El puerto deportivo de Altea reanuda su ampliaci¨®n sin haber trasplantado la posidonia amenazada

Las organizaciones WWF-Adena y Ecologistas en Acci¨®n del Pa¨ªs Valenciano han puesto el grito en el cielo al comprobar que las obras de ampliaci¨®n del puerto deportivo Luis Campomanes, en Altea, se han reanudado sin cumplir las medidas impuestas por la declaraci¨®n de impacto ambiental para preservar las 20 hect¨¢reas de pradera de posidonia oce¨¢nica afectadas por los trabajos. La resoluci¨®n exige trasplantar las algas para que no queden sepultadas y proh¨ªbe llevar a cabo obras en primavera y en verano, cuando la posidonia est¨¢ en fase de crecimiento.

Miembros de Ecologistas en Acci¨®n y Adena-WWF comprobaron ayer que los camiones volquete y las excavadoras han retomado los trabajos destinados a duplicar el n¨²mero de amarres del puerto, de 520 a 1.062, y crear una zona comercial de 16.000 metros cuadrados. Las obras se manten¨ªan paradas al fracasar las pruebas para trasplantar muestras de posidonia, uno de los requisitos que la Direcci¨®n General de Costas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, impuso para ejecutar el proyecto.

Estas actividades, de acuerdo con los colectivos ecologistas, afectan "directamente" a la pradera de posidonia que envuelve la infraestructura portuaria, "considerada el ecosistema cl¨ªmax del Mediterr¨¢neo por su alta producci¨®n de ox¨ªgeno y los beneficios que aporta tanto a la limpieza de las aguas como a las 400 especies vegetales y 1.000 animales que alberga, y por tanto, a la pesca".

Las dos asociaciones conservacionistas, que junto a Greenpeace ya interpusieron un recurso contencioso-administrativo contra la aprobaci¨®n del proyecto por parte de la Consejer¨ªa de Infraestructuras, anunciaron ayer la inminente presentaci¨®n de una denuncia ante el Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, exigiendo la paralizaci¨®n de las obras "hasta que se lleven a cabo las medidas correctoras". Entre estos condicionantes destaca el que obliga a la empresa Marina Greenwich, promotora del proyecto, a trasplantar unas 20 hect¨¢reas de posidonia oce¨¢nica -la pradera mejor conservada de la Comunidad Valenciana, seg¨²n las universidades de Alicante y de las Islas Baleares y el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas-, as¨ª como a proteger el molusco Pinna nobilis, m¨¢s conocido por el nombre de nacra. Marina Greenwich ha obviado todos estos requisitos, seg¨²n denunciaron los ecologistas, que en cualquier caso juzgan "imposible" cumplirlos. "Se tardar¨ªa en realizar alrededor de 2.000 a?os y su coste, cercano a los 100 millones de euros, har¨ªa inviable el proyecto", aseguraron bas¨¢ndose en informes de la Universidad de Alicante, que advierten de la dificultad de reimplantaci¨®n y agarre de la posidonia.

Carlos Arribas, de Ecologistas en Acci¨®n, incidi¨® en que las obras incumplen adem¨¢s otra obligaci¨®n incluida en la declaraci¨®n ambiental. Se trata del punto n¨²mero 9 del documento, que proh¨ªbe llevar a cabo los trabajos en los meses de primavera y verano con el fin de minimizar el impacto sobre la posidonia, que en estos momentos est¨¢ en fase de crecimiento, y sobre todo en temporada de ba?o. Por estos motivos, los ecologistas exigieron al Consell que paralice las obras y retire la concesi¨®n a la promotora, y pedir¨¢n a Costas que despoje a la Generalitat de las competencias en la zona de dominio p¨²blico mar¨ªtimo-terrestre afectada por la ampliaci¨®n.