"Mat¨¦ a mi hija porque no me obedec¨ªa"

Hina muri¨® en familia. La joven fue degollada por su padre, un inmigrante paquistan¨ª llegado a Italia en 1996. Su t¨ªo y su cu?ado aprobaron el asesinato y ayudaron al padre a enterrar el cad¨¢ver, con la cabeza hacia la Meca, en el huerto de casa. Hina ten¨ªa 20 a?os, conviv¨ªa con un italiano, trabajaba en una pizzer¨ªa, fumaba, luc¨ªa un tatuaje y se negaba a casarse en Pakist¨¢n con uno de sus primos, como hab¨ªa decidido la familia. Cuando le detuvieron, el padre lo explic¨® todo: "La mat¨¦ porque viv¨ªa con un italiano, era una puta y no me obedec¨ªa".

La muerte de Hina Salem, ocurrida el 11 de agosto en las afueras de Brescia, una ciudad industrial cercana a Mil¨¢n, reaviv¨® el debate sobre los l¨ªmites de la integraci¨®n de los inmigrantes musulmanes. Lo ocurrido en Brescia dej¨® al descubierto el autoaislamiento y las leyes internas de la comunidad de origen paquistan¨ª: muchos dentro de ella, seg¨²n la polic¨ªa, aprobaron la ejecuci¨®n de Hina. El padre asesino, Mohamed Salem, 55 a?os, fue ocultado durante dos d¨ªas por la comunidad. Y fue la comunidad la que le orden¨® entregarse, primero ¨¦l, luego sus c¨®mplices.

Hina conviv¨ªa con un italiano y se negaba a casarse en Pakist¨¢n con uno de sus primos

La desaparici¨®n de Hina Salem fue denunciada el 11 de agosto por Giuseppe Tempini, de 32 a?os, carpintero y compa?ero sentimental de la muchacha. Pero a¨²n estaba viva, probablemente encerrada en casa de sus padres. Fue degollada al d¨ªa siguiente y enterrada horas despu¨¦s en el huerto: una vecina vio a Mohamed Salem, Mohamed Tariq (50 a?os, hermano de Mohamed Salem) y Mahmud Zahid (27 a?os, esposo de la hermana mayor de Hina) cavando la tumba. Los tres hombres desaparecieron en un todoterreno rojo poco antes de que llegara la polic¨ªa.

El padre fue el primero en entregarse, el 14 de agosto. Dijo a los polic¨ªas que hab¨ªa actuado solo, en un momento de rabia tras una discusi¨®n con la hija, y asegur¨® que los dem¨¢s familiares se hab¨ªan limitado a ayudarle a sepultar el cuerpo. Ante el juez hizo valer su derecho a guardar silencio. La Fiscal¨ªa de Brescia, tras los primeros interrogatorios, sostiene una tesis distinta a la de Mohamed Salem y piensa que el crimen fue planeado al detalle. Todas las mujeres de la familia, incluida Bushra, la madre de Hina, y los menores de edad fueron previamente enviados a Pakist¨¢n.

Bushra Salem regres¨® el 18 de agosto, y sus primeras declaraciones ante la polic¨ªa culparon a la v¨ªctima: su hija Hina era "una mala musulmana" y el padre hab¨ªa "lavado la verg¨¹enza" de la familia. El jueves matiz¨® sus palabras. Dijo que no perdonaba a su marido y que no quer¨ªa volver a verlo, pero no ocult¨® que comprend¨ªa lo ocurrido y expres¨® un profundo desprecio por el novio italiano de Hina. Sus ¨²ltimas palabras ante los periodistas fueron tajantes: "Mohamed fue siempre un buen marido y un buen padre".

Mohamed Salem gozaba de respeto entre la comunidad musulmana de Brescia. Se le consideraba "duro" y "honrado", seg¨²n los testimonios de sus vecinos. Trabajaba como obrero en una f¨¢brica y hab¨ªa ahorrado lo suficiente para comprar un restaurante especializado en kebab. En primavera present¨® una solicitud para adquirir la nacionalidad italiana. Merec¨ªa respeto, pero ten¨ªa el problema de Hina. Si Hina no obedec¨ªa, la culpa era del padre. El estilo de vida de la muchacha era muy comentado en la comunidad musulmana. Todos esperaban que Mohamed Salem hiciera algo de una vez.

El conflicto de culturas segu¨ªa girando ayer sobre el cad¨¢ver de Hina Salem. Giuseppe Tempini, el novio, pidi¨® a las autoridades que los restos de Hina fueran enterrados en Brescia "porque Hina era italiana y se sent¨ªa italiana". La familia mantuvo la intenci¨®n de celebrar un funeral en Brescia antes de enviar el cuerpo a Pakist¨¢n para celebrar el entierro en Gujrat, la ciudad originaria de los Salem.