La inventora de ¨¢rboles

Con un nombre as¨ª, no es de extra?ar que sea la l¨ªder del grupo. El estudio de arquitectos Ecosistemaurbano est¨¢ compuesto, adem¨¢s, por Jos¨¦ Luis Vallejo, Diego Garc¨ªa-Seti¨¦n y Constantino Hurtado. Muchas veces, en sus oficinas del centro de Madrid, alguien llama por tel¨¦fono y, no importa quien lo coja, del otro lado de la l¨ªnea se oye: "?Est¨¢ Belinda Tato?". Sobre el car¨¢cter pegadizo de su nombre, ella dice: "Lo s¨¦ y pienso explotarlo al m¨¢ximo". Y estalla en una sonora carcajada, algo que se repite con frecuencia y que es el principal indicio de una simpat¨ªa arrolladora. Sus compa?eros dicen que tiene mucho car¨¢cter, y que no es precisamente la mujer en la sombra que dulcifica el ambiente. Estudi¨® en la Escuela de Arquitectura de Madrid y en la Bartlett School of Architecture de Londres. Y es en Madrid donde actualmente Ecosistemaurbano tiene dos proyectos significativos en construcci¨®n: el ecobulevar del ensanche de Vallecas, un proyecto en el que el impacto formal de los ¨¢rboles de aire que emulan un microclima se complementa con una sucesi¨®n de brillantes intervenciones superficiales de bajo presupuesto y el empleo de materiales reciclados, y el Museo de la Meteorolog¨ªa en el parque del Retiro, que integrar¨¢ un bello lucernario-periscopio-caleidoscopio en la cubierta de un edificio hist¨®rico de 1848. En el extranjero, fueron el ¨²nico estudio no estadounidense, de un grupo de cinco, que result¨® finalista entre m¨¢s de 200 candidatos en un concurso convocado para resolver los problemas urbanos de Filadelfia. Y acaban de ganar un primer premio del Concurso Europeo para J¨®venes Arquitectos (Europan) para reconvertir un antiguo vertedero en una ampliaci¨®n urbana en la ciudad de Maribor (Eslovenia).

"En Espa?a te das cuenta de que un piso que vale medio mill¨®n de euros no tiene ninguna calidad, ninguna cualidad"

"Nos han hecho creer que la gente lo que demanda es m¨¢rmol en aseos y cocina, y no un gran ventanal"

"La periferia de las ciudades espa?olas est¨¢ creciendo, sin necesidad, de una manera desmesurada y especulativa"

De las influencias que se reconocen en su trabajo destacan las ideas del arquitecto Jaime Lerner, ex alcalde de Curitiba (Brasil), sobre la acupuntura urbana -"poner las agujas en determinados lugares para aliviar el dolor que soportan", en palabras de Lerner-. Tambi¨¦n les marca el uso de tecnolog¨ªas h¨ªbridas para conseguir edificios que promuevan el bienestar social, seg¨²n las propuestas del desaparecido arquitecto brit¨¢nico Cedric Price, y el debate sobre las relaciones entre forma, funci¨®n y econom¨ªa actualizado por los arquitectos franceses Anne Lacaton y Jean- Philippe Vassal, quienes en la plaza Ancor de Burdeos propusieron una limpieza a fondo y una reparaci¨®n de pavimentos, pero se abstuvieron de intervenir, pese a haber recibido el encargo; una actitud que reabre el debate sobre la jerarquizaci¨®n moral en la arquitectura.

En opini¨®n de Ariadna Cantis -la comisaria de la reciente exposici¨®n Freshmadrid, dedicada a los j¨®venes arquitectos de la ¨²ltima hornada de la Escuela de Madrid y que inclu¨ªa al equipo comandado por Belinda Tato-, el pensamiento arquitect¨®nico que hay detr¨¢s de Ecosistemaurbano en el ecobulevar de Vallecas se resume en la expresi¨®n "vivir en comunidad". "La novedad en la postura de este equipo de arquitectos", comenta Ariadna Cantis, "es que incorpora herramientas disciplinares que provienen de la sociolog¨ªa, la pol¨ªtica, la antropolog¨ªa, la biolog¨ªa, la econom¨ªa y la ecolog¨ªa".

