Las obras dejan su huella
Comerciantes, hosteleros y turistas afrontan la construcci¨®n del tranv¨ªa y una reforma profunda del casco hist¨®rico de Sevilla
Los sevillanos se levantan y se acuestan con las obras. Entre semana, s¨¢bados y domingos, la vor¨¢gine de las obras horada la capital andaluza ma?ana, tarde y noche.
Vicente Alvarado, de 43 a?os, lo sabe mejor que nadie. Regenta un quiosco en la avenida de la Constituci¨®n, cerca de Puerta de Jerez. Desde que las m¨¢quinas trabajan en las obras del tranv¨ªa, sus mejores clientes son los obreros. "Aqu¨ª no para nadie. ?C¨®mo van a pararse!", cuenta Alvarado levantando la voz sobre el repiqueteo de las palas m¨®viles y el runr¨²n de los motores. "He perdido el 80% de las ventas. Si no fuera porque mi mujer trabaja... dos compa?eros de la plaza Nueva ya han cerrado. Entre las obras y los peri¨®dicos gratuitos van a acabar con nosotros".
"Lo que criticamos al Ayuntamiento no son tanto las obras en s¨ª, sino c¨®mo se est¨¢n haciendo", dice una comerciante
Las obras del tranv¨ªa empezaron el pasado mayo y durar¨¢n hasta la primavera pr¨®xima, seg¨²n prev¨¦ el Ayuntamiento. Afecta a la calle mayor de Sevilla -la avenida de la Constituci¨®n- y a la principal plaza donde se ubica el Consistorio, la plaza Nueva.
Los comerciantes de esta zona tambi¨¦n se ahogan en un suspiro cuando se les pronuncia la palabra obras. La propietaria de la camiser¨ªa Arros, Ana Valencia, no quiere ni echar cuentas. "S¨ª puedo haber perdido entre el 50% o el 60% de las ventas", explica en su tienda de la calle Chicarreros. Varios comercios vecinos coinciden en que las p¨¦rdidas de estos meses rondan esos porcentajes. Valencia argumenta tambi¨¦n por qu¨¦ muchas tiendas de la zona se han unido para protestar por las obras: "Lo que se critica es c¨®mo se est¨¢n haciendo las obras. Han cortado al mismo tiempo la calle Zaragoza y Alfalfa, que son las principales v¨ªas para llegar hasta aqu¨ª".
Un poco m¨¢s adelante, en la misma Chicarreros, la mercer¨ªa Velasco echa en falta a sus clientes habituales: la gente mayor. "No pueden llegar hasta aqu¨ª. Muchos ven¨ªan dando un paseo y ahora es imposible caminar dos pasos sin toparse con una verja", cuenta un empleado. Sugiere tambi¨¦n que varios comercios vecinos se est¨¢n planteando echar el cierre, aunque evita dar nombres.
La camiser¨ªa y la mercer¨ªa, al menos, no conviven directamente con las obras. En la plaza Nueva, levantada por completo y surcada de mont¨ªculos, s¨®lo queda un estrecho pasillo de acera para acceder a las tiendas. Algunas necesitan planchas a modo de puentes para saltar las zanjas. En la tienda de ropa Bluenauta, las dependientas ponen como ejemplo la actividad de un s¨¢bado por la ma?ana. "La tienda habitualmente est¨¢ llena de gente. Con las obras, hay d¨ªas en que no viene ni una sola persona", aseguran.
Los comerciantes del centro, hartos de las p¨¦rdidas, el ruido y las molestias, cuelgan carteles en sus escaparates con el lema: "?Ser¨¦ yo el pr¨®ximo en cerrar?". La asociaci¨®n que ha coordinado esta campa?a no atendi¨® a este peri¨®dico.
Las asociaciones de consumidores, en cambio, apoyan absolutamente las obras. Desde la Federaci¨®n de Asociaciones de Consumidores de Andaluc¨ªa (Facua), su presidente, Francisco S¨¢nchez Legr¨¢n, ha manifestado p¨²blicamente su apoyo a la tarea del alcalde para "humanizar" Sevilla. Legr¨¢n ha alabado "la valent¨ªa del alcalde" por atreverse a hacer todas las obras de un tir¨®n. La Uni¨®n de Consumidores de Sevilla comparte las mismas ideas. "Deber¨ªa haberse hecho mucho antes", a?ade su presidenta, Carmen Villar.
Si los comercios sufren las obras del tranv¨ªa, los hoteles -tanto los de gran lujo como los de menos rango- no se quedan atr¨¢s. No tanto porque haya habido un desplome del turismo -de hecho, el n¨²mero de viajeros hospedados en hoteles ha aumentado en un 6, 31% en lo que va de a?o, seg¨²n las estad¨ªsticas del INE- sino m¨¢s bien por el colapso del transporte p¨²blico. El 68% de las l¨ªneas de Tussam han tenido que variar su recorrido habitual por las obras, y las 11 l¨ªneas que paraban en plaza Nueva se han trasladado a la Puerta de Jerez.
El hotel Leonardo da Vinci de dos estrellas, en plena avenida de la Constituci¨®n, tiene tres de sus 29 habitaciones ocupadas. "?Las p¨¦rdidas?", se pregunta la joven encargada, que prefiere permanecer an¨®nima. "Esta es una cadena con cinco hoteles y todos los dem¨¢s est¨¢n ocupados. Hemos perdido entre un 75% y un 80%". La explicaci¨®n: "Perdemos a todos los turistas que no tienen reservas. No pueden llegar cargados con las maletas por unas aceras tan estrechas".
