Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa y los Derechos Humanos
Una de las preguntas que de modo reiterado se est¨¢ haciendo una gran parte del profesorado de infantil, primaria y secundaria de toda Espa?a en el ¨²ltimo a?o es por qu¨¦ ahora se habla tanto de educaci¨®n para la ciudadan¨ªa en la reforma del sistema educativo que se va implantar con la nueva ley educativa, la LOE; los profesores de todas las etapas educativas est¨¢n a la expectativa de esta nueva ¨¢rea de conocimientos que tanto debate pol¨ªtico y medi¨¢tico ha originado en torno suyo a lo largo de los dos ¨²ltimos a?os. ?Es que se trata de una materia totalmente nueva? ?De d¨®nde deriva su importancia educativa? ?Por qu¨¦ se ha originado un debate tan enconado sobre esta nueva ¨¢rea o materia de conocimientos?
El fracaso de la transversalidad ha sido m¨¢s evidente en los institutos de educaci¨®n secundaria
Los valores c¨ªvicos y las conductas democr¨¢ticas no se deben aprender solamente como una teor¨ªa
Para responder adecuadamente a ¨¦stas y a otras cuestiones relacionadas con la Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa y los Derechos Humanos, es conveniente repasar un poco la historia de la educaci¨®n en nuestro pa¨ªs en los ¨²ltimos a?os. Es preciso resituar el sentido de la educaci¨®n c¨ªvica y ¨¦tica en la filosof¨ªa de la educaci¨®n que se introdujo en Espa?a con la LOGSE; me refiero al concepto de educaci¨®n explicitado en la LOGSE y referido a los valores y a las actitudes que, seg¨²n aquella ley, deb¨ªan impregnar de modo transversal todo el sistema educativo.
Aquella idea de transversalidad no era ni es una man¨ªa de los Gobiernos socialistas ni una deformaci¨®n profesional de un grupo de psicopedagogos, sino que deriva de la mejor tradici¨®n educativa y moral de nuestro pa¨ªs: la de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza (1876). Su fundador, Francisco Giner de los R¨ªos, Catedr¨¢tico de Filosof¨ªa del Derecho en la Universidad de Madrid, tuvo siempre una idea de la educaci¨®n vinculada a la ciudadan¨ªa, a los valores morales y a la regeneraci¨®n cultural, pol¨ªtica y moral de los ciudadanos espa?oles. Su filosof¨ªa de la educaci¨®n, basada en los ideales de una ¨¦tica laica, de valores como la libertad, la igualdad y la justicia sigue siendo el elemento inspirador m¨¢s importante de esta novedad educativa denominada Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa y los Derechos Humanos.
Su idea de la tolerancia positiva, de la neutralidad del Estado ante las religiones y su aprecio por todas las tradiciones morales y religiosas siguen siendo lo que ya fue en la vida y obra de los institucionistas, el mejor ant¨ªdoto contra el fanatismo, la xenofobia, la intolerancia y la violencia que amenaza a las democracias modernas.
Sin embargo, la educaci¨®n para la cuidadan¨ªa no es solamente una cuesti¨®n que interese a las autoridades educativas espa?olas. En los sistemas educativos europeos, bajo distintas denominaciones y modelos, existe desde hace a?os un tipo de ¨¢rea y materia que aborda los mismos temas que nuestra nueva ¨¢rea de conocimientos. En unos pa¨ªses como B¨¦lgica, Suecia, Italia y Alemania esta materia es transversal (cross curricular, en ingl¨¦s); y en otros, como Francia e Inglaterra, es una materia espec¨ªfica en la secundaria; pero en todos esos pa¨ªses es un tema al que las autoridades educativas prestan mucho inter¨¦s. Por ello, a lo largo de 2005, se ha celebrado en toda Europa, impulsado por el Consejo de Europa, el A?o Europeo de la Ciudadan¨ªa, y durante ese a?o se han realizado en muchos pa¨ªses encuentros, seminarios y actividades en los que se ha tratado sobre la educaci¨®n del ciudadano europeo.
