El desasosiego marca el inicio del Festival de Venecia

La Mostra Cinematogr¨¢fica de Venecia arranca hoy bajo el signo del desasosiego. La apertura corresponde a La dalia negra, de Brian de Palma, filme que se anuncia denso, oscuro e inquietante. Sobre la isla del Lido se proyecta, por otra parte, la sombra ominosa de Roma, que en octubre celebra por primera vez su propio festival de cine, destinado a rivalizar en los pr¨®ximos a?os con el veneciano. La aparici¨®n de la competencia romana marcar¨¢ el rumbo de la Mostra.

La dalia negra se perfila, de antemano, como una de las grandes favoritas al Le¨®n de Oro. Se trata de una adaptaci¨®n de la novela hom¨®nima de James Ellroy, un atormentado escritor californiano varias veces traducido con ¨¦xito al celuloide (L. A. Confidential constituye el mejor ejemplo). La "dalia" de la historia se llamaba en realidad Elisabeth Short, naci¨® en Boston y fue asesinada en 1947. La muerte de Short obsesion¨® siempre a Ellroy, porque le recordaba la muerte de su propia madre, Geneva Hilliker, asesinada en 1948, cuando el escritor ten¨ªa 10 a?os, sin que se descubriera al culpable.

James Ellroy estar¨¢ en Venecia para respaldar la obra de Brian de Palma. "Ning¨²n otro director", dice, "habr¨ªa podido contar esa historia, causalmente peligrosa e invasivamente corrupta". Con ¨¦l acudir¨¢n al Lido el propio De Palma y la protagonista, Scarlett Johansson. Ser¨¢n las primeras celebridades de esta edici¨®n de la Mostra, la n¨²mero 63. En los d¨ªas siguientes aparecer¨¢n Sandra Bullock, Josh Hartnett, Kenneth Branagh, Meryl Streep, Sting, Juliette Binoche, Ethan Hawke, Jackie Chan, Val Kilmer y otros

En la l¨ªnea del negro desasosegante, otra de las piezas que concursan en Venecia es Hollywoodland, de Allen Coulter, con Adrien Brody y Ben Affleck: el gui¨®n se basa en el misterio que rode¨® la muerte, en 1959, del actor George Reeves, que interpretaba a Superman en una popular serie televisiva.

Fuera de concurso, pero en la misma l¨ªnea de sombra, se proyectar¨¢ Infamous, de Douglas McGrath, en la que Daniel Craig (el nuevo James Bond) interpreta a uno de los asesinos sobre los que Truman Capote escribi¨® A sangre fr¨ªa.

Stephen Frears, gran cronista cinematogr¨¢fico de la Inglaterra contempor¨¢nea, lleva al festival una propuesta curiosa: Queen, relato de los d¨ªas inmediatamente posteriores a la muerte de la princesa Diana de Gales.

El actor Emilio Est¨¦vez, uno de los hijos de Martin Sheen, concursa como director con otra reconstrucci¨®n, Bobby, sobre el d¨ªa de la muerte de Robert Kennedy. Y el altamente imprevisible Paul Verhoeven presenta Zwartboek, un drama ambientado en la II Guerra Mundial.

Temores privados en lugares p¨²blicos puede ser una maravilla o todo lo contrario: Alain Resnais, te¨®rico de la nouvelle vague y autor de una obra abundante y arquet¨ªpicamente francesa, lleva a Venecia una pel¨ªcula definida como "comedia coral".

El italiano Gianni Amelio, al¨¦rgico a los temas f¨¢ciles y eterno campe¨®n de la cinematograf¨ªa local, en una Mostra que prefiere los productos de importaci¨®n, presenta a concurso La estrella que no existe. Se trata de la historia de un obrero metal¨²rgico que pierde el empleo porque la factor¨ªa en la que trabaja es trasladada a China; descubre, sin embargo, que en la maquinaria vendida a los chinos hay una pieza defectuosa, y viaja a Shanghai para informar a los nuevos propietarios.

A todo esto hay que sumar Fallen, de Barbara Albert; The Fountain, de Darren Aronofsky; Golden door, de Emanuele Crialese; Children of Men, de Alfonso Cuar¨®n; Daratt, de Mahamat-Saleh Haroun; El intocable, de Benoit Jacquot; Paprika (animaci¨®n), de Satoshi Kon; Nue propriet¨¦, de Joachim Lafosse; Mushishi, de Katsuhiro Otomo; Quei loro incontri, de Jean Marie Straub y Daniele Huillet; Fangzhu, de Johnnie To; Hei yanquan, de Ming-Liang Tsai; Ejforija, de Ivan Vyrypaev; y Sang sattawat, de Apichatpong Weerasethakul; m¨¢s la tradicional "pel¨ªcula sorpresa", que, salvo sorpresa indecible, proceder¨¢ de Asia.

Fuera de concurso, el programa contiene propuestas intrigantes. Como Belle toujours, supuesta continuaci¨®n de la bu?ueliana Belle de jour, sin Catherine Deneuve pero con Michel Piccoli: s¨®lo el portugu¨¦s Manoel de Oliveira, que a sus 98 a?os no tiene ya man¨ªas ni complejos, pod¨ªa atreverse a algo as¨ª. De Oliveira recibi¨® un premio por su carrera en la anterior edici¨®n de la Mostra y ya dijo entonces que no pensaba bajar el ritmo de trabajo: una pel¨ªcula al a?o, por lo menos. No menos intrigante, y el t¨¦rmino se queda corto, resulta Baazham Sib Daari, primer filme del iran¨ª Bayram Fazli, definido como "una fantas¨ªa orwelliana con ribetes tarantinianos".