Curioso
Amor de don Perlimpl¨ªn con Belisa en su jard¨ªn de Garc¨ªa Lorca (estrenada en 1933 tras unos a?os de censura) es una farsa cargada de simbolog¨ªa que viene a ser un manual de iniciaci¨®n al amor, entendiendo por amor total en la concepci¨®n lorquiana una quimera imposible, un deseo inalcanzable. Sint¨¦tica y eficaz como una par¨¢bola, Amor de don Perlimpl¨ªn... es una versi¨®n de c¨¢mara que plantea en cuatro cuadros el tema de marido viejo y mujer joven. Don Perlimpl¨ªn, viejo estudioso y acomplejado, v¨ªctima de impotencia senil, se casa -instigado por Marcolfa, su criada- con una de las criaturas m¨¢s carnales del teatro lorquiano, la bella, joven y ardorosa Belisa. La cosa acaba en un tr¨¢gico y emotivo final, de entrega total y de ego¨ªsmo puro, pues ¨¦l le tiende a ella una trampa, al hacerse pasar por un joven pretendiente del que ella se enamora, en la que ambos quedar¨¢n atrapados para siempre.
Amor de don Perlimpl¨ªn
Adaptaci¨®n de la obra de Federico Garc¨ªa Lorca a cargo de Ksec Act. Festival Asia. Mercat de les Flors, sala Maria Aur¨¨lia Capmany. Barcelona, 17 de septiembre.
De gran plasticidad, lleno de im¨¢genes y de referentes, este texto de Lorca, como todo su teatro, da tanta importancia a lo ling¨¹¨ªstico como a lo visual. Y ¨¦sta es la clave para entender el montaje de la compa?¨ªa japonesa Ksec Act si uno no quiere estar pendiente de los subt¨ªtulos. Prestando atenci¨®n a los detalles que plagan el espect¨¢culo, no es dif¨ªcil seguir la trama si se sabe de qu¨¦ va la obra.
R¨¢pidamente identificamos a don Perlimpl¨ªn y a su criada Marcolfa, que hace como que tira de sus hilos poni¨¦ndole en acci¨®n para que ¨¦l se acerque a Belisa. La escena en la que Belisa, tumbada en la cama junto a don Perlimpl¨ªn, se entrega a los cinco hombres, los representantes de todas las razas de la tierra, sin que lleguen a tocarse, resume eficazmente la desinhibici¨®n y la fogosidad de la joven.
Buen encaje
Tampoco cuesta llegar al final en el que Belisa desenmascara a don Perlimpl¨ªn tras su capa roja. Incluso la inserci¨®n en el montaje de un par de personajes y de un fragmento de una pieza de Valle-Incl¨¢n, Ligaz¨®n, encaja perfectamente en la trama lorquiana: la aparici¨®n del afilador, en la que ¨¦ste pone a punto las tijeras de la mozuela, aqu¨ª Belisa, y con las que ella dar¨¢ muerte al ricacho del pueblo que la pretende, aqu¨ª don Perlimpl¨ªn, sirve para explicar la reticencia natural de la joven ante la conspiraci¨®n que su madre y Marcolfa han tramado a sus espaldas para que se case con el viejo. Si me apuran, tambi¨¦n el japon¨¦s, sobre todo en la voz rasposa de Belisa, aporta un punto grotesco al conjunto que podr¨ªa enlazar con el esperpento de Valle-Incl¨¢n. As¨ª, entre gestos expresionistas y acciones esperp¨¦nticas, la compa?¨ªa Ksec Act demuestra conocer a fondo nuestra tradici¨®n teatral. Su trabajo, curioso desde esta latitud como pocos, arranc¨® un merecido aplauso de reconocimiento.
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