El ahorro no vende
El mercado inmobiliario ignora las ventajas del nuevo C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n
A finales del pasado mes de marzo se public¨® en el Bolet¨ªn Oficial del Estado (BOE) el nuevo C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n (CTE) que modifica, de manera sustancial, las condiciones de dise?o y construcci¨®n de todo tipo de edificios, buscando as¨ª nuevos criterios, m¨¢s estrictos, de seguridad, habitabilidad, sostenibilidad y calidad.
Aunque la mayor¨ªa de las nuevas disposiciones no entrar¨¢n en vigor hasta 2007, hay tres cap¨ªtulos cuya aplicaci¨®n es obligatoria a partir del 28 de septiembre de este mismo a?o. Se trata de los apartados que hacen referencia a la "seguridad en caso de incendio", a la "seguridad de utilizaci¨®n" y al "ahorro de energ¨ªa". En esta ¨²ltima parcela se incluyen diferentes exigencias que van desde la optimizaci¨®n en el aislamiento t¨¦rmico del inmueble hasta el uso obligado de paneles solares t¨¦rmicos y fotovoltaicos, pasando por el dise?o eficiente de los sistemas de iluminaci¨®n.
Lo l¨®gico en un mercado como el inmobiliario, saturado de ofertas de nueva construcci¨®n, es que estos elementos, innovadores, se hubieran incorporado ya a los atractivos que se publicitan para atraer a potenciales compradores, pero m¨¢s bien ocurre todo lo contrario. O al menos as¨ª lo revela un estudio sobre la publicidad en el sector de la vivienda realizado por Gerardo Pedr¨®s, profesor del Departamento de F¨ªsica Aplicada de la Universidad de C¨®rdoba.
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Entre junio y septiembre de este a?o Gerardo Pedr¨®s examin¨® numerosos anuncios, en peri¨®dicos y revistas, relacionados con la venta y promoci¨®n de edificaciones, buscando alguna referencia al nuevo CTE. Sin embargo, precisa, a pesar de la inmediata entrada en vigor de algunas disposiciones, "no hemos encontrado un solo anuncio de viviendas que tenga a gala el anticiparse a esta norma o, sencillamente, el cumplirla". Tampoco, a?ade Pedr¨®s, "hemos encontrado referencias al impacto sobre el medioambiente de la promoci¨®n en s¨ª, de su ahorro energ¨¦tico o de la disposici¨®n de placas de energ¨ªa solar, aun trat¨¢ndose de viviendas construidas en zonas andaluzas de gran insolaci¨®n".
Por el contrario, y aqu¨ª es donde se manifiesta la paradoja, s¨ª que aparece como una cuesti¨®n importante la presencia de infraestructuras de transporte cercanas a la vivienda, con referencias del tipo "pr¨®xima a una estaci¨®n de AVE", "cercana a un aeropuerto", "a s¨®lo siete kil¨®metros en coche del centro de la ciudad" o "muy bien conectada con una autov¨ªa".
En definitiva, se?ala Pedr¨®s, no s¨®lo no se presume de ahorro sino que "se promueve un uso de transportes de grandes emisiones y elevados consumos energ¨¦ticos, como el avi¨®n y el AVE, o un modelo de movilidad insostenible basado en el veh¨ªculo motorizado privado". Tan s¨®lo en uno de los anuncios analizados, y como ¨²ltima alternativa de transporte, se hac¨ªa menci¨®n al autob¨²s.
Ni siquiera se indican las ventajas de una construcci¨®n que incorpora elementos de ahorro energ¨¦tico en aquellas promociones dirigidas a sectores sociales m¨¢s receptivos. La situaci¨®n no var¨ªa en aquellas edificaciones situadas en urbanizaciones de lujo, o en los inmuebles que se ofertan a residentes extranjeros que, como los alemanes, son particularmente sensibles a estas cuestiones.
Las grandes empresas del sector de la construcci¨®n, que presumen en otros ¨¢mbitos de haber asumido una pol¨ªtica de responsabilidad social corporativa en la que se presta especial atenci¨®n al medio ambiente, tampoco destacan por publicitar estos elementos a los que, en sus respectivas promociones, no se les dedica ni una l¨ªnea.
Por ¨²ltimo, y en lo que se refiere a edificios de oficinas o parques empresariales, sometidos igualmente al CTE, se sigue vendiendo, de acuerdo al estudio del profesor Pedr¨®s, el concepto de "espacios estancos" donde el bienestar se consigue mediante un elevad¨ªsimo consumo energ¨¦tico, justo lo contrario de lo que persiguen las nuevas normas.
Viviendas m¨¢s eficientes
En el apartado de ahorro energ¨¦tico el nuevo C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n fija condiciones muy concretas que deben ser tenidas en cuenta por arquitectos y constructores. El aislamiento t¨¦rmico, por ejemplo, debe ajustarse a una serie de par¨¢metros que eviten un uso abusivo del aire acondicionado o de la calefacci¨®n, para lo cu¨¢l se fijan las caracter¨ªsticas que deben cumplir, de acuerdo a las diferentes zonas clim¨¢ticas, las cubiertas, suelos, fachadas, particiones interiores y todo tipo de cerramientos.
Los paneles solares t¨¦rmicos deber¨¢n proporcionar, como m¨ªnimo y seg¨²n los casos, entre un 30% y un 70% del agua caliente que, a diario, se demande en el edificio. Las estimaciones del Instituto para la Diversificaci¨®n y el Ahorro de la Energ¨ªa (IDAE) indican que esta exigencia supondr¨¢, s¨®lo en lo que se refiere a edificios de nueva construcci¨®n, la instalaci¨®n en todo el pa¨ªs de m¨¢s de cuatro millones de metros cuadrados de paneles solares t¨¦rmicos, con una potencia total de 100 megavatios.
En el caso de inmuebles destinados al sector terciario (oficinas), a partir de una determinada superficie de uso (4.000 metros cuadrados) ser¨¢ obligatorio el uso de paneles solares fotovoltaicos, capaces de proporcionar parte de la energ¨ªa el¨¦ctrica consumida, lo que ayudar¨¢ a rebajar las emisiones de di¨®xido de carbono.
A juicio del IDAE, todas estas medidas supondr¨¢n, para cada edificio y como media, un ahorro energ¨¦tico de entre un 30% y un 40%, as¨ª como una reducci¨®n de emisiones de di¨®xido de carbono de entre un 40% y un 55%. El Ministerio de Vivienda, por su parte, considera que la aplicaci¨®n del CTE encarecer¨¢ los nuevos inmuebles en un 1%, aunque s¨®lo con lo que se ahorrar¨¢n sus inquilinos en energ¨ªa podr¨¢n amortizar este desembolso extra en unos cinco a?os.
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