De los proyectos de su estudio, quiz¨¢ el m¨¢s sorprendente sea el parque con neum¨¢ticos que realizaron en Alcal¨¢ de Henares (Madrid) en 2004, una acci¨®n urbana ins¨®lita y barat¨ªsima. ?Qu¨¦ les llev¨® a emprenderla?

Nos invitaron a dar un taller en la universidad. Nosotros, encantados, porque nos apuntamos a un bombardeo, y, con una actitud optimista, quisimos aprovechar una oportunidad as¨ª. Nos asignaron a 12 estudiantes de arquitectura, y nos propusimos hacer tanto una cr¨ªtica social como una autocr¨ªtica de la profesi¨®n. Porque normalmente en estos talleres se proponen cosas, pero luego todo queda en papel mojado.

Y ustedes decidieron pasar a la acci¨®n.

S¨ª. Detectamos que en el plano tur¨ªstico de Alcal¨¢ de Henares figuraba como zona verde un ¨¢rea que era un aut¨¦ntico barrizal de aparcamiento. Y dijimos: con 12 estudiantes, 400 euros y nuestro entusiasmo y energ¨ªa vamos a intentar mejorar este espacio y desarrollar en cinco d¨ªas lo que los pol¨ªticos llevaban 15 a?os prometiendo y no hab¨ªan hecho.

?Ha quedado algo de esa acci¨®n?

Lamentablemente, no. Como todo aquello nos pareci¨® tan estimulante, mandamos un e-mail a Telemadrid, al programa Madrid directo. Les dijimos: vamos a hacer un parque en cinco d¨ªas. Y ellos le dieron el siguiente tratamiento a la noticia: van a hacer en cinco d¨ªas lo que el Ayuntamiento lleva prometiendo 15 a?os. Y cuando se emiti¨®, pues no fue bien recibido, y en cuanto acab¨® el taller, lo retiraron todo, incluso los bancos. Los ¨¢rboles es lo ¨²nico que queda. Sab¨ªamos que no los iban a quitar porque no es pol¨ªticamente correcto. Por eso los pusimos.

Este tipo de acciones, ?sirve para algo?

Es una gota, pero es curioso que cuando nos invitan a hablar del proyecto de Vallecas, que ha sido muy publicado, siempre acabamos contando lo de Alcal¨¢ de Henares, porque a los estudiantes de arquitectura les entusiasma. Estamos tan acostumbrados al papel cuch¨¦ de la obra perfecta, a o¨ªr hablar de los miles de euros el metro cuadrado, que por eso a la gente joven le encanta algo as¨ª. Por las lecturas que tiene: de presupuesto, de energ¨ªa, de reflexi¨®n sobre el espacio p¨²blico, de cr¨ªtica a lo institucional. Nos lo pasamos muy bien y fue un taller muy enriquecedor.

Su estudio se acaba de unir a los vecinos de la plaza de Soledad Torres Acosta, en Madrid -muy degradada y donde una prostituta inmigrante muri¨® apu?alada el 23 de junio en plena calle-, para proponer nada menos que una playa.

S¨ª, se puede ver en la p¨¢gina web laplayademadrid.blogspot.com. Nos interesan las acciones de bajo presupuesto capaces de desencadenar una respuesta por parte de los vecinos. Es como sembrar una semilla para reparar las cosas de una forma menos oficial y sin que se consuman ingentes cantidades de dinero y recursos. En esta propuesta planteamos un nuevo ambiente urbano temporal (Playa Luna) ligado a un entorno wi-fi gratuito.

Todo esto recuerda a las "estrategias subversivas de ocupaci¨®n urbana" del arquitecto sevillano Santiago Cirugeda.

Claro. ?l fue uno de los participantes del taller de Alcal¨¢ de Henares.

