El gesto de la esposa

La l¨ªnea de resistencia, de educada protesta, por prescindir de Pasqual Maragall para una legislatura le ha salido al PSC por donde menos lo esperaba. Ha sido una protesta al mismo tiempo clara, inequ¨ªvoca, pero limitada. La ha protagonizado la esposa del presidente, Diana Garrigosa, y ha consistido, simplemente, en solicitar la baja como afiliada del PSC tras el desaire a su marido.

Garrigosa ha desempe?ado su papel como primera dama con una discreci¨®n total. Como hab¨ªa hecho en la etapa municipal. A diferencia de su antecesora, Marta Ferrusola, no ha emitido opiniones pol¨ªticas sobre asuntos de actualidad, no ha terciado en pol¨¦micas. Y ello, a pesar de que su militancia pol¨ªtica no es un secreto para nadie. Diana Garrigosa, que est¨¢ casada con Maragall desde 1966 y procede de un medio familiar progresista, se afili¨® en 1974 a Converg¨¨ncia Socialista de Catalunya, uno de los antecedentes inmediatos del PSC, del que ha formado parte hasta ahora.

No es la primera vez que Diana Garrigosa choca con el aparato del PSC y esa desavenencia trasciende. La m¨¢s conocida fue la ocasi¨®n en que particip¨® a cara descubierta en el intento del entonces alcalde Pasqual Maragall de hacerse con el control de la federaci¨®n de Barcelona del PSC, en 1996. El fracasado intento termin¨® con la inesperada renuncia de Maragall a la alcald¨ªa y su marcha a Roma. Garrigosa particip¨® en el lance en su condici¨®n de afiliada y miembro del consejo de la federaci¨®n de Barcelona.

Entonces como ahora, Ernest Maragall actuaba como brazo ejecutor de su hermano. Su nombramiento como secretario del Gobierno de la Generalitat ha sido uno de los pocos gestos de autoridad personal que el presidente ha podido llevar a cabo en los 1.000 d¨ªas de esta legislatura. Ernest ha sido el encargado de librar una brega diaria por la delimitaci¨®n de los espacios de poder con los aliados de Esquerra.

La c¨²pula socialista actual tiene la intenci¨®n de seguir contando con Ernest en la nueva legislatura, seg¨²n aseguran destacados dirigentes muy pr¨®ximos a Montilla. Ernest fue el encargado de presentar el viernes el proyecto de programa electoral del PSC para las elecciones del 1 de noviembre.

La discreci¨®n de Garrigosa no le ha impedido apoyar a su marido cuando lo ha juzgado conveniente. Eso fue cuando particip¨® activamente en la campa?a electoral con Ciutadans pel Canvi, la plataforma maragallista cuyo futuro es ahora mismo un interrogante abierto.

No hay duda de que Ciutadans pel Canvi prefer¨ªa la candidatura de Maragall a la de Montilla, que ya se ha organizado su propia plataforma de apoyo. Sucede, sin embargo, que las principales figuras p¨²blicas de Ciutadans pel Canvi, como el actual consejero de Justicia, Josep Mar¨ªa Vall¨¨s, y los diputados ?lex Masllorens, Carme Valls y Ramon Espasa han cumplido ya las dos legislaturas consecutivas que permiten las normas internas de su organizaci¨®n.