Europa, como continente y, sobre todo, la Uni¨®n Europea, se enfrentan a una serie de problemas comunes como la cohesi¨®n social, la inmigraci¨®n, el pluralismo religioso y moral, etc¨¦tera, ante los cuales necesita apoyarse en el sistema educativo para crear una conciencia c¨ªvica democr¨¢tica que colabore en la prevenci¨®n de posibles conflictos en el seno de sus sociedades. No se trata de un asunto menor, sino que se est¨¢ poniendo en juego la identidad pol¨ªtica, jur¨ªdica y ¨¦tica de los sistemas democr¨¢ticos europeos. Baste recordar el problema del rechazo en algunos pa¨ªses de la Constituci¨®n europea que est¨¢ paralizando los avances sociales y pol¨ªticos de toda La Uni¨®n.
La cohesi¨®n social, la participaci¨®n en la vida democr¨¢tica del centro escolar, la educaci¨®n en el respeto a la diversidad sexual, cultural, moral y religiosa de todos los alumnos y alumnas son elementos que exigen una educaci¨®n c¨ªvica, sea de modo transversal o sea de modo espec¨ªfico por medio de un curr¨ªculo propio. ?sos son los retos te¨®ricos y pr¨¢cticos a los que se enfrenta la educaci¨®n para la ciudadan¨ªa en Espa?a y en toda Europa; por eso, tienen raz¨®n quienes se?alan que los valores c¨ªvicos y las conductas democr¨¢ticas no se deben aprender solamente como una teor¨ªa, sino que son ante todo una pr¨¢ctica, un saber hacer, un saber vivir; pero tambi¨¦n tienen buenas razones los que afirman que es muy conveniente que exista un profesorado especialista que reflexione espec¨ªficamente sobre estos temas y que informe y forme adecuadamente a los ni?os y adolescentes en el plano te¨®rico sobre los fundamentos de la democracia y del civismo.
Para actuar democr¨¢ticamente es muy oportuno conocer los elementos te¨®ricos, hist¨®ricos y sociales que han contribuido a la construcci¨®n de la democracia en Espa?a y en el mundo; porque la conducta democr¨¢tica no es espont¨¢nea e irreflexiva, no es una actitud innata en el individuo, sino que los valores y normas democr¨¢ticas necesitan un aprendizaje en el ¨¢mbito familiar y escolar para que el ejercicio de la ciudadan¨ªa sea consciente y maduro.
El modelo de la transversalidad no ha dado todos los frutos que de ¨¦l se esperaban, debido a diversas causas. El fracaso ha sido m¨¢s evidente en los institutos de secundaria en los que la tradici¨®n de un profesorado especialista no ha sabido o no ha podido adaptarse f¨¢cilmente a las nuevas exigencias de la educaci¨®n actual. La LOE ha optado por un modelo mixto de educaci¨®n para la ciudadan¨ªa que recoja lo mejor de las experiencias de transversalidad que se han producido en los ¨²ltimos a?os, pero que tambi¨¦n profundice en los institutos de secundaria en la reflexi¨®n sobre los fundamentos de la educaci¨®n ¨¦tico-c¨ªvica y de la democracia y que potencie la participaci¨®n de todos en la vida escolar. La educaci¨®n ¨¦tico-c¨ªvica no es solamente una cuesti¨®n te¨®rica, sino que tiene una dimensi¨®n pr¨¢ctica muy importante. Si se consigue que el profesorado comprenda bien la propuesta del ministerio y se forme adecuadamente para impartir la nueva materia, el sistema educativo espa?ol y la calidad democr¨¢tica de nuestra sociedad mejorar¨¢n considerablemente.
Luis Mar¨ªa Cifuentes P¨¦rez es catedr¨¢tico de Filosof¨ªa y miembro de la Fundaci¨®n CIVES y la Liga Espa?ola por la Educaci¨®n y la Cultura Popular.
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