"Mis familiares desaparecieron despu¨¦s de que nos separaran"
La segunda testigo en declarar fue Badria Said Jadar, de 56 a?os. Habl¨® sobre la frecuencia con la que los aviones bombardeaban Balis¨¢n entre 1987 y 1988 y los efectos que ten¨ªan sobre la poblaci¨®n en el Kurdist¨¢n iraqu¨ª. "Algunos bombardeos nos hac¨ªan vomitar. Nos lloraban los ojos, y otros debilitaban nuestra vista", explic¨®.
Adem¨¢s, narr¨® su largo peregrinar de pueblo en pueblo, huyendo de los bombardeos mientras iba perdiendo la vista hasta que finalmente se qued¨® ciega. Said dijo que en las operaciones murieron nueve de sus familiares, incluyendo sus padres, su marido y su hijo. "Mis familiares desaparecieron despu¨¦s de que nos separaran en el centro de detenci¨®n", relat¨®. Seg¨²n su testimonio, todos eran fotografiados y los hombres se quedaban detenidos mientras las mujeres y los ni?os eran transportados en camiones a la zona en la que viv¨ªan.
La testigo coment¨® las consecuencias que padece tras los bombardeos de 1988: "Tengo muchas dificultades para hablar y para respirar. Todo empez¨® despu¨¦s de los ataques del Ej¨¦rcito iraqu¨ª", dijo sollozando. "Quiero que el tribunal trate a Sadam como ¨¦l nos trat¨® a nosotros", concluy¨®.
La defensa del ex dictador dijo que las acciones en el Kurdist¨¢n iraqu¨ª respond¨ªan a la necesidad de limpiar la zona de tropas iran¨ªes y de guerrilleros kurdos.
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