Brillan cuatro estrellas en su entrada, pero el discurso de los empleados del Hotel Inglaterra es el mismo. El hotel m¨¢s antiguo de Sevilla, fundado en 1857 y en plena plaza Nueva, tiene 23 de sus 90 habitaciones ocupadas en pleno mes de agosto. Bien es verdad que sus propietarios han decidido aprovechar las obras para reformar tres de sus plantas. Enrique Pedraza, jefe de recepci¨®n de 50 a?os, lleva 33 trabajando en el hotel: "La gran mayor¨ªa de los clientes vienen con reserva. Cuando les vemos llegar sudando y con cara de asustados... Hoy mismo, un par de clientes se han despedido molestos y han estado sacando fotos a las obras". Enfundado en un traje impecable, Pedraza se pregunta c¨®mo van a llegar los turistas cuando se cierre al tr¨¢fico: "La mayor¨ªa tiene coche particular. Por lo menos podr¨¢n coger el tranv¨ªa y el taxi".
De taxis y obras sabe bastante ?ngel S¨¢nchez, taxista de 53 a?os, cuyas palabras son representativas de las dos principales asociaciones de Sevilla, Uni¨®n Sevillana y Solidaridad del Taxi. Ambas organizaci¨®n son junto con los comerciantes los grandes detractores de las obras del centro. Convocaron una huelga del servicio en plena Semana Santa y han llevado al Ayuntamiento a los tribunales. S¨¢nchez lo explica as¨ª: "En el tiempo que invierto hasta llegar al centro, podr¨ªa hacer dos carreras. Por otro lado, todo lo que sea competencia es malo para nosotros, como lo va a ser el tranv¨ªa".
"Habremos perdido un 60% de los clientes"
Aunque ya parezca mucho para una ciudad media como Sevilla, las obras del tranv¨ªa en el entorno de la catedral no son las ¨²nicas. Hay al menos otras tres grandes obras en el centro hist¨®rico.
Una es en la popular plaza de la Encarnaci¨®n, donde el arquitecto alem¨¢n J¨¹rgen Mayer ha redise?ado por completo el espacio en cinco planos que ascienden desde el subsuelo.
En esa cota m¨¢s baja estar¨¢ ubicado un museo arqueol¨®gico que recoge los yacimientos encontrados en las excavaciones. A ras de suelo permanecer¨¢ el tradicional mercado, y en un tercer nivel una plaza elevada, conectada con la calle a trav¨¦s de escaleras mec¨¢nicas, acoger¨¢ diversas actividades de ocio. El entramado estar¨¢ unido por pasajes y escaleras al que dar¨¢n unidad los parasoles, aut¨¦nticos s¨ªmbolos del proyecto.
Estos parasoles -unas estructuras ligeras de metal de unos 30 metros que recuerdan a la sombrillas de las medusas-, cumplir¨¢n el papel de los ¨¢rboles, y recubiertos de vegetaci¨®n, dar¨¢n sombra y tamizar¨¢n la luz del sol. Los ¨²ltimos niveles estar¨¢n sobre la misma copa de los parasoles, donde est¨¢n previstos un restaurante y una terraza-mirador.
A d¨ªa de hoy se est¨¢n terminando los trabajos de cimentaci¨®n en la plaza. La estructura estar¨¢ lista para febrero, se instalar¨¢n los parasoles el pr¨®ximo verano y la inauguraci¨®n se prev¨¦ hacia finales de 2007.
Todos estos datos no le dicen mucho a un empleado del mes¨®n Olalla, a dos metros del enorme socav¨®n donde trabajan a destajo los obreros. Este trabajador asegura que las obras han reventado m¨¢s de una decena de veces las tuber¨ªas de la plaza. "Cuando no es el agua, es la luz, y si no, el paso de servidumbre", se queja. "Por supuesto, que se ha notado. Habremos perdido un 60% de los clientes", a?ade.
Pero las quejas de los restaurantes no son un¨¢nimes. De todos los locales de comida de la plaza, s¨®lo en el mes¨®n Olalla dicen haberse visto perjudicados. Jos¨¦ Fern¨¢ndez Gallardo, el encargado del restaurante de tapas La Uni¨®n, no ha notado menos clientes. Las obras no han dejado en casa a los fieles clientes que acuden a su establecimiento para tomar las tapitas y los desayunos con churros.
El segundo proyecto es en la cercana Alameda de H¨¦rcules. El Ayuntamiento pretende convertir el bulevar en una zona abierta al peat¨®n. Sin aceras ni tr¨¢fico, un nuevo pavimento de color albero (blanquecino) cubrir¨¢ de un extremo a otro toda la plaza. No habr¨¢ aparcamientos y s¨®lo tendr¨¢ un carril de circulaci¨®n, que se abrir¨¢ en septiembre. El fin de las obras est¨¢ previsto para la primavera.
Por ¨²ltimo, el plan La Piel Sensible -nombre del proyecto ganador- pretende hacer peatonal un conjunto de plazas en el eje Entrec¨¢rceles-Alfalfa-?guilas. Recientemente se ha inaugurado la plaza del Pan, que sigue el modelo urban¨ªstico de la Alameda. La seguir¨¢n la plaza del Salvador y la plaza de la Pescader¨ªa. La Piel Sensible es la tercera iniciativa reciente -tras la plaza de la Giralda y las calles por las que pasar¨¢ el futuro tranv¨ªa- por hacer peatonal el casco hist¨®rico.
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