¨ªbano, comienzan a aparecer. El ministro de Seguridad P¨²blica, Avi Dichter, hizo de la necesidad virtud, amold¨¢ndose a las incipientes iniciativas diplom¨¢ticas: "Desde el punto de vista israel¨ª, el objetivo no es destruir completamente Hezbol¨¢. Lo que estamos intentando es enviarle un mensaje y tambi¨¦n al Gobierno liban¨¦s. Confiamos en que podremos establecer una nueva situaci¨®n entre Israel y Hezbol¨¢".
Durante los primeros d¨ªas de la guerra que comenz¨® el pasado 12 de julio, tras el asalto de la guerrilla chi¨ª a una base militar, los dirigentes pol¨ªticos y mandos castrenses israel¨ªes afirmaban lo contrario. La meta era entonces aniquilar la milicia islamista libanesa. Ahora se han puesto l¨ªmites. "Tratamos de destruir todos los puestos a lo largo de la frontera. No permitiremos que Hezbol¨¢ regrese", concluy¨® Dichter.
Lo que pocos dudan, en todo caso, es que las Fuerzas Armadas hebreas tratar¨¢n de infligir el m¨¢ximo da?o posible a la milicia islamista. "El principal objetivo de esta operaci¨®n es matar. Alcanzar a todos los milicianos de Hezbol¨¢ que sea posible, no empujarlos hacia el norte", escribi¨® ayer el analista militar Alex Fishman. "Las operaciones se desarrollan lenta y cuidadosamente, bajo fuego pesado de artiller¨ªa y de la aviaci¨®n, con el fin de ablandar la resistencia", a?adi¨® una portavoz del Ej¨¦rcito.
No se arredra, sin embargo, Hasan Nasral¨¢. En declaraciones a un diario liban¨¦s, el jefe de Hezbol¨¢ asegur¨® que "la incursi¨®n israel¨ª no detendr¨¢ el lanzamiento de cohetes". Por el momento, es notorio que no ha sido posible. Docenas de Katiushas cayeron sobre el norte de Israel hiriendo a ocho personas. En los mismos lugares que en los pasados 13 d¨ªas: Haifa, Acre, Safed y media docena de pueblos m¨¢s.
Fuentes militares estiman que Hezbol¨¢ dispone de cohetes -al comienzo de las hostilidades se calculaba que contaban con unos 12.000- para continuar atacando durante un mes. Aunque los mandos israel¨ªes dicen haber destruido m¨¢s de 2.000 Katiushas, el arsenal permanece nutrido, porque la guerrilla no ha disparado todav¨ªa ni 2.000 proyectiles.
Mientras, en Gaza -olvidada en las ¨²ltimas dos semanas por todos, salvo por el Ej¨¦rcito israel¨ª- las matanzas de civiles prosiguen. Una mujer de 60 a?os y su nieto de 12 perecieron en un bombardeo en Beit Lahia, en el norte de la franja. Por la ma?ana hab¨ªan muerto otros tres civiles -entre ellos una ni?a de cinco a?os- y un polic¨ªa en la misma ciudad. Los militares dijeron, como es norma, que en las proximidades se hallaba un dep¨®sito de armas.
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