El final de la pesadilla

"S¨®lo queremos volver de una vez". "Hasta que no lo veamos, no lo creeremos". Esperanza y escepticismo es lo que manifestaban ayer las familias vascas y catalanas que esperan desde principios de agosto entre la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y la vecina Rep¨²blica del Congo a que la embajada espa?ola autorice su vuelta con los ni?os adoptados en estos pa¨ªses. Hace dos d¨ªas lleg¨® a la zona un diplom¨¢tico enviado ad hoc por el Ministerio de Asuntos Exteriores para agilizar el retorno.

Estaba previsto que Javier Torrens y Natalia Castellanos, la ¨²nica pareja que adoptaba en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, tomaran anoche un vuelo desde la capital, Kinshasa, y llegaran hoy a las 9:15 a Barcelona con su hija. Al resto de las familias, que esperan en Brazzaville (capital de la Rep¨²blica del Congo), les han asegurado que volver¨¢n probablemente este mismo s¨¢bado, tambi¨¦n desde Kinshasa. Como en Brazzaville no hay embajada espa?ola, las autoridades belgas han colaborado expidiendo a los ni?os un visado para entrar en el espacio Schengen.

El retorno se ha acelerado por los enfrentamientos pol¨ªticos en la zona

El ¨²nico dato claro de esta historia es la voluntad del Ministerio de Asuntos Exteriores de traer de vuelta cuanto antes a las familias a causa de los enfrentamientos violentos que se han producido durante los ¨²ltimos d¨ªas en Kinshasa entre los partidarios del presidente congole?o, Joseph Kabila, y su vicepresidente y rival electoral, Jean Pierre Bemba.

Sobre lo sucedido con las adopciones, las instituciones no se ponen de acuerdo. Los matrimonios adoptantes, la Generalitat de Catalu?a y Adic (entidad encargada del proceso) aseguran que nadie les ha dicho exactamente qu¨¦ problemas ten¨ªan ni el expediente ni la sentencia de adopci¨®n dictada por las autoridades congole?as. El Ministerio de Asuntos Exteriores, sin embargo, afirma que hab¨ªa "vicios severos en la documentaci¨®n presentada que compromet¨ªan la validez de la adopci¨®n en Espa?a", seg¨²n un portavoz. Pero no indican cu¨¢les. La vuelta de las familias se va a producir por la situaci¨®n de emergencia en la zona, no porque la embajada haya validado las adopciones, as¨ª que desde el ministerio no se pronuncian sobre qu¨¦ va a pasar cuando los matrimonios intenten inscribir a los ni?os en el Registro Civil. "Los jueces dir¨¢n lo que proceda", se?al¨® un portavoz ministerial.

Para entender el trabalenguas burocr¨¢tico y jur¨ªdico, en primer lugar, hay que separar el caso de las seis familias de la Rep¨²blica del Congo del de la pareja de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo. En este ¨²ltimo pa¨ªs es donde est¨¢ situada la embajada espa?ola, y ya hab¨ªa habido adopciones previamente, aunque nunca a trav¨¦s de una entidad intermediaria, como en este caso. Las familias anteriores lo hab¨ªan hecho por libre, gestion¨¢ndola directamente a trav¨¦s de abogados y autoridades competentes, y no hab¨ªa habido problemas. "Lo de esta pareja no tiene explicaci¨®n", se?ala Ferran Barba, otro de los padres. "Les dec¨ªan: 'nos tra¨¦is esto y ahora s¨ª que os vais ya a Espa?a'. Y el siguiente d¨ªa, lo mismo. Han anulado el vuelo cuatro veces".

Por otro lado est¨¢n las seis familias de la Rep¨²blica del Congo, las primeras espa?olas que adoptan en este pa¨ªs, y lo han hecho a trav¨¦s de Adic, entidad autorizada por la Generalitat de Catalu?a en febrero de este a?o. La asociaci¨®n es la encargada de buscar a los ni?os hu¨¦rfanos en Congo y gestionar el proceso.

Las resoluciones judiciales de adopci¨®n de estas seis familias, que indicaban que los ni?os eran ya hijos suyos, fueron notificadas el 14 de julio. El 4 de agosto llegaron al pa¨ªs, y en la embajada no vieron claro el expediente. "Pero nadie nos dec¨ªa qu¨¦ estaba mal", se queja Ferran Barba.

La Generalitat decidi¨® suspender provisionalmente las actividades de Adic. "Pero no porque ellos hayan hecho nada incorrecto", especifica Jaume Funes, secretario de Familias e Infancia de la Generalitat, "sino por la confusi¨®n creada". "Hasta que el Ministerio no nos explique cu¨¢l es exactamente el problema, no tiene sentido que sigamos enviando all¨ª a m¨¢s familias", a?ade.