Precisamente, Cirugeda tiene un proyecto en Basauri de construcci¨®n de 35 viviendas sociales para alquilar a j¨®venes. Cada vivienda ocupa 46 metros cuadrados, y el coste de las 35 viviendas, todas juntas, es de s¨®lo un mill¨®n de euros. Es una propuesta que desaf¨ªa radicalmente esa locura de los 6.000 euros el metro cuadrado.

Totalmente de acuerdo. Fabuloso. Ojal¨¢ lo logre. Lo que se necesita es la implicaci¨®n y complicidad de las administraciones, que son las que tienen el poder para hacerlo. Una empresa privada es muy dif¨ªcil que apueste, que arriesgue. Si se llegasen a materializar proyectos como ¨¦ste, ver¨ªamos que es posible desmontar esa vor¨¢gine.

S¨ª, ?pero c¨®mo?

Se trata de mantener siempre en el horizonte que la arquitectura tiene un fin social; que est¨¢ muy bien hacer una biblioteca a lo grande, pero que su fin es que pueda ser usada. Y ahora mismo se habla de la obra del arquitecto, pero que no se olvide que es para la gente, y que cuanto mejor hecha est¨¦, y m¨¢s econ¨®mica sea, y se pueda conseguir lo m¨¢ximo con los m¨ªnimos recursos, pues mejor.

?C¨®mo interpreta que en 2005 se construyeran en Espa?a 715.000 viviendas, y que se anuncien 850.000 en 2006?

Esos n¨²meros demuestran que la periferia de las ciudades est¨¢ creciendo de una manera desmesurada, especulativa y sin responder a una verdadera necesidad. Casi un tercio de todas las viviendas construidas el pasado a?o en la Uni¨®n Europea se levantaron en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Las viviendas, cuando est¨¢n listas, en un alto porcentaje no son ocupadas. Y eso lo pagan los ciudadanos, puesto que para que haya infraestructuras, para que las carreteras y los servicios lleguen a esas viviendas que no van a ser habitadas, se tiene que invertir un dinero que pagamos todos. Y aunque a corto plazo puede parecer que vamos muy bien, en el fondo no es as¨ª. No confundamos, como ocurre siempre, desarrollo sostenido con desarrollo sostenible.

?Qu¨¦ quiere decir?

Pues que las ciudades espa?olas est¨¢n creciendo de un modo insostenible; la ciudad est¨¢ en manos de pol¨ªticos y constructores, y no en las de los pensadores de la ciudad y los ciudadanos. Crear ciudad no es solamente resolver un problema de alojamiento cumpliendo la normativa vigente; las propuestas de crecimiento urbano deber¨ªan pasar m¨¢s por la intensificaci¨®n, o por la recuperaci¨®n y rehabilitaci¨®n de tejido urbano que ha perdido cohesi¨®n social o intensidad, en vez de crear nuevos barrios que funcionan a medias y que son absolutamente mon¨®tonos y carentes de la diversidad y complejidad que son propias de la ciudad. Por no hablar del hecho de que la construcci¨®n es uno de los motores econ¨®micos de este pa¨ªs, y, claro, hincarle el diente es un problema; decir que eso hay que controlarlo de alguna manera es asumir que puedes generar una crisis. Esta visi¨®n a corto plazo es totalmente err¨®nea. Por no hablar de la esclavitud que supone para j¨®venes y adultos el r¨¦gimen de las hipotecas.

Acu¨¦rdese de la polvareda que se levant¨® con la propuesta de los pisos de 30 metros cuadrados para j¨®venes.

Un piso de 30 metros cuadrados, bien pensado, puede estar muy bien; pero no olvidemos que esta misma propuesta, en manos del lado oscuro, puede ser muy negativa. En un edificio mixto, con determinados servicios comunes, los 30 metros se expanden. Y hay que medir no en superficie, sino en volumen. Y 30 metros cuadrados, y 100, pueden ser una conejera si te los ponen en un descampado. Porque, una vez m¨¢s, dentro del debate sobre la vivienda hay que hablar del espacio p¨²blico.

?Qu¨¦ piensa al ver en el Museo de Arte Moderno de Nueva York una exposici¨®n que da una imagen muy buena de la arquitectura espa?ola actual, y al mismo tiempo comprobar que la mayor¨ªa de esos cientos de miles de viviendas que se construyen carecen de inter¨¦s arquitect¨®nico?

