Mozart y Kafka, unidos por Praga
La ciudad se vuelca con dos de los artistas que m¨¢s se identificaron con ella
En el Teatro de los Estados se extinguieron las luces, se alz¨® el tel¨®n y sonaron por vez primera las notas de Don Giovanni. Si hemos de dar cr¨¦dito a las potentes im¨¢genes de Milos Forman en su pel¨ªcula Amadeus, la figura negra, descomunal, del Comendador de ultratumba ser¨ªa una transferencia de la figura del padre del propio compositor. Mozart tuvo que atrincherarse en la lejan¨ªa de Praga para ajustar cuentas a un progenitor sin duda bienintencionado, pero excesivo.
En Praga, Mozart se sent¨ªa bien. "All¨ª me entienden", dec¨ªa, y tambi¨¦n: "Mi orquesta est¨¢ en Praga". Cinco veces la visit¨®; all¨ª estren¨® dos ¨®peras, as¨ª como la Sinfon¨ªa Praga y algunas piezas m¨¢s. Los praguenses han adoptado al Don Giovanni como asunto propio; el Teatro Nacional de Marionetas la repone en dos sesiones diarias, que hacen las delicias de turistas f¨¢ciles (y amantes de las marionetas, m¨¢s que de Mozart).
Cuando el autor austriaco acud¨ªa a Praga sol¨ªa ser hu¨¦sped del matrimonio Dusek. Ellos eran los propietarios de Villa Bertramka (que ahora queda en el barrio renacido de Sm¨ªchov, y ha sido convertida en Museo Mozart) y tambi¨¦n de otros palacios, entre ellos la Casa del Sol Negro, en la plaza de la Ciudad Vieja.
Mozart fue agasajado en muchas mansiones de Praga. Hay unas treinta donde se le recuerda por alg¨²n concierto que dio, o al que asisti¨®. Le quer¨ªan y ¨¦l se dejaba querer. El poeta alem¨¢n M?rike, en su Mozart camino de Praga, hace un balance idealizado y un tanto injusto del mete¨®rico deslumbramiento que supuso para mel¨®manos y arist¨®cratas el paso del genio por la ciudad. No s¨®lo entr¨® en los palacios: raro es el templo que no se vanaglorie de que el m¨²sico tentara su ¨®rgano. Un caso especial es el monasterio de Strahov, en la colina Petrin, una visita irrenunciable; all¨ª, al parecer, mientras Mozart improvisaba, el organista titular fue transcribiendo lo que sonaba. Las variaciones de Strahov no figuran en el cat¨¢logo de Ludwig von K?chel, el estudioso que clasific¨® las composiciones mozartianas en el siglo XIX, pero la leyenda urbana de Praga las atribuye al autor de La flauta m¨¢gica.
En este aniversario -naci¨® en Salzburgo hace 250 a?os-, la capital checa se ha volcado. El proyecto Mozart Praga 2006 (www.mozartprague2006.com) es de los m¨¢s sustanciosos generados por la efem¨¦ride en Europa. Se ha remozado el Museo Mozart de Villa Bertramka. Acaba tambi¨¦n de abrirse una Casa de la M¨²sica en la antigua iglesia de la Magdalena (secularizada, sirvi¨® de todo: estafeta de correos, corrala de vecinos, archivo; la parte del claustro y monasterio ser¨¢ en breve hotel de lujo).
M¨¢s entra?able para los checos es el Museo Smetana (padre de la m¨²sica nacional, con una pieza dedicada al r¨ªo Moldava que es un hito de la m¨²sica argumental), junto al puente de Carlos. Las citas y actividades musicales de Praga son envidiables, aunque algunas veladas en iglesias o palacetes est¨¦n pensadas, como lo de las marionetas, para turistas agradecidos.
El escritor y su entorno
Mozart tiene en Praga un serio competidor, sin necesidad de aniversarios, y en cierto modo, un c¨®mplice: Kafka. Otro que le ajust¨® las cuentas al padre. Desde hace s¨®lo unos meses se anuncia en la ribera de Mal¨¢ Strana un nuevo Museo de Kafka. En realidad se trata de una exposici¨®n (originada en Barcelona) sobre el escritor y su entorno, que se queda aqu¨ª de manera permanente. Algo que los turistas parec¨ªan pedir a gritos. En las d¨¦cadas comunistas, el r¨¦gimen dej¨® a oscuras la figura de Kafka. Ahora, de s¨²bito, se ha multiplicado su presencia.
