"Dejar confinados en Canarias a los inmigrantes es indeseable"

El presidente del Gobierno de Canarias, Ad¨¢n Mart¨ªn Menis (de Coalici¨®n Canaria), es de los pocos pol¨ªticos canarios que han visitado a los subsaharianos llegados a las islas. "Cuando les miro a los ojos, me transmiten una infinita tristeza y desconcierto, sin que falte una sonrisa esperanzada por sentirse seguros despu¨¦s de una dura experiencia". Entrevistarlo es todo un reto. Un d¨ªa est¨¢ en Madrid, otro en Bruselas, Miami o Rabat. Esta vez contesta el cuestionario durante su visita oficial a Cabo Verde, pero ni en la distancia.

Pregunta. Desde antes de verano usted declara que Canarias est¨¢ en "alerta roja".

Respuesta. Durante la primavera hab¨ªa anunciado que est¨¢bamos en "alerta naranja" para llamar la atenci¨®n de las autoridades espa?olas y europeas sobre el agravamiento del drama humanitario que representa la inmigraci¨®n clandestina por medio de cayucos.

"Esto es un problema de Estado, de todas las comunidades aut¨®nomas. Si no lo afronta el Estado, ?para qu¨¦ sirve el Estado"

"La alianza de civilizaciones debe empezar por la propia casa. La que se dice la octava potencia del mundo no debe permitirse tal debilidad diplom¨¢tica"

P. Si los inmigrantes llegan al puerto, son atendidos por la Cruz Roja, los llevan a comisar¨ªa, al juzgado, a un campamento donde est¨¢n aislados y los embarcan en aviones a la Pen¨ªnsula, ?en qu¨¦ afecta este fen¨®meno a la vida de las islas y a su Gobierno?

R. La vida ciudadana en Canarias no se ha alterado. En lo que respecta a la Administraci¨®n p¨²blica, hay que tener en cuenta que todos los menores se quedan en Canarias. Y todos los inmigrantes que necesitan cualquier asistencia m¨¦dica son atendidos por el Servicio Canario de Salud, ante las carencias de la Sanidad Exterior del Estado. Pero esa misma reciprocidad la requerimos con los menores, donde hasta ahora el Estado viene inhibi¨¦ndose, protegi¨¦ndose con cuestiones competenciales.

P. ?Este fen¨®meno afecta a la imagen tur¨ªstica de las islas?

R. No hay constancia efectiva de ello. En el verano la afluencia ha experimentado la misma evoluci¨®n positiva que otros destinos tur¨ªsticos. A medio y largo plazo es dif¨ªcilmente predecible.

P. ?Cu¨¢ntos menores extranjeros tutela su Gobierno?

R. Hoy tenemos 626 menores inmigrantes acogidos. Hasta el a?o pasado la gran mayor¨ªa eran marroqu¨ªes, que en buena medida acaban fug¨¢ndose, porque su edad media era alta, de m¨¢s de 17 a?os. Ahora casi todos son subsaharianos, con una edad media de 15 a?os, y se quedan en los centros.

P. ?A qu¨¦ departamentos del Estado y Europa ha propuesto oficialmente que a estos chicos se les aplique la Ley de Extranjer¨ªa antes que la Ley del Menor?

R. No hemos propuesto que se aplique la Ley de Extranjer¨ªa en lugar de la Ley del Menor. Estamos demandando cambios en ambas leyes para adaptarlas a la realidad. Ni la Ley de Extranjer¨ªa contempla el fen¨®meno de la inmigraci¨®n masiva en cayucos, ni la del Menor recoge adecuadamente la espec¨ªfica problem¨¢tica de los menores inmigrantes.

P. ?Qu¨¦ le han respondido las organizaciones internacionales de defensa de la infancia a las que pidieron ayuda?

R. La consejera de Empleo y Asuntos Sociales se entrevist¨® con Unicef. Se les ha pedido que se involucren con los pa¨ªses de origen para que eviten a sus menores las situaciones de alto riesgo. Hemos encontrado buena disposici¨®n.

P. ?Qu¨¦ mensaje env¨ªa a las comunidades aut¨®nomas que ya han protestado contra el env¨ªo de inmigrantes desde Canarias?

R. Todo el mundo ha de ser consciente de que estos emigrantes llegan a Espa?a y a Europa por la puerta de Canarias. Dejarlos confinados en Canarias es imposible e indeseable. Si hemos de ejercer con firmeza nuestro car¨¢cter de frontera de Europa, tambi¨¦n estamos obligados a ser el Pepito Grillo de ?frica en Espa?a y en Europa, para que frag¨¹en las m¨²ltiples acciones de cooperaci¨®n internacional para encauzar este problema. Pero esa cooperaci¨®n ha de comenzar dentro de Espa?a con los ni?os extranjeros. Si somos capaces de misiones pacificadoras en el exterior, tambi¨¦n hemos de serlo de misiones acogedoras en el interior.

P. ?C¨®mo las va a convencer de que tambi¨¦n asuman la tutela de centenares de menores?

R. Las propuestas que est¨¢n avaladas por el sentido com¨²n terminan por abrirse paso. Pero pocas veces en mi vida he tenido la certeza moral de que nuestra actitud es la correcta cuando trabajamos en los dos sentidos: para frenar y moderar y para integrar tambi¨¦n lo m¨¢s dignamente posible.

P. ?Y si no aceptan su petici¨®n?

R. Esto es un problema de Estado, de todas las comunidades aut¨®nomas. Si no lo afronta el Estado con car¨¢cter proactivo y no defensivo, ?para qu¨¦ est¨¢ el Estado?

P. Tras entrevistarse con los l¨ªderes de Marruecos, Mauritania, Senegal y Cabo Verde, ?c¨®mo cree que evolucionar¨¢ este fen¨®meno?

R. A corto plazo es posible que se reduzca la presi¨®n, si el Estado hace con los pa¨ªses subsaharianos el mismo esfuerzo que hizo con Marruecos desde 2005. La preconizada "alianza de civilizaciones" debe empezar en la propia casa. La que se dice la octava potencia del mundo no puede permitirse tal debilidad diplom¨¢tica en ?frica.