Es curioso. A m¨ª me hace gracia que, cuando estoy con otros arquitectos j¨®venes, haya gente que me dice que esos j¨®venes son la competencia. Yo respondo: qu¨¦ va, la competencia no son ellos, ojal¨¢ haya 400, o 4.000, porque son estupendos. El problema es otro; el problema es que hay dos mundos paralelos que se ignoran profundamente. Por un lado est¨¢n los constructores, a los que no les interesa ning¨²n debate sobre la calidad de la vivienda o del espacio p¨²blico, lo suyo es un tema puramente comercial y especulativo, y por otro lado hay mucha gente joven llena de entusiasmo proponiendo ideas nuevas para nuestras ciudades que lamentablemente, en la mayor¨ªa de los casos, se quedan en el papel.

Y esta gente joven, ?qu¨¦ es lo que hace?

Pues un ejemplo es que se convoca un concurso de la Empresa Municipal de la Vivienda en Madrid y hay 150 propuestas de estudios que trabajan gratis, y eso significa poner una energ¨ªa que la mayor¨ªa de las veces no va a ninguna parte. Y te preguntas: ?c¨®mo es posible que esto ocurra? Y en la respuesta tambi¨¦n le corresponde una parte de responsabilidad a los propios arquitectos, porque vivimos muy ensimismados, totalmente apartados de los ciudadanos; s¨®lo pendientes de nuestras propias obsesiones, no de hacer un servicio a la sociedad.

Afortunadamente, organismos como la Empresa Municipal de la Vivienda de Madrid dan oportunidades a los j¨®venes.

S¨ª. Est¨¢n haciendo permanentemente concursos para j¨®venes arquitectos. Y, de hecho, si se recorre el nuevo Vallecas, uno se da cuenta enseguida de que los edificios de viviendas p¨²blicas tienen una calidad extraordinaria, y los privados responden a patrones exclusivamente lucrativos. Y resulta que lo p¨²blico vale 20 y lo privado vale 80.

Una diferencia de precio salvaje.

A m¨ª me deprime totalmente. Son viviendas como de hace 100 o 200 a?os, que no responden a unas condiciones de habitabilidad contempor¨¢nea, y encima sin cualidades, ni en el interior de la vivienda, ni en el edificio, ni en su entorno inmediato. Son viviendas a las que se les da un valor como patr¨®n econ¨®mico en vez de como espacio habitable. Acabo de estar en Berl¨ªn y da igual el barrio al que vayas. Por todas partes hay edificios de viviendas asequibles con unas cualidades espl¨¦ndidas, que crean ciudad porque se piensan poniendo especial ¨¦nfasis en lo com¨²n, en el espacio p¨²blico.

Da la impresi¨®n de que en Espa?a estamos acostumbrados a muy poca calidad en lo referente a la vivienda y a nuestro entorno, y que nadie se ocupa, desde los ¨¢mbitos verdaderamente influyentes, de que eso cambie.

A m¨ª todo esto me recuerda un poco el tema de la telebasura. ?Qui¨¦n es el responsable de la telebasura: que la gente demanda telebasura o quien fabrica y emite la telebasura? Lamentablemente, hay poca tradici¨®n de hacer las cosas bien, y nos han hecho creer que la gente lo que demanda es un piso con lo que considera calidades superiores, que es el m¨¢rmol en aseos y cocina, y parece que no hay otro tipo de valores, que una vivienda con un gran ventanal y pensada para adaptarse a sus usuarios en el tiempo no puede ser mejor que un piso al uso; pero es que, si no has visto nunca esa vivienda, tampoco te planteas que haya otra manera de vivir. Aqu¨ª te das cuenta de que un piso que vale medio mill¨®n de euros no tiene ninguna calidad, ninguna cualidad, ni el piso, ni el edificio, ni el entorno inmediato.

?Y qu¨¦ se puede hacer para implantar esos valores en el menor tiempo posible?

