Turno de verano
Espa?a es una potencia mundial del turismo. El a?o pasado, 55,6 millones de personas nos visitaron. Para atenderles, m¨¢s de 2,3 millones trabajan en el sector. Su labor es conseguir que otros descansen. O que no paren. ?stos son algunos de los profesionales del ocio estival que ejercen hoy mismo en Salou, una de las playas m¨¢s concurridas de la costa
Currar en verano es tan viejo como aquellas im¨¢genes de Alfredo Landa con la boca abierta ante el desfile de suecas en la playa de Torrevieja. Claro que las cosas han cambiado mucho desde los t¨®picos tiempos del boom tur¨ªstico de los a?os sesenta, en los que descubrimos que la mejor ¨¦poca del a?o para hacer nuestro agosto era? agosto. Espa?a es hoy d¨ªa una potencia mundial del turismo. La primera industria del pa¨ªs en la tarta del producto interior bruto (aporta un 11,4% del total) es tambi¨¦n la que nos hace ocupar el segundo puesto en el ranking mundial de receptores de turistas, s¨®lo por detr¨¢s de Francia y por delante de Estados Unidos.
El a?o pasado se dio la bienvenida a m¨¢s 55,6 millones de turistas (con un incremento del 6% con respecto a 2004), lo que, para que se hagan una idea, equivale a invitar a casa a una poblaci¨®n similar a la de Italia. Aunque algunas voces piden moderar el optimismo, pues el gasto que estos turistas hicieron no aument¨® en la misma medida (lo hizo en un 4%), lo que es indudable es que para atender a tanto visitante se requiere una nutrida mano de obra. M¨¢s en esta campa?a de verano, esperanzadora a juzgar por los ¨²ltimos datos de Movimientos Tur¨ªsticos en Frontera (Frontur), del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, seg¨²n los cuales el primer semestre de 2006 asistimos a una marca hist¨®rica: 25,5 millones de extranjeros se dejaron caer por nuestras playas, museos y parques tem¨¢ticos. Adem¨¢s, seg¨²n un estudio de Exceltur, los empresarios del sector prev¨¦n aumentos en ventas y beneficios tras cuatro a?os de ca¨ªdas.
Para atender a todos ellos -los guiris, s¨ª, pero tambi¨¦n los aut¨®ctonos (se calcula que en un 94% de sus viajes realizados, los espa?oles no cruzaron las fronteras)-, 2.345.515 personas (un 4,8% m¨¢s que el a?o anterior) estuvieron empleadas en 2005 en el sector tur¨ªstico, seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa. La mayor¨ªa (38,5%), en los restaurantes; el 16,5%, en los hoteles, y el resto, en otro tipo de menesteres. El 20% eran extranjeros. Tres cuartas partes trabajaron por cuenta ajena. Y seis de cada 10 ejercieron con un contrato indefinido, frente al resto de temporales (entre los que predominan las mujeres, el 43,6%, frente al 30,9% de hombres) en una industria que por su propia naturaleza los fomenta.
Nos fuimos a Salou (20.000 habitantes en invierno, incontables en verano) un fin de semana cualquiera para poner cara a los trabajadores tur¨ªsticos de una ciudad de vacaciones catalana (por cierto, la comunidad aut¨®noma con m¨¢s llegadas, por delante de Canarias y Baleares). Con una de las temporadas m¨¢s largas del litoral espa?ol (casi diez meses) y una capacidad para recibir visitantes dif¨ªcil de batir: 1,7 millones llegan a esta localidad cada a?o, seg¨²n c¨¢lculos del Patronato de Turismo.
"Salou siempre est¨¢ preparada para recibir visitantes, aunque es en verano cuando alcanzamos nuestro mayor flujo, que llegan ansiosos de playa, mar, actividades y descanso", explica el concejal de Turismo, Marc Montagut.
Adem¨¢s de ansiedad por veranear, alta ocupaci¨®n hotelera y a¨²n m¨¢s alta densidad de toallas, lo que encontramos en Salou fueron estudiantes reinventados en currantes veraniegos, nativos m¨¢s viejos que el turismo en la Costa Daurada o inmigrantes reci¨¦n llegados que tambi¨¦n arriman el hombro? Todos ellos trabajan en el turno de verano. Para que los dem¨¢s descansen.
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