"A la gente no le vendr¨ªa mal un poco de concienciaci¨®n"
Conocidos popularmente como los forestales, el cuerpo de agentes rurales de la Generalitat tiene un papel fundamental en la tarea de extinci¨®n de los incendios, y sobre todo en la determinaci¨®n de las causas que los originan. Son unos 450 y act¨²an repartidos por comarcas. ?ngela Gracia, de 34 a?os, nacida en Cerdanyola, se incorpor¨® a los 16 miembros que forman el equipo de agentes rurales del Alt Empord¨¤ en el a?o 2000, tras ganar la plaza por oposici¨®n. Entre los rurales, las mujeres a¨²n est¨¢n en clara minor¨ªa, pero ?ngela subraya que en el Alt Empord¨¤ ya constituyen una cuarta parte de la dotaci¨®n total.
Cuando hay un incendio, la gente ve s¨®lo a los bomberos apagando el fuego. Pocos saben que en medio del humo, junto a las llamas, se encuentran siempre diversas dotaciones de agentes rurales. "Nuestra misi¨®n es, en primer lugar, determinar el punto de inicio del fuego y cerrar el acceso para que no desaparezcan pruebas y podamos determinar el medio de ignici¨®n", explica ?ngela, que trabaj¨® desde el inicio en los primeros dos grandes incendios de los ¨²ltimos d¨ªas: el de Sant Climent Sescebes y el de Cistella. "A los pocos minutos de empezar el fuego de Sant Climent ya hab¨ªa llamas de cuatro metros, el humo no dejaba ver nada, las llamas nos chamuscaron el pelo y estuvieron a punto de alcanzar el coche. En momentos como ¨¦ste te das cuenta de lo que est¨¢s arriesgando". Mientras una patrulla intenta acotar el inicio del fuego, otra est¨¢ en contacto permanente con el puesto de mando y va "pasando el per¨ªmetro". Gracias a las coordenadas que los agentes rurales env¨ªan por radio, los bomberos pueden ir actualizando el per¨ªmetro del fuego y actuando seg¨²n su evoluci¨®n. "Nuestro trabajo exige tener la cabeza muy fr¨ªa. Utilizamos m¨¢s el coco que las manos y en los fuegos de los ¨²ltimos d¨ªas hemos llegado a trabajar hasta 14 horas seguidas y pasando con un bocata. Cuando llegas a casa, la cabeza contin¨²a trabajando y no hay quien la pueda parar". Los rurales trabajan para facilitar a los bomberos una informaci¨®n de vital importancia. Sin el t¨¢ndem rurales-bomberos, apagar un fuego depender¨ªa casi s¨®lo de la casualidad. ?ngela, que conoce muy bien la naturaleza del fuego y sus riesgos, se muestra admirada ante la tarea de los bomberos en los ¨²ltimos d¨ªas. "Han hecho un trabajo impresionante, en condiciones muy dif¨ªciles". Cuando las llamas han quedado atr¨¢s, los agentes empiezan la segunda parte de su trabajo: determinar las causas del incendio. "Con todo arrasado, los lados de las carreteras parecen un vertedero. A la gente no le vendr¨ªa mal un poco de concienciaci¨®n". "Es un trabajo desagradable porque muy a menudo desemboca en la identificaci¨®n de un responsable", a?ade su compa?ero, Francesc Salguero. Y es que los rurales act¨²an siempre en patrullas de dos. A juzgar por la buena relaci¨®n entre ?ngela y Francesc, el ambiente de trabajo es ¨®ptimo. Delante de las llamas deber ser necesario.
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