Pues con la educaci¨®n. E intentando divulgar nuestro trabajo, y buscando que nuestro mundo de arquitectos no sea tan herm¨¦tico. Creo que las administraciones deber¨ªan apostar mucho m¨¢s, haciendo m¨¢s vivienda p¨²blica. Y sobre eso, ?c¨®mo se educa a la gente? Pues me imagino que es una cuesti¨®n de a?os, de que vaya calando, y de que tambi¨¦n se impliquen los medios de comunicaci¨®n.

?En qu¨¦ sentido?

Por ejemplo, los semanales de los peri¨®dicos, que de repente en los ¨²ltimos a?os est¨¢n dando m¨¢s campo a la arquitectura. Pero hay veces en que eso se convierte en una especie de secci¨®n de decoraci¨®n para ricos. En lo que hay que incidir es en una problem¨¢tica m¨¢s social, no en una casa de lujo que ser¨¢ estupenda, con unas mesas de dise?o de no s¨¦ qu¨¦ arquitecto, pero todo car¨ªsimo, inaccesible al 95% de la poblaci¨®n.

?Cree que Ikea significa algo en todo esto?

Ikea, en cierto modo, ha revolucionado el panorama dom¨¦stico. Particularmente me parece incre¨ªble que te encuentres a gente de 80 a?os. Y estoy convencida de que pr¨®ximamente Ikea va a diversificarse y crear otro tipo de empresas que proporcionen pedazos de vivienda; es decir, que la gente pueda, al igual que ahora se dise?a su propia cocina, dise?ar su propia casa, o escoger los componentes que formen su propia casa, e incluso intercambiarlos, modificar su propia vivienda de una forma sencilla a lo largo del tiempo. Los j¨®venes asistimos a un panorama en el que vemos que la vivienda es totalmente inaccesible. Y la pregunta es: ?por qu¨¦ no surgen empresas que puedan apostar por procesos econ¨®micos e industrializarlos, y que lleguemos de verdad a soluciones que tengan sentido y que abaraten esta vor¨¢gine tan prehist¨®rica de la construcci¨®n?

?A qu¨¦ se refiere cuando habla de prehistoria?

A ese tipo de construcci¨®n que condiciona el futuro. ?Hasta cu¨¢ndo? ?Cu¨¢nto tiempo van a durar las nuevas construcciones de ladrillo? ?Por qu¨¦ no podemos aspirar a una casa que en determinado momento se pueda desmontar, se pueda reciclar y los que vienen detr¨¢s puedan hacer otra cosa?

El equipo franc¨¦s de Anne Lacaton y Jean- Philippe Vassal va en esa l¨ªnea.

S¨ª, son una gente que nos interesa mucho, porque uno de los materiales fundamentales de un proyecto es el presupuesto: saber administrar y gestionar los recursos para dar lo m¨¢ximo con lo que tienes. En este sentido, Lacaton y Vassal ponen la intensidad en conseguir m¨¢s espacio pasando de grandes calidades en los materiales, por ejemplo.

Y renunciar al lujo que representa una fachada?

Y renunciar a lo accesorio. El arquitecto con criterio y no con sensibilidad. Se trata de manejar el presupuesto como un material del proyecto; que se dice as¨ª como muy r¨¢pido, pero que es la clave.

?No cree que existe el peligro de que esos planteamientos deriven simplemente hacia la vulgaridad de la mala construcci¨®n, una pregunta que planteaba Oriol Bohigas en un art¨ªculo sobre Lacaton y Vassal?

No deber¨ªa ser as¨ª. Nosotros lo que decimos es que los arquitectos en general estamos formados, y eso es lo que te transmiten en la escuela, para fomentar la parte m¨¢s creativa de nuestro trabajo. Y eso est¨¢ muy bien, pero ojal¨¢ esa creatividad se conduzca a lo que consideramos que es lo importante; no tanto a ver qu¨¦ revestimiento me invento, sino a ver qu¨¦ revestimiento me ofrece la tecnolog¨ªa que sea m¨¢s econ¨®mico y eficiente, y para que, adem¨¢s, pueda lograr otras cosas. O sea, mejorar la calidad del producto y no quedarnos exclusivamente, que es lo que suele pasar, en la forma, en la est¨¦tica; o sea, ir un poquito m¨¢s all¨¢.

