Competencia pide al Gobierno que elimine las barreras a la importaci¨®n de cemento

El mercado de cemento en Espa?a, muy din¨¢mico por el boom inmobiliario, impone barreras a la competencia exterior. El Tribunal de Defensa de la Competencia ha emitido un informe que destaca esas trabas, tanto a la instalaci¨®n de empresas extranjeras en Espa?a como a la importaci¨®n de cemento. Espa?a es el primer pa¨ªs productor y consumidor de cemento en la Uni¨®n Europea, con crecimientos del 7% en los ¨²ltimos nueve a?os. Pero el mercado presenta una "estructura oligopolista".

El tribunal cree que relajar esas barreras favorecer¨ªa a los consumidores. La importaci¨®n, a su juicio, "no debe desde?arse como medio de contrarrestar el previsible poder de mercado de las empresas" existentes en Espa?a, s¨®lo una docena y con las cuotas de mercado muy concentradas territorialmente. En el noroeste, por ejemplo, Cimpor controla una cuota entre el 40% y el 50%. Algo parecido ocurre en el resto de las zonas.

El tribunal se muestra cr¨ªtico con la regulaci¨®n existente, que establece desde 2003 las condiciones t¨¦cnicas y de suministro del cemento, con obligaciones que juzga excesivas para las empresas. "La intervenci¨®n regulatoria se convierte as¨ª en una barrera a la entrada en un mercado, por lo dem¨¢s, oligopol¨ªstico dominado por empresas en su mayor parte integradas verticalmente", asegura el documento.

En sus conclusiones, el tribunal insta a eliminar esas restricciones a las compras de cemento en el extranjero. "Llama la atenci¨®n que desde el a?o 1996 las importaciones representen cada vez un porcentaje menor de la producci¨®n de cemento". La situaci¨®n se ha agravado desde 2002, un a?o a partir del cual las importaciones espa?olas de productos en general han crecido vigorosamente.

Expulsi¨®n del mercado

M¨¢s all¨¢ de las importaciones, el informe recuerda c¨®mo la industria ha utilizado todas las armas a su alcance para expulsar del mercado a las empresas extranjeras. El sector utiliza toda su potencia instalada, independientemente de que la demanda baje o suba. Eso resta atractivo a quien pretenda instalarse, pues cuando el precio desciende, el negocio resulta menos rentable. Adem¨¢s, deja poca demanda sin cubrir, por lo que no se requieren nuevos suministradores. El tribunal precisa que durante 1995 y 1996 se expuls¨® a las empresas turcas de Espa?a haciendo uso de toda la capacidad instalada para bajar los precios.

Otro de los elementos perniciosos del mercado espa?ol es la estructura del mercado. "La tendencia a la integraci¨®n vertical de las empresas [...] contribuye a disuadir la entrada de cualquier competidor". Tambi¨¦n las exigencias medioambientales que impone el Protocolo de Kioto arredran a los competidores, pues requerir¨¢ fuertes desembolsos para mejorar la eficiencia energ¨¦tica.