Lo peor de lo peor de cada c¨¢rcel
Prisiones modifica el fichero de presos peligrosos para incluir a reclusos comunes que puedan radicalizarse o captar terroristas
Las c¨¢rceles re¨²nen en un espacio reducido a lo peor de cada casa. Y dentro de ese colectivo de casi 64.000 personas que est¨¢n hoy en Espa?a, existe un subgrupo, de lo malo lo peor, que requiere un control especial por su peligrosidad u otros motivos. ?sos a los que este mismo a?o se les han requisado 628 armas caseras. Son los incluidos en el llamado Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES). La Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias ha modificado la composici¨®n de ese cat¨¢logo, para eliminar del mismo categor¨ªas de presos inexistentes y "desfasadas", como los insumisos, y para incluir otras nuevas. La mayor novedad es la inclusi¨®n de aquellos presos "que sin estar procesados o condenados por terrorismo islamista, destaquen por su fanatismo radical, por su afinidad al ideario terrorista y por liderar o integrar grupos de presi¨®n o captaci¨®n en el centro penitenciario".
El FIES naci¨® en 1996 rodeado de cr¨ªticas y aguijoneado de recursos de presos contra su legalidad. Sin embargo, dentro de los penales los funcionarios siempre reclamaron informaci¨®n precisa sobre sus internos "de alta peligrosidad, en atenci¨®n a la gravedad de su historial delictivo o a su trayectoria penitenciaria". En esa categor¨ªa, en los primeros a?os del fichero, entraron los remanentes de la llamada Coordinadora de Presos en Lucha (Copel), de car¨¢cter anarquista, organizadores de los grandes motines de los a?os 70 y 80.
Las categor¨ªas iniciales de preso que conformaban el FIES han quedado en muchos casos obsoletas, por lo que la directora de prisiones, Mercedes Gallizo, orden¨® su actualizaci¨®n, teniendo en cuenta "la experiencia acumulada en estos a?os, la evoluci¨®n de la criminalidad en nuestro pa¨ªs", as¨ª como para adaptarla a la jurisprudencia "sobre la falta de claridad de algunos apartados" y la "anulaci¨®n de algunos conceptos".
Dos categor¨ªas se han ca¨ªdo del FIES: la de narcotraficantes y la de insumisos. Los primeros han sido incluidos en el concepto m¨¢s amplio de delincuencia organizada, "m¨¢s acorde con su verdadero contenido y con el concepto de esta forma diferenciada de criminalidad", caracterizada por "su especial peligrosidad". En esta categor¨ªa entra tambi¨¦n el subgrupo eliminado de internos "vinculados a delincuencia com¨²n de car¨¢cter internacional". En el caso de los insumisos, se elimina porque el delito ya no existe.
El fichero se divide ahora en cinco apartados: el FIES uno, destinado a presos sometidos a control directo por su peligrosidad y por inducir motines y altercados; el dos, destinado a delincuencia organizada; el tercero, apropiado para miembros y colaboradores de bandas armadas y elementos terroristas; el cuarto, previsto para proteger a los funcionarios policiales y de prisiones condenados, que requieren ser protegidos de los otros presos, y el quinto, algo m¨¢s heterog¨¦neo, destinado a reclusos "de caracter¨ªsticas especiales".
Este apartado es el que incluye a los presos no condenados por terrorismo isl¨¢mico que se han revelado en prisi¨®n como un nido de proselitismo. La Operaci¨®n Nova, desarrollada por el juez Baltasar Garz¨®n tras el 11-M, revel¨® c¨®mo un grupo de fan¨¢ticos, la mayor¨ªa condenados por drogas, se hab¨ªan convertido en un im¨¢n de atracci¨®n de musulmanes, la mayor¨ªa pobres y sin apoyo social, a los que acababan convirtiendo al radicalismo salafista.
La posible captaci¨®n intramuros de candidatos a terrorista, dentro de lo peor de cada casa, se considera uno de los mayores riesgos que los presos corren en prisi¨®n. Jamal Ahmidan, El Chino, uno de los supuestos autores del 11-M que se suicid¨® en Legan¨¦s, se radicaliz¨® en una c¨¢rcel marroqu¨ª donde fue internado por un asesinato sin tintes terroristas. S¨®lo una peque?a parte de los presos implicados en los planes para volar la Audiencia Nacional desbaratados en la Operaci¨®n Nova estaba condenado por terrorismo. El resto, por lesiones o drogas, e incluso uno por matar un amigo en Almer¨ªa tras comer juntos.
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