Los caminos del destino

Sorpresiva ganadora de la pasada edici¨®n del Festival de San Sebasti¨¢n, donde no contaba pr¨¢cticamente en ninguno de los pron¨®sticos (como tampoco contaba Ana Geislerov¨¢ para el galard¨®n de mejor actriz, que finalmente se llev¨®). Algo parecido a la felicidad es un adusto, bien que inteligente y muy sutil artefacto que muestra, casi como sin querer, la existencia cotidiana de varios j¨®venes a quienes la vida pone a prueba. No se trata de pruebas definitivas, ni m¨¢s dram¨¢ticas que lo justo para hacer que la peripecia se aguante; pero de ellas todos saldr¨¢n de alguna manera modificados. Y algunos hasta descubrir¨¢n verdades que se hab¨ªan estado negando.

Tiene el filme de Slama, un profesional rigurosamente desconocido entre nosotros (por cierto, ?cu¨¢ntos a?os hac¨ªa que no ve¨ªamos de estreno una pel¨ªcula del Este?), los modos personales y el hablar pausado que asociamos al viejo cine de autor. Nada es en el filme f¨¢cil, entre otras cosas porque de lo que habla (de renuncias, de amores contrariados, de maternidades conflictivas) no lo es; si acaso, lo que destaca con m¨¢s fuerza, por encima de la excelente plasmaci¨®n de ambientes y el notable dibujo de los personajes, es la voluntad de hablar sin estridencias, de contar una historia como sin concederle ninguna importancia: no hay ret¨®rica alguna en sus im¨¢genes, ni golpes de efecto; e incluso cuando el gui¨®n ordena una situaci¨®n particularmente dram¨¢tica (como el regreso de la madre, justamente la magn¨¦tica Geislerov¨¢, para recoger a sus hijos en el cumplea?os), la secuencia culmina con un corte seco, y a otra cosa.

Fuerte cotidianidad

Este deseo de hablarle al espectador como a un igual, junto a la solidez de unos personajes de fuerte cotidianidad, hace del filme un ajustado muestrario de situaciones nada cinematogr¨¢ficas, entendiendo como tales la espectacularidad y el ¨¦nfasis excesivo; pero s¨ª un buscado, y muy logrado, compendio de trozos de vida, de existencias que parecen poder continuar incluso m¨¢s all¨¢ de los t¨ªtulos de cr¨¦dito finales.

Toda estridencia est¨¢ aqu¨ª ausente, aunque se hable de enfermedades terminales, aunque uno de los personajes (otra vez, la madre) sea un ser perfectamente bipolar y aunque por el aire floten viejas enemistades familiares, renuncias y enga?os apenas disimulados. Filme adusto y s¨®lido, inspirado buceo por las vidas de seres sin historia, Algo parecido a la felicidad viene a mostrar que buena parte del buen cine que se hace hoy por hoy en Europa est¨¢ fuera de nuestro alcance (seguramente no hubi¨¦ramos visto el filme de Slama sin la Concha donostiarra) y es eso un pecado de lesa cultura.