Coordinaci¨®n familiar
La organizaci¨®n de la empresa familiar se complica a medida que las relaciones entre sus miembros van profesionaliz¨¢ndose. Situaci¨®n que, a mi juicio, surge cuando los miembros van incrementando su interacci¨®n conjunta en la soluci¨®n de conflictos.
El establecimiento de la oficina familiar (family office) es fruto de una necesidad de coordinaci¨®n de las relaciones entre los distintos miembros de una familia que va mas all¨¢ de un acuerdo de accionistas o de unos estatutos sociales, no viniendo marcada su necesidad por una estrategia jur¨ªdica.
En efecto, la organizaci¨®n familiar en muchos casos exige una vinculaci¨®n administrativa que garantice el orden en sus relaciones interpersonales. Curiosamente, se trata de un orden que no es estrictamente jur¨ªdico sino que trasciende al ¨¢mbito econ¨®mico, social, familiar o acad¨¦mico.
Las entidades financieras han encontrado en la gesti¨®n de los intereses familiares un negocio
En los ¨²ltimos a?os he asistido al nacimiento de un gran n¨²mero de oficinas familiares de muchos grupos empresariales, en los que mayoritariamente participan familias que asumen la direcci¨®n y coordinaci¨®n de aspectos cotidianos de su vida.
La complejidad de las familias implica en muchos casos que la gesti¨®n de estas oficinas sea asumida por entidades independientes a los grupos familiares, frecuentemente gestionados por entidades financieras, que han encontrado en la gesti¨®n de los intereses de estos grupos familiares un nuevo foco de negocio.
La idoneidad de la existencia de la oficina familiar la marca, a mi juicio, la madurez de la familia para adoptar conjuntamente soluciones. El marcado car¨¢cter financiero que se pretende dar a la instituci¨®n en muchos casos nos puede hacer olvidar que su utilidad, como instrumento integrador, va mas all¨¢ de un simple veh¨ªculo para la gesti¨®n de los recursos patrimoniales de la familia.
En muchos casos, las familias no deben olvidar que la utilidad y alcance de la oficina familiar se la da la propia familia y es ella misma la que establece y dimensiona su funcionamiento y competencias. Sin embargo, como instrumento de gesti¨®n com¨²n es inmejorable, ya se trate de un family office de gesti¨®n interna por parte de la familia o gestionado por una entidad financiera, ya que permite acceder a los miembros de la familia que queden bajo su paraguas, a una serie de beneficios o prerrogativas familiares que de otro modo no podr¨ªan disfrutar.
Las familias deben utilizan esta herramienta como veh¨ªculo para dirimir peque?os conflictos familiares que, de otro modo, dar¨ªan lugar a complicadas soluciones y que a trav¨¦s de la oficina familiar pueden solucionarse con poco esfuerzo a cambio de una gran dosis de consenso familiar.
Son muchas las familias que organizan su pol¨ªtica acad¨¦mica y formativa a trav¨¦s de una oficina familiar sin necesidad de elaborar complejos protocolos familiares que aborden este tema. Otras familias estructuran las obligaciones fiscales del grupo a trav¨¦s de una family office que se encarga de coordinar y supervisar las obligaciones tributarias de sus miembros y muchas acuden a esta estructura para supervisar la pol¨ªtica de seguros de vida, accidentes o enfermedad. E, incluso, en algunos casos, esta f¨®rmula ha servido para la coordinaci¨®n familiar en la utilizaci¨®n de propiedades comunes por los miembros de la familia o incluso para la distribuci¨®n del ocio familiar.
En cualquier caso, su utilizaci¨®n no es fruto de una moda, sino que debe responder a una necesidad espec¨ªfica de las familias y debe garantizar el entendimiento y el desarrollo futuro de las relaciones profesionales de la misma en el ¨¢mbito personal y en el empresarial.
?ngel Luis Valverde Huerta es socio de Cuatrecasas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.