Lo curioso es que el escritor no menciona en sus obras mayores (s¨ª en diarios y cartas) ning¨²n lugar concreto de Praga. Pero los decorados an¨®nimos de historias como El proceso o El castillo permiten adivinar rincones reales. No le debi¨® de resultar dif¨ªcil convertir en met¨¢fora las calles y recovecos de lo que llama Angelo Maria Ripellino (en Praga m¨¢gica) "una especie de manicomio metaf¨ªsico", una defenestraci¨®n absoluta. Pero al margen de los escritos est¨¢n los lugares que frecuent¨® el escritor jud¨ªo. La ruta de Kafka es actualmente la m¨¢s aprovechada por gu¨ªas y agencias, documentada en folletos o libros (como el escrito por Josef Cerm¨¢k, responsable junto con Juan Ins¨²a de la exposici¨®n-museo ya citada).
La Casa del Unicornio
Lugares que se anillan en torno a la plaza de la Ciudad Vieja, donde est¨¢n la casa natal (ahora convertida en restaurante de moda), el palacio Kinsky (liceo de Kafka adolescente y tienda paterna en los bajos, ahora librer¨ªa), la Casa del Unicornio (donde Berta Fanta acog¨ªa a contertulios y Einstein tocaba el viol¨ªn), la calle Celetn¨¢, la juder¨ªa o barrio Josefov (donde hace s¨®lo un par de a?os, junto a la morisca Sinagoga Espa?ola, se erigi¨® el primer monumento a Kafka). Una estatua de Jaroslav R¨®na que nadie comprende, o sea, bastante kafkiana. El escritor aparece diminuto, subido a los hombros de una figura bronc¨ªnea, tremenda, sin cabeza ni rostro. ?Su padre? Como Mozart, Kafka aprovech¨® la lejan¨ªa (cuando convalec¨ªa en Zelizy) para escribir en 1919 (cinco a?os antes de morir) la c¨¦lebre Carta al padre. M¨¢s que un memorial de agravios, un enfermizo escrutinio del propio sentimiento de culpa.
Praga es una enzima para esa suerte de procesos subconscientes y ajustes de cuentas. Tiene mucho de iceberg, de ciudad sumergida en sus propios pruchody o pasadizos sombr¨ªos, en sus propias humedades y emanaciones. Claro que tambi¨¦n eso est¨¢ mudando, r¨¢pidamente: la Praga desconchada se lava aprisa la cara, aflora su mejor sonrisa barroca, transmuta su carne en oro. El merchandising es ahora el padre, imparable e implacable.
GU?A PR?CTICA
C¨®mo ir- CSA Czech Airlines (915 42 61 66 y 934 15 60 46; www.czechairlines.com) tiene dos vuelos diarios a Praga desde Madrid y Barcelona; ida y vuelta desde Madrid, a partir de 243,06 euros, tasas y cargos incluidos.- Smart Wings (www.smartwings.net; 902 15 84 68), compa?¨ªa de bajo coste que vuela a Praga desde Madrid, Palma de Mallorca y Barcelona, con tasas desde 87,35 euros ida y vuelta.- Iberia (www.iberia.es; 902 400 500) vuela a Praga desde Madrid y Barcelona. Comprando con antelaci¨®n, ida y vuelta desde Madrid, desde 271,24, tasas y gastos incluidos.- Swiss (www.swiss.com; 901 11 67 12), con una escala; desde Madrid ida y vuelta, desde 195,60, todo incluido.Dormir y comer- Hotel M?venpick Prague (00 42 02 57 15 11 11; www.moevenpick-prague.com). Mozartova, 261. Est¨¢ a s¨®lo unos pasos de Villa Bertramka; situado en un parque, los dos cuerpos separados del hotel se unen mediante un telef¨¦rico. Vistas asombrosas. La doble, desde 99 euros.- Restaurante de Villa Bertramka(00 42 02 57 31 67 53). Mozartova, 169.- Restaurante Kafka. En la propia casa natal del escritor (junto a San Nicol¨¢s). Plaza de la Ciudad Vieja.- Cervecer¨ªa Novometsky Pivovar(00 42 02 22 23 24 48). Vodickova, 20 (cerca de la plaza Wenceslao). Un lugar simp¨¢tico, donde siguen haciendo su propia cerveza.Informaci¨®n- www.mozartpraha2006.cz.- www.mozartprague2006.com.- www.czechtourism.com.- Oficina checa de turismo en Madrid (913 45 71 12).
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