"Hicimos cuentas y no nos daba para llegar a fin de mes"

Soledad Vila tiene 27 a?os. Se compr¨® un piso en Sevilla hace dos a?os para irse a vivir con su novio, se endeud¨® para pagarlo y ahora no puede vivir en ¨¦l. Tuvo que alquilarlo para ayudar a costear la hipoteca de 1.000 euros mensuales.

Soledad trabaja como maestra de Educaci¨®n Especial interina mientras prepara las oposiciones. Cuando la llaman para alguna sustituci¨®n cobra unos 1.500 euros. "Hicimos cuentas y vimos que no nos daba para llegar a fin de mes", explica. "As¨ª que decidimos alquilarlo por 600 euros. ?Y lo peor de todo es que el inquilino no ha pagado todav¨ªa el mes de julio!"

Antes de que llegaran las vacaciones de verano, Vila estuvo destinada en Caniles, Granada. "Para estar en Sevilla s¨®lo el fin de semana, no merec¨ªa la pena quedarse en el piso", dice. Ahora tiene que esperar a que le den una nueva sustituci¨®n para la vuelta de vacaciones. Una baja por maternidad, una crisis por estr¨¦s. "En el fondo, he tenido mucha suerte, porque me han tocado sustituciones largas de cuatro o cinco meses. Salvo una vez que estuve dos d¨ªas. Me llamaron, me present¨¦ a los ni?os y al d¨ªa siguiente lleg¨® la titular. Pero hay amigas que han estado quince d¨ªas, una semana".

La idea de comprarse una vivienda surgi¨® cuando Soledad tuvo bastante ahorrado como para plante¨¢rselo. En 2004 consigui¨® su primer destino en un colegio, y al vivir con sus padres no ten¨ªa muchos gastos. "Ya ten¨ªa ganas de independizarme, ya era hora, y empezamos a buscar sin agobios ni prisas. Al final, encontramos un piso que nos gust¨® mucho en la zona de la Alameda". El piso no es nuevo. Tiene dos habitaciones y 70 metros cuadrados. El precio: 220.000 euros.

Si Soledad consigue sacar la plaza de titular en la pr¨®xima convocatoria, se quedar¨¢ en pr¨¢cticas dos a?os en Sevilla y tiene decidido habitar por fin su piso, aunque tenga que conseguir otro trabajo.

Pero despu¨¦s le pueden mandar a un destino definitivo en la otra punta de Andaluc¨ªa. "Da igual, porque un piso es siempre una buena inversi¨®n", afirma. Esa decisi¨®n llegar¨¢ el pr¨®ximo oto?o, cuando sabr¨¢ a qu¨¦ nuevo colegio tiene que ir.

En cuanto a ese inquilino que se retrasa con el alquiler: "El pobre chico dice que a ¨¦l todav¨ªa no le han pagado. Hablamos con la madre y dec¨ªa que no sab¨ªa nada, que no le ve el pelo", explica.