"Los ni?os tendr¨¢n que estudiar que hay ocho planetas"
Los avances de la astrof¨ªsica en la ¨²ltima d¨¦cada han sido "espectaculares", en palabras de la astr¨®noma francesa Catherine Cesarsky, de 63 a?os, reci¨¦n elegida presidenta de la Uni¨®n Astron¨®mica Internacional (UAI), una asociaci¨®n que agrupa a 10.000 astr¨®nomos de todo el mundo. Cesarsky pone un ejemplo: si el universo fuera la humanidad, hace cinco a?os los historiadores pod¨ªan reconstruir su historia hasta la Edad Media; hoy, pueden ver el comienzo de la especie humana. Es decir, los telescopios m¨¢s potentes observan hoy galaxias formadas muy poco despu¨¦s del origen del cosmos. Pero no es s¨®lo eso. Los telescopios espaciales lanzados en los ¨²ltimos a?os, capaces de detectar radiaci¨®n que no ven ni los telescopios basados en tierra ni el ojo humano, han permitido estudiar fen¨®menos sobre los que no se sab¨ªa nada o casi, desde el nacimiento de una estrella a los agujeros negros.
"A partir de ahora hay ocho planetas. Despu¨¦s est¨¢n Ceres y Plut¨®n y la clase de objetos como ellos, que son planetas enanos"
"En astronom¨ªa, m¨¢s lejos significa m¨¢s atr¨¢s en el tiempo. Ahora podemos ver galaxias como eran hace m¨¢s de 13.000 millones de a?os"
Eso, en cuanto a los ¨²ltimos 10 a?os. ?Y los pr¨®ximos diez? En esta entrevista Cesarsky -formada en Argentina, repasa los proyectos m¨¢s ambiciosos en la agenda de los astr¨®nomos. Entre ellos, los telescopios ¨®pticos con espejos de 30 metros y m¨¢s; antenas repartidas por el planeta trabajando de forma coordinada; y constelaciones de sat¨¦lites para buscar planetas parecidos a la Tierra. No en vano la nueva presidenta de la UAI empezaba flamante su primer discurso como tal diciendo: "?Qu¨¦ afortunados somos los astr¨®nomos!".
Pregunta. La han elegido presidenta en la misma reuni¨®n en que han destituido a Plut¨®n como planeta.
Respuesta. Todos los astr¨®nomos hab¨ªamos reconocido que Plut¨®n es distinto de los restantes planetas del sistema. Y cuando se empezaron a detectar cuerpos como 2003UB313
apodado informalmente Xena, cuando qued¨® claro que m¨¢s all¨¢ de Neptuno hab¨ªa otros objetos parecidos a Plut¨®n, fue por supuesto un avance en el conocimiento, pero tambi¨¦n hizo que nos replante¨¢ramos la nomenclatura. O bien aceptamos m¨¢s planetas, o bien dejamos de considerar a Plut¨®n como tal. Pero la cosa hab¨ªa quedado en el aire.
P. La propuesta inicial de la UAI fue ampliar a 12 el n¨²mero de planetas, ?no?
R. La intenci¨®n de la UAI era la de definir qu¨¦ es un planeta. La UAI cre¨® un grupo de trabajo de 19 expertos que deb¨ªan haber dado una respuesta hace seis meses. Pero no se pusieron de acuerdo entre ellos. Entonces el Comit¨¦ Ejecutivo de la UAI pens¨® que los planetas no son s¨®lo de los astr¨®nomos, tambi¨¦n son del p¨²blico, y form¨® un comit¨¦ de seis miembros integrado, adem¨¢s de por astr¨®nomos, por personas acostumbradas a hablar con el p¨²blico. Ellos me pidieron que me uniera a ellos, y en dos d¨ªas optamos por lo que nos pareci¨® la soluci¨®n m¨¢s simple, utilizar s¨®lo el criterio de la autogravedad: un planeta ser¨ªa un cuerpo con la suficiente masa como para tener autogravedad. Con esa definici¨®n ahora tendr¨ªamos 12 planetas y varios candidatos m¨¢s.
P. ?Puede explicar ese concepto de autogravedad?
R. Una piedra o una roca se mantiene unida por la cohesi¨®n entre sus granos, no por su fuerza de gravedad. Lo mismo ocurre con un asteroide. En cambio los cuerpos de m¨¢s masa, como los planetas, se mantienen cohesionados gracias a su fuerza de gravedad, que atrae a todo hacia el centro. Tambi¨¦n hace que los planetas tiendan a tener forma redondeada.
P. Entonces, ?a partir de qu¨¦ masa puede un cuerpo ser considerado planeta?
R. Depende del material de que est¨¦ hecho, por eso no podemos dar un valor absoluto. Pero todo cuerpo de m¨¢s de 800 kil¨®metros de di¨¢metro y 500 trillones de kilogramos est¨¢ regido por la autogravedad.
