Bochorno en El Prat
Lo ocurrido en El Prat, que ayer continuaba sumido en el caos como consecuencia del plante salvaje de la v¨ªspera por los trabajadores de tierra de Iberia, requiere una acci¨®n contundente por parte de los poderes p¨²blicos que vaya m¨¢s all¨¢ de las advertencias y las palabras de condena. Que en un aeropuerto puntero de Europa se mantenga como rehenes a decenas de miles de pasajeros durante dos d¨ªas, entre los de m¨¢s tr¨¢fico del a?o, por la acci¨®n incontrolada de una parte de la plantilla ata?e a todos. Las escenas vividas desacreditan un modelo laboral. Los viajeros han sido utilizados por sorpresa por unos irresponsables, con absoluto desprecio por sus derechos, derivados del car¨¢cter de servicio p¨²blico de la tarea de los huelguistas. El plante fue salvaje y alevoso, sin la comunicaci¨®n previa que habr¨ªa permitido establecer servicios m¨ªnimos. Y, sobre todo, incluy¨® la invasi¨®n de las pistas, algo impensable en Occidente, y que supone una grav¨ªsima violaci¨®n de todas las normas de seguridad.
Las declaraciones de algunos dirigentes sindicales pidiendo que no se "criminalice" a los trabajadores sonrojan. Sus reivindicaciones pueden ser leg¨ªtimas, pero la decencia exige respetar las reglas y no endosar abruptamente el malestar propio a los usuarios. Los responsables del desaguisado han usado la capacidad de chantaje que les otorga la fragilidad de un aeropuerto importante, convirti¨¦ndolo en un bochornoso campamento de refugiados. ?Qui¨¦n y c¨®mo resarce ahora a las decenas de miles de perjudicados? ?Qui¨¦n, adem¨¢s, recupera la deteriorada imagen de un pa¨ªs cuya primera industria sigue siendo el turismo?
Es probable que resulte casi imposible reaccionar de forma atinada y ¨¢gil a semejante pulso. Y desde luego, ni AENA ni Iberia lo hicieron. La compa?¨ªa a¨¦rea, desbordada, no atendi¨® con diligencia a sus pasajeros y, sobre todo, no les proporcion¨® toda la informaci¨®n que necesitaban. AENA tampoco estuvo a la altura para atender las necesidades de los miles de usuarios del aeropuerto que se fueron acumulando a lo largo de una jornada ca¨®tica.
La ministra de Fomento asegur¨® ayer que no se repetir¨¢n situaciones semejantes. ?Seguro? Su promesa ser¨¢ cre¨ªble s¨®lo si act¨²a firmemente contra el grupo de desaprensivos, si imprime a AENA la agilidad y orientaci¨®n al consumidor de las que manifiestamente carece, y si acaba con la an¨®mala colusi¨®n p¨²blico/privada entre la gestora de los aeropuertos y la antigua compa?¨ªa de bandera.
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