Pistas para disfrutar de la Costa del Sol

Tras los escuadrones de tumbonas y sombrillas listos en formaci¨®n para acoger cada ma?ana la habitual invasi¨®n del verano, la Costa del Sol a¨²n esconde sorpresas muy seductoras. Toneladas de estilo para gente que combina paseos solitarios en playazos nudistas con chiringuitos a la ¨²ltima, donde los mejores dj's se recrean en sus malabarismos electr¨®nicos a la puesta de sol. Los contrastes hacen que en la segunda provincia m¨¢s monta?osa del pa¨ªs con un litoral de 160 kil¨®metros pervivan descubrimientos fascinantes m¨¢s all¨¢ de los folletos, obcecados en seducir a las familias urbanitas con una segunda residencia en novena l¨ªnea de playa.

1. Alicate (Marbella)

El paraje de las dunas de Artola se extiende por 200.000 metros cuadrados donde se encuentran antiguas torres almenaras y se disfruta de una soledad inusitada en la Costa del Sol

Para sacar m¨²sculo con elegancia, ¨¦sta es la playa ideal. En Alicate se concentran los mejores d¨ªas de viento los apasionados del kitesurf para volar cuanto m¨¢s alto mejor. Pero tambi¨¦n hay espacio para las motos acu¨¢ticas y otros deportes n¨¢uticos, algunos incluso sin riesgo, como las canoas.

En sus m¨¢s de cuatro kil¨®metros de largo sobresale el chiringuito Hipop¨®tamos, entre cuya clientela destaca el personal noruego. "El nombre viene en honor a la suegra del jefe", confiesa con sorna un camarero mientras suena m¨²sica electr¨®nica de matices brasile?os. Por su arena fina y rubia se extienden m¨¢s de diez chiringuitos donde las familias extranjeras se concentran, mientras que en los alrededores la juventud se tira los tejos sin disimulo.

2. Cala del Pino, en Maro-Cerrogordo (Nerja)

"Gente mayor y ni?os, bajen con cuidado". Mar¨ªa L¨®pez es ba?ista asidua de la cala del Pino, en los acantilados de Maro-Cerrogordo, un paraje natural con playas que selecciona su clientela sin prohibiciones debido a su dif¨ªcil acceso. Porque la protecci¨®n natural del paraje impide que los coches se acerquen y porque a la playa tampoco se puede bajar en tacones.

El mar es aqu¨ª un espect¨¢culo al que acuden los m¨¢s atrevidos, pero tambi¨¦n los m¨¢s afortunados que echan el ancla de su barco para evitarse la bajada por el acantilado hasta las playas privilegiadas. A pesar de que les cost¨®, estas calas se han desprendido por fin de la fama de la m¨ªtica serie Verano azul, y tras los chapuzones televisivos de Tito, Bea y compa?¨ªa, comienzan a ser conocidas por su tranquilidad.

Oficiosamente nudista, la cala del Pino est¨¢ formada por cantos y chinos (piedrecillas), y la mejor sorpresa, adem¨¢s de su pasmosa tranquilidad, est¨¢ en sus fondos marinos, sencillamente deslumbrantes por la luz que refleja en las rocas. Los chiringuitos se encuentran en la cercana playa de Maro y en la del Ca?uelo, que dispone de un servicio de todoterrenos de la Junta de Andaluc¨ªa para los que se quieran ahorrar la caminata a cambio de pagar un euro.

3. Playas del Duque (Marbella)

Si la opci¨®n es decantarse por lo ¨²ltimo a pie de playa y rodeado de lujo, la visita se encamina hasta la playa del Duque, en Marbella. All¨ª est¨¢ el Ocean Club, un chiringuito sofisticado con inmensas hamacas redondas y el mejor sal¨®n chill out de la costa.

En este club se puede consumir una botella de agua por cinco euros, o vaciarse la cartera a base de masajes y caprichos en cualquiera de sus tiendas que caben en 9.000 metros cuadrados de local. No hay socios, pero el club se garantiza el lleno cualquier d¨ªa del a?o, al menos en alguno de sus restaurantes de cocina creativa mediterr¨¢nea, japonesa, italiana o tailandesa. Entre tanta opulencia, lo mejor es un chapuz¨®n para no olvidar que est¨¢ uno en la playa.

4. Cantarrij¨¢n (Almu?¨¦car)

En el l¨ªmite oriental de la Costa del Sol, desde los acantilados del parque natural de Maro-Cerrogordo se accede a la playa de Cantarrij¨¢n. La playa tiene un pe?¨®n que separa sin necesidad de barreras la zona naturista de otra m¨¢s familiar, y la arena es fina en la zona de poniente y m¨¢s gruesa en la zona de levante.

El chapuz¨®n es la mejor sorpresa, y aqu¨ª el agua transparente descubre un fondo marino donde toparse con morenas y pulpos de gran tama?o no es mera casualidad. De entre las abundantes cuevas destaca una con forma de sif¨®n que alberga dentro una peque?a cascada de agua dulce. Conviene andarse con cautela, porque la fauna est¨¢ protegida y vedada a los desmanes al encontrarnos en pleno paraje natural.

El restaurante La Barraca ofrece un ambiente caribe?o con noches cubanas y cenas especiales hasta altas horas de la madrugada. Del chiringuito vecino, La Bola Marina, es imprescindible rescatar la exquisita paella, y si se repite por la noche, la zarzuela de pescado y marisco, la parrillada o el arroz negro. Muchas parejas, grupos de amigos y algunas familias son su p¨²blico.

5. Dunas de Artola (Marbella)

Englobada en el paraje natural de las Dunas de Artola, la zona protegida dunar m¨¢s extensa de M¨¢laga, esta playa para los aficionados al nudismo se sale de la norma y deja atr¨¢s el ladrillo. El paraje se extiende por 200.000 metros cuadrados donde se encuentran antiguas torres almenaras y se disfruta de una soledad inusitada en la Costa del Sol. Su mejor cualidad es la fina arena rubia, que disfruta de la mejor fama, ya que proviene de las mismas dunas m¨®viles que preceden al pinar.

En la playa hay chiringuitos de muy distintos ambientes, entre los que destaca Las Dunas. Cerca se ubica un peque?o y coqueto puerto deportivo, y su p¨²blico es muy variado, aunque las cabelleras n¨®rdicas destaquen entre los turistas europeos.

6. Punta Chullera (Manilva)

Cinco calas separadas por rocas transitables son la frontera entre M¨¢laga y la provincia de C¨¢diz. Los acantilados bajos cercanos a Manilva obligan a acceder andando por una estrecha vereda hacia la playa. Al llegar, el agua es m¨¢s clara que en ninguna otra de la Costa del Sol.

El piso natural es una c¨®moda alfombra de cantos rodados muy peque?os, aunque donde m¨¢s se disfruta despu¨¦s de tostarse al sol es o en el fondo marino buceando, o acodado en la barra. La estrella aqu¨ª es el chiringuito Sal y Sol, al que acuden algunos avispados turistas llegados en coche, pero sobre todo los comensales marineros que se arriman tras salir del cercano puerto deportivo de Sotogrande y anclar a pocos metros del chiringuito. La cocina se recrea en los fritos de pescado, y por las noches se a?aden las carnes a la carta. Para dar un toque ex¨®tico a las caipiri?as y mojitos, en la cala se puede visitar una torre de ¨¦poca nazar¨ª.