P. En cualquier caso la propuesta de ese grupo no fue aceptada.
R. En realidad lo ¨²nico que ha cambiado respecto a nuestra propuesta fue que ahora se incluye el criterio de que el planeta debe limpiar la ¨®rbita. Eso hace que Plut¨®n no sea ya un planeta. En nuestra propuesta s¨ª lo era, aunque quisimos reconocer que era distinto y por eso creamos una clase para ¨¦l y otros cuerpos similares a ¨¦l.
P. ?Qu¨¦ tendr¨¢n que estudiar ahora los ni?os en el colegio?
R. Que hay ocho planetas, los cl¨¢sicos. Despu¨¦s est¨¢n Ceres y Plut¨®n y la clase de objetos como ellos, que son planetas enanos, y los peque?os cuerpos del sistema solar, una categor¨ªa que agrupa los asteroides, los cometas, la mayor¨ªa de los transneptunianos, etc¨¦tera. Plut¨®n es adem¨¢s el prototipo de los nuevos planetas enanos m¨¢s all¨¢ del planeta Neptuno que se est¨¢n encontrando, y que son los m¨¢s grandes de los transneptunianos.
P. ?Hay una estimaci¨®n de cu¨¢ntos planetas enanos hay entre los transneptunianos?
R. Tenemos ya una lista de candidatos. Puede que lleguemos al centenar, pero miles... me extra?ar¨ªa.
P. ?Le ha sorprendido la reacci¨®n tan intensa por parte del p¨²blico?
R. No, la estamos esperando, y tratamos de tomarla en consideraci¨®n.
P. ?Y la de los astr¨®nomos?
R. A mi no, sab¨ªa que iba a ser as¨ª y lo advert¨ª al comit¨¦. Menos mal que en la votaci¨®n hubo una mayor¨ªa bastante amplia.
P. ?C¨®mo ha cambiado nuestra percepci¨®n del cosmos en los ¨²ltimos 10 a?os?
R. Los avances han sido espectaculares. No s¨®lo porque podemos observar objetos aparentemente m¨¢s d¨¦biles, y que en realidad est¨¢n mucho m¨¢s lejanos. En astronom¨ªa estos astros son mucho m¨¢s interesantes, porque m¨¢s lejos significa tambi¨¦n m¨¢s atr¨¢s en el tiempo. Es como si un ni?o te escribe una carta, pero la carta tarda tanto en llegar que, cuando finalmente llega, el ni?o ya creci¨®. Pero la carta s¨®lo te trae informaci¨®n del ni?o, no del adulto. Si estudi¨¢ramos la historia de la humanidad, es como si antes no pudi¨¦ramos retroceder m¨¢s all¨¢ de la Edad Media y de golpe, pudi¨¦ramos retroceder hasta el principio de la humanidad.
P. ?Hasta d¨®nde llegamos, hasta d¨®nde podemos retroceder en el tiempo?
R. Sabemos que el universo tiene 13.700 millones de a?os, y vemos galaxias como eran hace m¨¢s de 13.000 millones de a?os. Y eso nos permite estudiar la evoluci¨®n del universo.
P. ?Tan grande ha sido el cambio en 10 a?os?
R. Incluso en menos, en cuatro o cinco. Gracias a los telescopios m¨¢s grandes en Tierra, y tambi¨¦n al telescopio espacial Hubble. Antes, cuando ten¨ªamos una galaxia tan lejana le d¨¢bamos mil y una vueltas, era algo excepcional. Ahora, en la reuni¨®n que acabamos de mantener en Praga hab¨ªa una secci¨®n entera dedicada a galaxias del principio del universo.
P. En los ¨²ltimos a?os tambi¨¦n ha habido numerosos telescopios capaces de detectar otra luz que el ojo humano no ve.
R. S¨ª, ¨¦se es el otro gran avance de los ¨²ltimos tiempos. Ahora podemos estudiar desde el universo m¨¢s fr¨ªo a los fen¨®menos m¨¢s energ¨¦ticos, las explosiones de rayos gamma.
P. Con esta mayor capacidad de exploraci¨®n, ?qu¨¦ preguntas se consideran resueltas y qu¨¦ nuevas cuestiones han surgido?
R. A¨²n debemos entender en detalle c¨®mo se forman las estrellas y despu¨¦s las galaxias, y por qu¨¦ hay galaxias el¨ªpticas y espirales, cu¨¢les se han formado antes y cu¨¢les despu¨¦s. Pero creo que lo resolveremos en breve. En cambio hace unos a?os se descubri¨® que el universo se expand¨ªa de forma acelerada, por una energ¨ªa oscura. Y adem¨¢s sabemos que gran parte del universo es materia oscura, un tipo de materia que no vemos y cuya naturaleza desconocemos. Estas dos cuestiones, la energ¨ªa negra que genera la expansi¨®n acelerada del universo, y la materia oscura, siguen siendo candentes.
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