Salt, el pueblo de las 75 nacionalidades
Los extranjeros suponen un tercio de la poblaci¨®n de este municipio gerundense y viven ajenos al debate pol¨ªtico
Salt es uno de los municipios de Catalu?a con una tasa de inmigraci¨®n m¨¢s elevada. Marroqu¨ªes, gambianos, hondure?os, malianos, senegaleses, ecuatorianos, ghaneanos, rumanos y vecinos de hasta 75 nacionalidades conforman una tercera parte de esta poblaci¨®n contigua a Girona. Eso ha favorecido la proliferaci¨®n de una decena de asociaciones de compatriotas, sobre todo del Magreb, Gambia y Honduras. En general, los inmigrantes de Salt s¨®lo participan de la vida p¨²blica en actividades con sus paisanos y se reconocen desinformados y ajenos a la pol¨ªtica espa?ola y local. En los ¨²ltimos cuatro a?os han llegado m¨¢s de 4.000 nuevos inmigrantes, en la tercera y m¨¢s numerosa de las tres oleadas del ¨²ltimo siglo.
La plaza de Catalunya es uno de los puntos de encuentro de los vecinos procedentes de pa¨ªses muy dispares. Por los alrededores de la pista deportiva que ocupa el centro de la plaza, Barkha juega con su pat¨ªn. Tiene nueve a?os y naci¨® en Salt, pero toda su familia procede de Senegal, lo que le convierte en un pol¨ªglota espont¨¢neo. A pocos metros charlan Saldari, Lilian y Wilmer, tres hondure?os que llegaron entre hace cuatro y ocho a?os. Preguntados por su opini¨®n sobre el debate del hipot¨¦tico derecho al voto los tres se muestran sorprendidos. "No hab¨ªamos o¨ªdo nada", confiesan. "Nos sentimos muy al margen de la vida p¨²blica", a?ade Lilian, aunque Saldari recuerda que le gusta la pol¨ªtica y en su pa¨ªs particip¨® activamente en un partido pol¨ªtico.
Tampoco Seid, paquistan¨ª de 48 a?os, que desde hace ocho meses regenta un colmado en la plaza, hab¨ªa o¨ªdo hablar del posible cambio en la ley electoral. Hace nueve a?os que vive en Salt y, tras trabajar ese tiempo en la construcci¨®n, se ha animado a abrir su propio negocio. "No es f¨¢cil, pero los comienzos siempre cuestan", admite. Se le iluminan los ojos cuando habla de sus pr¨®ximas vacaciones en Pakist¨¢n. "Voy a pasar un mes y medio con mi familia", explica ilusionado. Seid admite que no habla el catal¨¢n y s¨®lo lo entiende un poco. Ninguno recuerda, sin embargo, que eso le haya conllevado nunca ning¨²n problema, "ni laboral ni de convivencia".
Quien s¨ª est¨¢ al d¨ªa del debate sobre el voto de los inmigrantes es Julia Aceituno, presidenta de la Asociaci¨®n de Hondure?os de la Provincia de Girona, con sede en Salt. Tambi¨¦n ella tuvo un protagonismo pol¨ªtico importante en su localidad natal, Talanga, donde militaba en el Partido Liberal. Julia reconoce que el PP le ha pedido que se incorpore en su lista electoral, pero ha rechazado la oferta. "Se lo agradezco mucho, pero yo tengo otra forma de ver las cosas, soy liberal". La hondure?a tambi¨¦n se muestra desilusionada por la forma de hacer pol¨ªtica en Espa?a. "Aqu¨ª carecemos de motivaci¨®n y participaci¨®n", concluye.
Las cifras de la inmigraci¨®n no alarman al alcalde de Salt, Jaume Torramad¨¦ (CiU), aunque admite que un 33% est¨¢ "por encima de lo que ser¨ªa deseable, tanto para los aut¨®ctonos como para las posibilidades de integraci¨®n de los inmigrantes".
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