Tecnolog¨ªa contra la pobreza

"Hoy, 700 millones de personas j¨®venes viven con menos de un d¨®lar al d¨ªa. Y no podemos permitirnos que nazca otra generaci¨®n m¨¢s de pobreza", advirti¨® ayer en Valencia Eveline Herfkens, la coordinadora ejecutiva de la campa?a para el desarrollo de los Objetivos del Milenio de la ONU, documento acordado por 189 pa¨ªses en septiembre de 2000 para reducir los ¨ªndices de pobreza al 50% en 2015.

La representante de Kofi Annan entreg¨® los primeros premios al mejor cortometraje de animaci¨®n y al mejor videojuego en formato flash para difundir los objetivos de esa campa?a. La Campus Party, con sus de 5.500 "embajadores internautas" resulta para ella un socio privilegiado por su capacidad de difusi¨®n.

"Las decisiones que ahora tomemos para mejorar el mundo ser¨¢n tambi¨¦n las que marcar¨¢n el futuro", aventur¨® Herfkens. Y ah¨ª juegan un papel clave las ventajas de acercar la tecnolog¨ªa a los colectivos de acceso restringido de todo el planeta.

Dos de los asistentes a la Campus Party recibieron los premios del concurso impulsado por las Naciones Unidas. Uno de ellos, David Corral, de s¨®lo 20 a?os y sin estudios -"autodidacta por completo"- ha sido el merecedor del primer premio para la realizaci¨®n de un corto inspirado en los Objetivos del Milenio, que incluye la oportunidad de cursar un posgrado en la Universidad Europea de Madrid. "Ser¨¢ la primera vez que estudiar¨¦ de verdad", celebr¨®.

Susana Mancini -ligada a la familia del m¨ªtico Henri Mancini por parte de un t¨ªo paterno- fue la ganadora del primer premio para producir un videojuego en formato flash que, seg¨²n explic¨®, "representa la uni¨®n mundial a trav¨¦s de un mapa que recorre los ocho Objetivos." Mancini, que cumpli¨® 23 a?os el lunes, el mismo d¨ªa que abri¨® la Campus, decidi¨® "aportar un granito de arena", ideando un mapa a trav¨¦s del cual el jugador sortea toda clase de dificultades para alcanzar su propia madurez, en un recorrido por sus etapas vitales, que son a su vez las de los ocho Objetivos.

"Es hora", propuso Herfkens, "de que los j¨®venes levanten su voz y se les oiga para asegurarse de que cumplimos las promesas que hacemos".