"No nos podemos permitir el lujo de ser tolerantes constantemente"
Antonio Valdecantos (Madrid, 1964), profesor de Filosof¨ªa Moral de la Universidad Carlos III de Madrid, participa esta semana en San Sebasti¨¢n en el curso de verano de la UPV C¨®mplices del mal, que analiza el papel del ciudadano espectador descomprometido ante el da?o o la injusticia p¨²blica. Ayer ofreci¨® la conferencia titulada Sobre un presunto deber de obrar por tolerancia y hoy se presenta ante el auditorio con Atr¨¦vete a juzgar.
Pregunta. ?En qu¨¦ medida los ciudadanos particulares somos responsables de los grandes males del mundo, desde las guerras hasta el agujero de ozono?
Respuesta. Hay un sentido abusivo de esa manera de hablar. Si se nos empieza a responsabilizar de todo por omisi¨®n, por todo aquello que no hacemos, nunca se podr¨ªa poner l¨ªmite a la noci¨®n de responsabilidad. Y si no se le pone l¨ªmite, es lo mismo decir que uno es responsable que decir lo contrario. Se tratar¨ªa de aislar ciertos contextos en los que s¨ª hay una cierta renuncia culpable a la propia responsabilidad, en los que s¨ª nos eximimos de una manera no justificada de la responsabilidad que nos toca.
"El tolerante de verdad est¨¢ vendido. En caso de que lleve raz¨®n, ¨¦l todav¨ªa no lo sabe"
P. ?Por ejemplo?
R. El terrorismo en las sociedades contempor¨¢neas, en las que se considera que el problema compete s¨®lo a la Justicia, la polic¨ªa o el Gobierno, y uno no tiene responsabilidad activa.
P. ?En Euskadi ha sido m¨¢s f¨¢cil hablar de la guerra en ?frica que del terrorismo propio?
R. Creo que la responsabilidad decrece conforme nos vamos alejando de los acontecimientos en el espacio y en el tiempo. Ah¨ª est¨¢n las t¨ªpicas peticiones de responsabilidad sobre los genocidios cometidos por la naci¨®n a la que uno pertenece hace un mont¨®n de siglos. Quiz¨¢ eso no es pertinente y hay que pedir responsabilidades m¨¢s cercanas.
P. ?Qu¨¦ concepto de tolerancia defiende?
R. Parto de que se abusa mucho de la palabra tolerancia. Se considera intolerante como sin¨®nimo de malo, malo absoluto, y tolerante como sin¨®nimo de buena persona, de individuo abierto, atento, reflexivo, flexible,... Yo pienso que la tolerancia es algo m¨¢s concreto y dif¨ªcil y, por tanto, no siempre f¨¢cil de defender.
P. Expl¨ªquese.
R. El tolerante es, en realidad, quien obra contra sus propias razones, quien hace algo que no le gusta. Y, claro, se sit¨²a en un terreno muy resbaladizo. Si yo tolero que alguien lleve una ropa que no me gusta, esa tolerancia tiene poca importancia, es algo trivial. Tiene importancia cuando tolero algo que verdaderamente va en contra de mi sistema de creencias. Ah¨ª es cuando hay una tolerancia digna de ser tratada y cuando no es nada obvio justificar por qu¨¦ soy tolerante.
P. ?Eso conlleva un peligro?
R. Si llevo raz¨®n en mi tesis, la tolerancia es una anomal¨ªa, una rareza. No nos podemos permitir el lujo de ser tolerantes constantemente. Es un fen¨®meno an¨®malo que no se puede generalizar ni regularizar.
P. ?Tiene l¨ªmites la tolerancia?
R. Todos tenemos nuestra lista particular. La cuesti¨®n est¨¢ en que, a veces, incluso lo intolerable puede ser tolerado haciendo excepciones.
P. ?Qu¨¦ razones pueden llevar a una persona a ser tolerante?
R. Son decisiones a veces irracionales. Ahora, luego puede ocurrir que esas decisiones irracionales, hist¨®ricamente, se prueben beneficiosas. Suelen ser razones muy precarias, porque tienen que ver sobre todo con el posible final feliz de la historia, un final que todav¨ªa no sabemos si va a darse o no. El tolerante de verdad est¨¢ vendido. En caso de que lleve raz¨®n, ¨¦l todav¨ªa no lo sabe.
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