Las nuevas tecnolog¨ªas que hacen posible todo esto plantean a los arquitectos retos colosales.

La situaci¨®n actual, desde nuestro punto de vista, conduce a un nuevo tipo de profesional que ya no es el del siglo XIX, como a¨²n se sigue formando en nuestras escuelas. Frente a esa idea del arquitecto-autor que no ced¨ªa, surge el equipo que trabaja en sinton¨ªa. Nosotros aqu¨ª trabajamos con un di¨¢logo continuo, a la par con otros profesionales. Es muy estimulante.

Y una mujer dando la cara en el equipo, ?qu¨¦ significa?

Nada, salvo que intentamos sacar lo mejor de todos. Yo no pienso ni que soy una mujer, ni que dejo de serlo. Al trabajar en equipo desaparece la personalidad de uno. Y aunque esto es as¨ª, y aunque en este momento en la Escuela de Arquitectura hay m¨¢s chicas que chicos, m¨¢s brillantes y con mejores resultados, eso es un hecho, resulta que la realidad es otra, y te encuentras con que hay muchos m¨¢s jefes que jefas, y muchas m¨¢s secretarias que secretarios, y m¨¢s catedr¨¢ticos que catedr¨¢ticas; es decir, una desigualdad tremenda.

El ecobulevar de Vallecas destaca por el uso de t¨¦cnicas muy innovadoras en esa especie de ¨¢rboles de aire.

S¨ª, pero esas t¨¦cnicas no las hemos inventado nosotros. Ten¨ªamos un presupuesto muy limitado para levantar esas estructuras, y para ello nos hemos servido de tecnolog¨ªas ya probadas. Nuestra creatividad se ha canalizado para encontrar la informaci¨®n y compatibilizar los componentes. Por ejemplo, nos hemos valido de patentes de la industria agroalimentaria instaladas en los invernaderos del sur de Espa?a, con esas nubes de agua que refrescan el ambiente, o en las pantallas t¨¦rmicas de control solar que tambi¨¦n se utilizan en los invernaderos.

?Qu¨¦ son realmente esas estructuras?

Viendo que el lugar era un erial en el que de pronto se levantar¨ªan cientos de viviendas, decidimos que la mejor manera de acondicionarlo como bulevar era con un bosque, con un mont¨®n de ¨¢rboles entretejidos que crearan una sensaci¨®n de confort. Pero como los ¨¢rboles tardan 15 o 20 a?os en crecer lo suficiente como para crear ese confort, ideamos tres pr¨®tesis temporales que supliesen esas condiciones y al mismo tiempo generasen un espacio de encuentro. Nos gusta decir que son elementos de low-tech [baja tecnolog¨ªa] en vez de high-tech [alta tecnolog¨ªa], porque est¨¢n pensados para ser f¨¢cilmente mantenibles, e incluso para que, mediante la venta de la energ¨ªa solar producida, puedan financiar su propio mantenimiento.

?De qu¨¦ planteamiento partieron?

Uno muy sencillo. ?Por qu¨¦ est¨¢s a gusto bajo un ¨¢rbol? Hay una evapotranspiraci¨®n de las hojas que genera un frescor en el aire. Ese microclima creado busca llamar la atenci¨®n como espacio bajo el que la gente se re¨²ne y los ni?os juegan, o se ve un partido en una pantalla. El proyecto es una apuesta por el espacio p¨²blico como lugar de encuentro, que es la esencia de la ciudad compacta, la ciudad mediterr¨¢nea.

?Qu¨¦ dice la gente al verlos?

La gente te dice: ?qu¨¦ invento! Pues no. Todo se reduce a hacer que las corrientes de aire se carguen de humedad, algo que viene de la arquitectura tradicional de Oriente Pr¨®ximo. Y al final, la gente te dice: pues resulta que esto va a ser como un botijo. Pues s¨ª.