El Sevilla mete miedo

Ni la Copa de la UEFA fue una chiripa ni la Supercopa la perdi¨® el Bar?a. El Sevilla da miedo. Y ya no es por las patadas. El equipo de Juande Ramos ejecuta el juego con una dignidad y una eficacia al alcance de casi ninguno en este comienzo de Liga. De momento, ya es l¨ªder.

Al Sevilla le ha gustado eso de de dejar a los contrarios con cara de lelos. Sale como en estampida. Muy estirado delante y muy denso detr¨¢s. Y veloz, veloc¨ªsimo. Pero quiz¨¢ lo mejor es la confianza total en sus posibilidades. Ramos ha enterrado definitivamente al Sevilla de Joaqu¨ªn Caparr¨®s. El flamante campe¨®n de la Supercopa ha dejado el basti¨®n sobre la pe?a y ahora s¨®lo quiere espacio en la llanura para tocar, combinar y saetear.

A los tres minutos, ya hab¨ªa marcado Kepa, pero le anularon el gol por un liger¨ªsimo fuera de juego. Dio igual. Cuatro minutos despu¨¦s, Palop sac¨® largo, Kepa pein¨® hacia atr¨¢s y Kanout¨¦ se encarg¨® con su control de mandar a hacer g¨¢rgaras a ?lvaro y Deh¨² y, con su zurdazo posterior, a Cavallero.

Puerta y Navas estiraban el terreno, Kepa le pon¨ªa pendiente hac¨ªa la porter¨ªa levantinista y el resto del equipo descend¨ªa por esa agradable cuesta abajo. El ¨¦xtasis.

Conviene a?adir que el Levante colabor¨® en todo esto. El cuadro dirigido por el ex madridista Juan Ram¨®n L¨®pez Caro fue todo lo contrario a su oponente andaluz. Donde uno es inexpugnable el otro pesa menos que el aire. Si los anfitriones eran r¨¢pidos, los visitantes parec¨ªan una estrella de mar despistada en el oc¨¦ano.

Puerta lo intentaba una y otra vez -no le sali¨® lo imposible, lo dem¨¢s lo bord¨®-, pero fue una de las cl¨¢sicas penetraciones de Alves la que acab¨® con un centro magn¨ªfico que cabece¨® Kepa.

En la segunda mitad, el Sevilla sigui¨® fiel a su estilo de pegar el primer sopapo y a los cinco minutos Alves y Kepa se marcaron otra combinaci¨®n y el delantero gole¨® con el pie.

El resto del encuentro fue como un cortometraje de publicidad sevillista para sus seguidores. Poulsen demostr¨® que la mejor manera de cortar una pelota es por colocaci¨®n: interrumpiendo el pase, no el tobillo del centrocampista o punta de turno. El dan¨¦s recupera sin necesidad de recuperarse. En cuanto se queda con la pelota est¨¢ en disposici¨®n de darla otra vez, lo que le a?ade mucha velocidad al juego sevillista, ya de por s¨ª repleto de lebreles.

El Sevilla, que redonde¨® la goleada con otro tanto de Kepa al final, mete miedo, s¨ª, pero no como lo met¨ªa con Caparr¨®s.