"La cultura est¨¢ totalmente enamorada del entretenimiento"
La cr¨ªtica de arte espa?ola Marta Gili ha sido nombrada hace unos d¨ªas directora del Jeu de Paume de Par¨ªs, la galer¨ªa nacional de referencia en Francia en lo que se refiere a las artes visuales en todas sus manifestaciones. Despu¨¦s de doce a?os en la Fundaci¨®n "la Caixa", dice encontrarse preparada para asumir el reto de un centro de estas caracter¨ªsticas.
"Somos muy ojoc¨¦ntricos. El Jeu de Paume es uno de los pocos espacios en Europa dedicado a las artes visuales"
Marta Gili (Barcelona, 1957) empezar¨¢ a trabajar el pr¨®ximo lunes en su despacho de directora del Jeu de Paume de Par¨ªs, un museo fruto de la fusi¨®n de la propia Galerie Nationale, el Centre National de la Photographie y el Patrimoine Photographique, y que desde hace tres a?os dedica su programaci¨®n a las artes visuales contempor¨¢neas. Licenciada en Psicolog¨ªa y Ciencias de la Educaci¨®n, Marta Gili abandon¨® su cargo de jefa del departamento de Fotograf¨ªa y Artes Visuales de la Fundaci¨®n "la Caixa" el pasado mes de marzo, tras 15 a?os vinculada a la instituci¨®n barcelonesa, primero como directora de programaci¨®n de la sala Arcs y despu¨¦s como comisaria de una cincuentena de exposiciones, algunas antol¨®gicas, como las de Richard Avedon, Cartier-Bresson o Diane Arbus. El Jeu de Paume, muy pr¨®ximo a los jardines de las Tuller¨ªas, fue desde su apertura, en 1909, el gran museo del impresionismo y posimpresionismo franc¨¦s, antes de que sus colecciones pasaran a ocupar los espacios del Museo d'Orsay renovados por Gae Aulenti a partir de la antigua estaci¨®n de tren. Su ¨²ltima fase de rehabilitaci¨®n coincidi¨® con la era Mitterrand: en 1991 se renov¨® el centro, que dirigi¨® Alfred Pacquement, hoy responsable del Pompidou, y m¨¢s tarde Daniel Abadie y R¨¦gis Durant, que ahora se jubila.
PREGUNTA. ?Son muy diferentes las din¨¢micas de trabajo de la Fundaci¨®n "la Caixa" y el Jeu de Paume?
RESPUESTA. No es lo mismo trabajar en una estructura cuyo objetivo no es estrictamente cultural o art¨ªstico que hacerlo en otra cuyo fin es la promoci¨®n, difusi¨®n, y conocimiento en torno a las artes visuales. Hasta ahora, "la Caixa" ha sido mi eje vertebrador, es el sitio donde he crecido como profesional, donde he aprendido a manejarme y a encontrar consenso. El formar parte de ese engranaje y que cada pieza funcione es muy importante, en general, en la vida. En "la Caixa" he podido hacer con ilusi¨®n los proyectos en los que me he sentido m¨¢s representada, y otros en los que no me he sentido tanto pero que ten¨ªa que hacerlos por una cuesti¨®n puramente institucional. La diferencia ahora es que en el Jeu de Paume, aun consciente de las implicaciones pol¨ªticas que pueda haber, ser¨¦ totalmente aut¨®noma en la toma de decisiones. Las 50 personas que estar¨¢n a mi cargo provienen de tres ¨¢mbitos distintos, la mayor¨ªa son funcionarios del Estado, tienen sindicatos y su propia manera de organizarse. Me temo que en este aspecto la agilidad no ser¨¢ la misma.
P. Despu¨¦s de diez a?os en la fundaci¨®n, abri¨® un par¨¦ntesis para dirigir el festival de la imagen Le Printemps de Toulouse. ?Hasta qu¨¦ punto aquella experiencia le influy¨® en su vuelta y posterior salida de "la Caixa"?
R. En 2001 empec¨¦ a vislumbrar la posibilidad de aplicar todo lo que hab¨ªa aprendido en "la Caixa" a un ¨¢mbito que era totalmente distinto, como es la ciudad. En Toulouse aprend¨ª, por ejemplo, que las instituciones son tan cerradas que a veces todas las cosas suceden y se quedan dentro. En un festival tienes muchos elementos dentro de la colectividad que te alimentan e influyen, hasta tal punto que volv¨ª a Barcelona con m¨¢s energ¨ªa para poder aplicar todo aquello. Mis ¨²ltimos tres a?os en la fundaci¨®n fueron muy reveladores para entender de qu¨¦ forma estamos utilizando la cultura, c¨®mo las corporaciones la usan de una manera, los ayuntamientos de otra...
