Ayuno, oraci¨®n y solidaridad

El noveno mes lunar del calendario musulm¨¢n es conocido como Ramad¨¢n y comenz¨® ayer de manera oficial en Marruecos (un d¨ªa antes en Oriente Medio).

Seg¨²n el Cor¨¢n, todos los musulmanes adultos y sanos deben de guardar durante el d¨ªa una abstinencia total con respecto a la alimentaci¨®n y al apetito sexual. Eso es de sobra conocido por todos, aunque el Ramad¨¢n incluye otra serie de normas que parecen haber sido olvidadas a la hora de confeccionar falsos estereotipos.

La abstinencia, como se?ala el Cor¨¢n, debe tenerse presente en la mente y en el coraz¨®n. Por tanto, durante el Ramad¨¢n un buen musulm¨¢n debe contenerse de "todo lo que sea mala palabra, mal acto o pensamiento".

Adem¨¢s, el ayunante deber¨¢ de ser indulgente en caso de ser insultado o agredido y evitar conductas que puedan herir la sensibilidad del pr¨®jimo. Tambi¨¦n ha de ser generoso, especialmente con los despose¨ªdos.

Con respecto al rezo, el Ramad¨¢n impone que cada d¨ªa se lean dos cap¨ªtulos del Cor¨¢n, que consta de sesenta, por lo que al final de mes, si se ha seguido correctamente, el fiel habr¨¢ le¨ªdo todo el libro. Tambi¨¦n se impone un r¨ªgido calendario de oraci¨®n, que var¨ªa seg¨²n la opci¨®n de sacrificio elegido.

Pese a que todo musulm¨¢n adulto debe seguirlo, durante la menstruaci¨®n las mujeres tienen prohibido el ayuno, que deber¨¢n recuperar a final del mes. Esto no repercute s¨®lo en el Ramad¨¢n, ya que durante el periodo menstrual la mujer no puede rezar ni tocar el libro sagrado. "Es una cuesti¨®n de higiene", resuelven las j¨®venes este punto m¨¢s pol¨¦mico.