Osasuna atasca al Celta

En Bala¨ªdos, donde nunca en la historia hab¨ªa ganado, encontr¨® el Osasuna el auxilio psicol¨®gico que necesitaba. Parec¨ªa un equipo derrumbado por el trauma de perder la eliminatoria previa a la Copa de Europa, que le hizo arrancar la Liga con estampa tambaleante. Pero ayer el Osasuna de Ziganda recuper¨® las virtudes del pasado, su consistencia, su capacidad de trabajo y su perspicacia para aprovechar los puntos d¨¦biles del rival. Se encontr¨® adem¨¢s con un rival ofuscado, sin el menor atisbo de inspiraci¨®n. Y ante ese Celta anodino e inofensivo hall¨® Osasuna el alivio que tanto necesitaba.

Pocas novedades ha tra¨ªdo la temporada a Bala¨ªdos, donde se mantiene el bloque aseado y solvente que el curso pasado captur¨® un pasaporte europeo. Pero al Celta le est¨¢ costando arrancar, como si no fuese ya un equipo con las rutinas asimiladas. Sobre todo en casa, donde sum¨® su segunda derrota consecutiva. La primera ten¨ªa cierta excusa porque fue ante el Barcelona. El fracaso de ayer, ante un rival que se supon¨ªa afligido por las dudas, resulta bastante m¨¢s doloroso.

El Celta se atasc¨® ante la buena organizaci¨®n y la actitud laboriosa de Osasuna. Fue un equipo plano e inofensivo. En la primera parte, apenas inquiet¨® en un remate de Canobbio detenido por Ricardo. Y tampoco fue capaz de hacerse con la pelota. Nadie ejemplific¨® mejor que Borja Oubi?a el fracaso celeste. El mediocentro internacional acab¨® sonriendo por no llorar, acribillado por los silbidos de una parte de la grada. Su recital de torpezas y pases fallidos result¨® desesperante para el p¨²blico y para el equipo, que se qued¨® deshilvanado sin su aportaci¨®n.

El Osasuna se bast¨® con mantener la organizaci¨®n y no desatender el trabajo. La esterilidad del Celta le permiti¨® vivir con placidez, controlar el juego y encontrar resquicios para tirar el contragolpe. La oportunidad de ponerse por delante le lleg¨®, sin embargo, en una falta, despejada de mala manera por la defensa local y aprovechada por Valdo.

A partir de ese momento, el Celta se hundi¨® en la impotencia. Hasta el arre¨®n final, el Osasuna apenas se vio agobiado. La desesperaci¨®n de Oubi?a fue a m¨¢s, a Baiano apenas se le vio y Nen¨¦ y Canobbio tampoco lograron salir del empantanamiento general. Fernando V¨¢zquez introdujo un segundo delantero. El elegido fue Perera, que se ha hecho una leyenda en Vigo por su habilidad para atrapar un gol cada vez que sale del banquillo. Ayer estuvo a punto de cumplir la costumbre: recibi¨® de espaldas en el borde del ¨¢rea, se dio la vuelta para deshacerse de su marcador y conect¨® un fogonazo repentino al que, sin embargo, Ricardo respondi¨® con solvencia.

Ese fue el ¨²nico momento en que el Celta acarici¨® el empate. Tampoco contribuy¨® mucho a su causa el ¨¢rbitro, que expuls¨® a ?ngel por una entrada que no alcanzaba para tanto. Ya s¨®lo quedaba un cuarto de hora, pero el Celta, al menos, tuvo cierto arrojo para intentar el empate. Osasuna sigui¨® a lo suyo sin descomponerse. En el tiempo suplementario, hasta le lleg¨® el regalo final en un contragolpe que culmin¨® Juanfran.