P. ?Y c¨®mo la usan las corporaciones?
R. Es un fen¨®meno global, la cultura forma parte del paisaje medi¨¢tico, flirtea con el entretenimiento, por no decir que est¨¢ totalmente enamorada de ¨¦l. Coquetea con ese concepto totalizador de la econom¨ªa y del pensamiento que acaba por uniformar a la gente. Esto nos convierte en susceptibles de adquirir productos, somos objetos de mercado. Las instituciones necesitan el dinero privado y ¨¦ste a su vez exige ciertas compensaciones. Una de las premisas, cuando tuve la entrevista con el presidente del Jeu de Paume, fue, "queremos m¨¢s p¨²blico". Y lo entiendo, se pretende que ese dinero p¨²blico llegue al mayor n¨²mero de personas. Las dictaduras de las audiencias no son otra cosa que intentar captar clientes, sea para una corporaci¨®n como Coca-Cola o Telef¨®nica. Pero esto no estar¨ªa mal si realmente se diera libertad a la gente que est¨¢ "pensando" la cultura, abriendo nuevas v¨ªas de conocimiento, aportando actividades que promuevan el juicio cr¨ªtico. El gesto de sacar la cultura a la calle puede ser tambi¨¦n ret¨®rico. Estas grandes manifestaciones, las bienales, muchas veces no funcionan si no hay un trabajo intelectual detr¨¢s.
P. ?Encuentra resistencia a la bienalizaci¨®n entre sus colegas?
R. Claro, no soy tan pesimista. Cada vez es m¨¢s complicado trabajar en grandes instituciones. En general, la mayor¨ªa se mueve con el esp¨ªritu de los tiempos, y ¨¦ste nos dice que el arte contempor¨¢neo no se entiende. Que dejemos, como ha dicho la se?ora ministra de Cultura, el arte contempor¨¢neo a las galer¨ªas, "ellas ya se espabilan, ellas ya venden". Que dediquemos nuestros museos a los grandes maestros, que los convirtamos en lugares de entretenimiento, a donde uno va a ver algo que ya sabe. De hecho es un viaje curricular, una estrategia que se utiliza en las series de televisi¨®n, es el decir "esto ya me suena, esto ya s¨¦ de qu¨¦ va". Desde el momento que t¨² sabes de qu¨¦ va -y tampoco es cierto que lo sepas, porque no quiere decir que no se pueda descubrir de nuevo a Henry Moore o a Picasso- te sientes bien posicionado, y eso te da confianza. ?Y cu¨¢l es la premisa principal para tener un cliente? La confianza. Cada vez somos menos ciudadanos y m¨¢s clientes.
P. El pasado mes de junio usted present¨® su proyecto para el concurso internacional convocado por el Jeu de Paume. Fue escogido por una docena de representantes del ¨¢mbito cultural franc¨¦s. Lo que en Francia parece muy natural, aqu¨ª no lo es tanto. El ¨²ltimo caso de arbitrariedad se dio en el Museo Picasso de Barcelona.
R. El Jeu de Paume tiene un consejo de administraci¨®n formado por una docena de personas. Es el procedimiento legal. Con estos consejos se evita que haya nombramientos a dedo. Pero a veces, hecha la ley, hecha la trampa. S¨¦ que en algunos casos se buscan los dos perfiles, el conocedor y el gestor. En mi caso han optado por la elecci¨®n de la persona conocedora, creativa. Prefiero trabajar con un buen gestor que se encargue del personal y yo dedicarme a una programaci¨®n de calidad. Es peligroso c¨®mo el "modelo corporaci¨®n" se est¨¢ aplicando al modelo museal, esto hace que los museos dependan cada vez m¨¢s del dinero privado. Se puede ver en las exposiciones medi¨¢ticas, la que exhibe ahora el Jeu de Paume, de Cindy Sherman, tiene muchos patrocinadores. Pero si haces una exposici¨®n de un movimiento oculto de la historia del arte o de un autor desconocido, nadie pone dinero.
P. ?Cu¨¢l es su proyecto de museo?
R. Hacer exposiciones que se alimenten las unas a las otras, crear narraciones paralelas, diagonales, transversales. Hoy, la imagen es el paisaje donde nos movemos. Y la funci¨®n de un museo es intentar desactivar todo lo que conocemos de una imagen para articularla de otra manera. Eso no significa que no podamos hacer exposiciones de los grandes fot¨®grafos, de Walker Evans o Diane Arbus, pero hemos de saber mostrar otras historias. Sabemos muy poco de la fotograf¨ªa checa, de la h¨²ngara, incluso de la espa?ola, pero estos pa¨ªses ten¨ªan la c¨¢mara desde 1839. Hay muchos paralelismos entre Espa?a y los pa¨ªses del Este. En los dos casos no ha habido coleccionismo. Mi idea es mostrar colecciones, autores o criterios que normalmente no son visibles dentro de la historia de la fotograf¨ªa, y hacer que conservadores j¨®venes trabajen la historia y otras formas de mirar. Somos muy ojoc¨¦ntricos. El Jeu de Paume es uno de los pocos espacios en Europa dedicado a las artes visuales. En Francia, a la fotograf¨ªa se la considera un patrimonio, como a la Ilustraci¨®n y la Revoluci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.