Un estudio desmiente que los inmigrantes sean culpables de la degradaci¨®n urbana de Alicante

En la ciudad de Alicante, donde ya viven 38.432 extranjeros empadronados, el fen¨®meno de la inmigraci¨®n ha suscitado opiniones enfrentadas y a menudo pol¨¦micas. Sobre todo desde que concejales del PP se?alaron a los extranjeros como responsables del deterioro de la convivencia. Un estudio de Carlos G¨®mez Gil, profesor de la Universidad de Alicante y director del observatorio local de la inmigraci¨®n, sostiene que la poblaci¨®n extranjera es una perjudicada m¨¢s de la degradaci¨®n del centro hist¨®rico consentida por el Ayuntamiento en favor de intereses especulativos.

Alicante es la provincia con mayor porcentaje de poblaci¨®n extranjera, un 18,5%, diez puntos y medio por encima de la media espa?ola, seg¨²n los ¨²ltimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, que se refieren al ejercicio 2005. Su capital comenz¨® a ejercer de tierra de acogida a?os antes del boom migratorio de la ¨²ltima d¨¦cada, definido por el profesor G¨®mez Gil como "el acontecimiento demogr¨¢fico m¨¢s relevante desde la segunda mitad del siglo XX". Por ello, de acuerdo con el informe, las tendencias que se observan en esta localidad pueden anticipar algunos de los rasgos que definir¨¢n la evoluci¨®n del fen¨®meno en otras ciudades de Espa?a.

Una de las consecuencias m¨¢s visibles de la afluencia de inmigrantes ha sido, de acuerdo con el estudio, la transformaci¨®n del medio urbano. Los barrios alicantinos "son escenario del crecimiento de la diversidad generada por la inmigraci¨®n, gener¨¢ndose nuevas formas de convivencia y sociabilidad, pero apareciendo tambi¨¦n poderosas din¨¢micas de exclusi¨®n y segregaci¨®n". G¨®mez Gil incide en que los extranjeros han ido ocupando predominantemente "el centro hist¨®rico degradado, as¨ª como los barrios pobres y desestructurados, las ¨¢reas obreras y m¨¢s marginales, carentes de las adecuadas infraestructuras y servicios". Sus viviendas son las m¨¢s antiguas, deterioradas y obsoletas de la ciudad. Los inmigrantes, en definitiva, no se distribuyen de forma homog¨¦nea por los barrios.

Menos poblaci¨®n aut¨®ctona

El an¨¢lisis de G¨®mez Gil arroja datos significativos sobre el reparto geogr¨¢fico de la poblaci¨®n inmigrante. En 21 de los 42 barrios de la ciudad se ha producido una progresiva p¨¦rdida de la poblaci¨®n aut¨®ctona. Estos barrios, los m¨¢s tradicionales, c¨¦ntricos y populares del municipio, en 1997 ten¨ªan 176.288 habitantes espa?oles y en 1997 ya s¨®lo albergan a 157.666. Mientras, la poblaci¨®n espa?ola se ha incrementado en un 38% (de 81.270 vecinos a 112.312) en otros 15 barrios, que disponen de un parque de viviendas m¨¢s nuevo y dotado de mejores servicios.

La transformaci¨®n ha sido a¨²n mayor si se tiene en cuenta que, hasta ahora, los barrios con mayor porcentaje de extranjeros eran los de las playas (Albufereta, Sant Joan y Cabo Huertas), elegidos mayoritariamente por los residentes europeos comunitarios. Ahora, zonas que apenas ten¨ªan extranjeros en 1997, re¨²nen porcentajes elevados de poblaci¨®n inmigrante. Es el caso de Juan XXIII (18%), Carolinas Bajas (19%), Virgen del Remedio (22%), Nou Alacant (23%), Casco Antiguo (24%) y Colonia Requena, que alcanza el 35%. Los n¨²cleos de playa mantienen un porcentaje de extranjeros situado entre el 11% y el 16%. A ra¨ªz de estos datos, G¨®mez Gil proclama que los "denostados" inmigrantes han evitado que el vaciamiento de los barrios tradicionales "haya sido a¨²n m¨¢s dram¨¢tico", ya que han servido de "colch¨®n" para amortiguar el despoblamiento.

El deterioro de estas zonas de la capital de l'Alacant¨ª tiene, de acuerdo con el director del observatorio local de la inmigraci¨®n, "unas consecuencias demoledoras para la construcci¨®n de una ciudad equilibrada", dado que se est¨¢ consolidando un mapa urbano "fragmentado, segmentado por clases sociales, etnias y comunidades". Los barrios tradicionales est¨¢n "cada vez m¨¢s abandonados y deteriorados", por lo que los vecinos que pueden marcharse huyen hacia otros sectores con mejores infraestructuras y equipamientos. Este proceso, seg¨²n G¨®mez Gil, "ha sido alimentado por algunas instituciones", El autor denuncia que el Ayuntamiento ha dejado "en manos del mercado las din¨¢micas urbanas de la ciudad", que crece "al criterio de los grupos especuladores", y no ha puesto en marcha "pol¨ªticas sociales y de vivienda" que lo impidan. "Por si fuera poco", a?ade el profesor, "se ha alimentado un imaginario colectivo en el que se ha tratado de convertir a los inmigrantes en responsables del deterioro de los barrios, cuando son precisamente el factor que est¨¢ evitando su colapso demogr¨¢fico y econ¨®mico". En su opini¨®n, si no se pone en marcha con urgencia un programa de renovaci¨®n para los 21 barrios c¨¦ntricos Alicante sufrir¨¢ un "coste muy elevado" en sus niveles de convivencia.