El manantial salado de L¨¦niz
Visita a la f¨¢brica-museo de Leintz Gatzaga, al sur de Guip¨²zcoa
El valle de L¨¦niz, en el sur de Guip¨²zcoa, guarda un tesoro. Se trata de un manantial salado que durante siglos hizo de este lugar uno de los m¨¢s codiciados de la zona debido a las cuantiosas ganancias que produc¨ªa el comercio de sal. Para explotar estas fuentes naci¨®, encaramada en una ladera y envuelta en densos bosques, la villa medieval de Salinas de L¨¦niz, hoy Leintz Gatzaga. El primer documento conocido sobre el lugar data del siglo X, y sorprende el ingenioso m¨¦todo que desarrollaron en la localidad para obtener la sal. La producci¨®n era muy rudimentaria, y se hac¨ªa en ocho casas construidas en torno a un pozo donde se almacenaba agua salada. Un sistema de canales de madera la distribu¨ªa a cada edificaci¨®n donde estaban las dorlas (calderas de hierro que se calentaban con le?a para evaporar el agua y obtener la sal). Con este sistema, hab¨ªa que velar el fuego d¨ªa y noche para que permaneciera encendido y cuidar de que la sal no cristalizara. La producci¨®n se realizaba de julio a diciembre, y el resto del tiempo se acopiaba le?a de los bosques cercanos.
En 1834, unas inundaciones destrozaron las salinas y acabaron con este peculiar sistema de producci¨®n. Posteriormente volvi¨® a explotarse el manantial, pero ya de una forma fabril, con la empresa Productos L¨¦niz, que introdujo innovaciones en el funcionamiento de la fuente, como la incorporaci¨®n de una impresionante rueda de cangilones, enteramente de madera, para sacar agua del pozo salino y que aseguraba el flujo por toda la f¨¢brica. La actividad termin¨® en 1972 debido al elevado coste de producci¨®n frente a la sal marina.
Las instalaciones rehabilitadas acogen hoy el Ecomuseo de la Sal, donde se explica a los visitantes la historia del pueblo y el proceso de producci¨®n frente a una dorla reconstruida, y se muestra en funcionamiento la rueda de cangilones.
Adem¨¢s de la riqueza que aport¨® a la localidad el comercio del llamado oro blanco, Salinas de L¨¦niz se convirti¨® en la entrada a Guip¨²zcoa de las caravanas cargadas de lana que iban desde Castilla hasta los puertos del Cant¨¢brico. Por su centro urbano pasaba el Camino Real, que comunicaba Madrid con el mar y por el que transitaron importantes personajes, incluidos reyes, lo que se refleja en su casco hist¨®rico, del siglo XVI, ya que el anterior fue arrasado por un incendio. El recinto amurallado contaba con siete puertas, de las que se conservan cinco, y dentro se suceden casas solariegas y palacios, como los de Garro, Soran y Elexalde, con grandes escudos nobiliarios que hablan de pasadas ¨¦pocas de esplendor. Destacan la parroquia de San Mill¨¢n y la fuente de 12 ca?os conocida como el As de Copas.
Por ¨²ltimo, siguiendo las se?ales que parten del museo, se puede hacer una ruta que lleva al nacedero del r¨ªo Deba en el Alto de Arlab¨¢n, donde est¨¢ el humilladero de la Virgen de Dorleta, patrona de los ciclistas, y un poco m¨¢s adelante, el santuario, con una talla g¨®tica de la Virgen.
GU?A PR?CTICA
- Ecomuseo de la Sal (943 71 47 92). Dorleta Bidea, s/n. Leintz Gatzaga. Visitas: s¨¢bados, 12.00 y 17.30 (euskera); 13.00 y 18.30 (castellano); domingos, 12.00 (euskera) y 13.00 (castellano). Precio: 3 euros; ni?os hasta 12 a?os, gratis.Visitas entre semana para grupos con petici¨®n previa.
Comer y dormir
- Gaztainuzketa
Mendi Etxeak (943 71 51 64). Alto de Arlaban, s/n. Leintz-Gatzaga. Bungal¨®s para 2, 4 y 6 personas. 20 euros por persona y d¨ªa (m¨ªnimo, 2 d¨ªas).
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